Es estupendo ver cómo este capitel tallado en granito conserva parte de su recubrimiento original en estuco que estaría, seguramente, pintado.
Muchas veces encontramos capiteles toscos de granito y no imaginamos que estarían recubiertos y ricamente decorados.
Gracias a los hallazgos que conservan partes de este recubrimiento podemos cambiar en gran medida esta percepción.
¿Qué os parece? ¿Habíais visto alguna vez algo así?
Esta pieza se encuentra en el centro de interpretación del teatro romano de Medellín Sitio Histórico, Extremadura.
Selección
martes, 31 de marzo de 2020
Caraca
Las primeras prospecciones arqueológicas sobre la ciudad carpetano-romana de Caraca se llevaron a cabo a principios de los años ochenta del siglo pasado. El hallazgo fortuito en 1945 del llamado Tesoro de Driebes –un conjunto de joyas y objetos de plata carpetanos de casi 14 kilogramos- dio lugar a esta primera investigación. Pero no fue hasta 2016 cuando se retomó el proyecto de forma sistemática y se determinó, mediante técnicas geofísicas, que la ciudad en época altoimperial romana (siglos I-II d. C.) se extendía ocho hectáreas.
Se concluyó que tuvo foro y termas y que el suministro de agua le llegaba mediante un canal de unos tres kilómetros, de los que solo se conservan 113 metros, según el estudio:
Las termas públicas de Caraca y su contexto urbano, de los arqueólogos Emilio Gamo y Javier Fernández Ortea. La ciudad, desde el siglo I, se estructuraba en torno al cardo maximus (una gran avenida), que la atravesaba en sentido noreste-sureste y la dividía en dos. En esta gran vía desembocaban 18 decumani (perpendiculares), con lo que la ciudad se estructuraba en 27 manzanas. Los expertos han podido determinar así que el número de habitantes se aproximaba a los 1.800 y que cada uno de ellos disponía de 61,6 litros de agua diarios provenientes del acueducto, aunque sólo parte del agua se destinaba al consumo humano. Igualmente, el equipo de investigación ya ha calculado las dimensiones del foro (1.330 metros cuadrados). Era de planta rectangular y tras él había un edificio, posiblemente la basílica. Al este del foro, se ha localizado un edificio público de dos alturas con un pórtico y dos tabernas.
Al sur, el georradar marca una estructura de unos 25 metros cuadrados, posiblemente un pequeño templo orientado hacia el cardo maximus.
El País
Se concluyó que tuvo foro y termas y que el suministro de agua le llegaba mediante un canal de unos tres kilómetros, de los que solo se conservan 113 metros, según el estudio:
Las termas públicas de Caraca y su contexto urbano, de los arqueólogos Emilio Gamo y Javier Fernández Ortea. La ciudad, desde el siglo I, se estructuraba en torno al cardo maximus (una gran avenida), que la atravesaba en sentido noreste-sureste y la dividía en dos. En esta gran vía desembocaban 18 decumani (perpendiculares), con lo que la ciudad se estructuraba en 27 manzanas. Los expertos han podido determinar así que el número de habitantes se aproximaba a los 1.800 y que cada uno de ellos disponía de 61,6 litros de agua diarios provenientes del acueducto, aunque sólo parte del agua se destinaba al consumo humano. Igualmente, el equipo de investigación ya ha calculado las dimensiones del foro (1.330 metros cuadrados). Era de planta rectangular y tras él había un edificio, posiblemente la basílica. Al este del foro, se ha localizado un edificio público de dos alturas con un pórtico y dos tabernas.
Al sur, el georradar marca una estructura de unos 25 metros cuadrados, posiblemente un pequeño templo orientado hacia el cardo maximus.
El País
sábado, 28 de marzo de 2020
Termas de Alange
Las termas romanas de Alange, situadas en el municipio del mismo nombre, pertenecen al Conjunto Arqueológico de Mérida, habiendo sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por su excelente estado de conservación. Hoy día se puede disfrutar de su uso en el balneario de Alange.
Las termas romanas del balneario de Alange forman parte del Conjunto Arqueológico de Mérida, que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad, otorgado por la UNESCO.
Constituyen el monumento más relevante y conocido del municipio de Alange, situado a unos 18 km de Mérida.
Dentro de la localidad, las termas se ubican en el sector más bajo del pueblo, al pie del cerro de la Mesilla.
Aunque probablemente su origen es anterior, el hallazgo de un Ara Votiva sobre una losa de mármol blanco, datada en el siglo III, sugiere que ya existían en la época de los emperadores Trajano y Adriano.
Por la inscripción de la pieza se sabe que Licinius Serenianus Clarissimus la mandó esculpir en honor a la diosa Juno Regina, como agradecimiento por la curación de su hija Varinia Serena. En la actualidad se exhibe en uno de los patios del balneario.
En tiempos romanos, las termas de Alange eran conocidas con el nombre de Aguae y acudían a disfrutar de sus aguas los miembros más destacados de la sociedad.
Los restos encontrados sugieren que el primitivo balneario fue un importante establecimiento termal, en el que las termas frías se completaban con caldarium o piscinas calientes, baños de vapor y hermosos jardines, todo decorado con estatuas y pinturas.
La construcción romana, de planta rectangular, mide unos 33 metros de largo por 16 de ancho.
Alberga en su interior dos cámaras circulares idénticas, una para cada sexo, dotadas de gradas para facilitar el acceso de los bañistas a las piscinas situadas en su centro.
Las cámaras están rematadas en una cúpula de forma semiesférica con un oculus o apertura circular central.
Tras la ocupación romana, las termas son abandonadas, hasta finales del siglo XVIII, cuando son redescubiertas y rehabilitadas para su uso.
A comienzos del siglo XIX se construye el edificio que aloja el actual balneario de Alange, que permitió el resurgir de la instalación termal.
La visita a las termas se concierta en el propio balneario, existiendo dos turnos de visitas guiadas
Wikipedia
Las termas romanas del balneario de Alange forman parte del Conjunto Arqueológico de Mérida, que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad, otorgado por la UNESCO.
Constituyen el monumento más relevante y conocido del municipio de Alange, situado a unos 18 km de Mérida.
Dentro de la localidad, las termas se ubican en el sector más bajo del pueblo, al pie del cerro de la Mesilla.
Aunque probablemente su origen es anterior, el hallazgo de un Ara Votiva sobre una losa de mármol blanco, datada en el siglo III, sugiere que ya existían en la época de los emperadores Trajano y Adriano.
Por la inscripción de la pieza se sabe que Licinius Serenianus Clarissimus la mandó esculpir en honor a la diosa Juno Regina, como agradecimiento por la curación de su hija Varinia Serena. En la actualidad se exhibe en uno de los patios del balneario.
En tiempos romanos, las termas de Alange eran conocidas con el nombre de Aguae y acudían a disfrutar de sus aguas los miembros más destacados de la sociedad.
Los restos encontrados sugieren que el primitivo balneario fue un importante establecimiento termal, en el que las termas frías se completaban con caldarium o piscinas calientes, baños de vapor y hermosos jardines, todo decorado con estatuas y pinturas.
La construcción romana, de planta rectangular, mide unos 33 metros de largo por 16 de ancho.
Alberga en su interior dos cámaras circulares idénticas, una para cada sexo, dotadas de gradas para facilitar el acceso de los bañistas a las piscinas situadas en su centro.
Las cámaras están rematadas en una cúpula de forma semiesférica con un oculus o apertura circular central.
Tras la ocupación romana, las termas son abandonadas, hasta finales del siglo XVIII, cuando son redescubiertas y rehabilitadas para su uso.
A comienzos del siglo XIX se construye el edificio que aloja el actual balneario de Alange, que permitió el resurgir de la instalación termal.
La visita a las termas se concierta en el propio balneario, existiendo dos turnos de visitas guiadas
Wikipedia
Arucci/Turobriga
La ciudad de Arucci/Turobriga fue fundada en tiempos de Augusto, dentro de un plan de reajustes territoriales y reformas administrativas llevadas a cabo en las tierras del Suroeste. Así pues, una vez pacificada la zona a fines del período republicano, y como consecuencia de estas políticas territoriales y administrativas, decide fundarse una ciudad en el llano con el aporte de las poblaciones celticas del entorno, es decir mediante la fórmula de concentración de poblaciones de carácter disperso en una nueva entidad ( contributio ). Todo este programa de reajustes, con la fundación de un nuevo enclave sobre la base celtica preexistente, se verá acompañado de un intenso programa de colonización con población latina e hispana ciudadana. Estos colonos pertenecen a las familias más importantes de la zona: Baebii, Plotii, Sertorii, Vibii , cuyos testimonios han llegado hasta nosotros a través de la epigrafía.
A lo largo del siglo I d.C. la ciudad experimentará un rápido crecimiento y desarrollo urbanístico. Así, en torno a los principados de Calígula y Claudio (37-54 d.C.) se lleva a cabo la construcción del Foro de la ciudad, diseñando una plaza porticada en la que tienen cabida las funciones administrativas, judiciales y religiosas. Posteriormente, en época Flavia (69-96 d.C.) se construirán las termas y el Campo de Marte, edificios públicos monumentales que denotan una actividad constructiva importante para estos momentos, alcanzando la ciudad su máximo esplendor en el s. II d.C. A mediados del s. III d.C. la ciudad comenzará a decaer, siendo paulatinamente abandonada, en el contexto general de la crisis urbana del siglo III d.C. que se produce en todo el Imperio, y servirá de cantera para la construcción de las numerosas villae rusticae documentadas en las inmediaciones de la ciudad.
En la zona más elevada del yacimiento se encuentra el área público-monumental representada por el foro y las termas, constituyendo así el corazón del conjunto urbano. Seguidamente, y en dirección norte se desarrolla el área doméstico-residencial, de la que actualmente se tienen constatadas en mayor o menor medida hasta tres domus . Toda este área constituía la zona intra moenia de la ciudad, delimitada por un perímetro de muralla bien constatado al Norte, Sureste y Suroeste, estando menos conocido al sur. Dicha muralla contaba al menos con dos puertas, una en la zona Sur, próxima al Foro, y otra en la zona Norte junto a la denominada Casa Norte. Tras las murallas se extendían los suburbia , conformados por las necrópolis, ubicadas al sur y al norte junto a las puertas, y por el Campo de Marte. Este gran recinto, con una superficie de 3900m², estaba destinado a la práctica de actividades deportivas, gimnásticas, luchas de gladiadores, celebración de los comitia , etc. Muy probablemente en este recinto se rendiría culto a Marte, e igualmente en alguna de las compartimentaciones interiores tendría su sede el colegium iuvenum de la ciudad.
Bibliografía seleccionada - - BERMEJO, J.
A lo largo del siglo I d.C. la ciudad experimentará un rápido crecimiento y desarrollo urbanístico. Así, en torno a los principados de Calígula y Claudio (37-54 d.C.) se lleva a cabo la construcción del Foro de la ciudad, diseñando una plaza porticada en la que tienen cabida las funciones administrativas, judiciales y religiosas. Posteriormente, en época Flavia (69-96 d.C.) se construirán las termas y el Campo de Marte, edificios públicos monumentales que denotan una actividad constructiva importante para estos momentos, alcanzando la ciudad su máximo esplendor en el s. II d.C. A mediados del s. III d.C. la ciudad comenzará a decaer, siendo paulatinamente abandonada, en el contexto general de la crisis urbana del siglo III d.C. que se produce en todo el Imperio, y servirá de cantera para la construcción de las numerosas villae rusticae documentadas en las inmediaciones de la ciudad.
En la zona más elevada del yacimiento se encuentra el área público-monumental representada por el foro y las termas, constituyendo así el corazón del conjunto urbano. Seguidamente, y en dirección norte se desarrolla el área doméstico-residencial, de la que actualmente se tienen constatadas en mayor o menor medida hasta tres domus . Toda este área constituía la zona intra moenia de la ciudad, delimitada por un perímetro de muralla bien constatado al Norte, Sureste y Suroeste, estando menos conocido al sur. Dicha muralla contaba al menos con dos puertas, una en la zona Sur, próxima al Foro, y otra en la zona Norte junto a la denominada Casa Norte. Tras las murallas se extendían los suburbia , conformados por las necrópolis, ubicadas al sur y al norte junto a las puertas, y por el Campo de Marte. Este gran recinto, con una superficie de 3900m², estaba destinado a la práctica de actividades deportivas, gimnásticas, luchas de gladiadores, celebración de los comitia , etc. Muy probablemente en este recinto se rendiría culto a Marte, e igualmente en alguna de las compartimentaciones interiores tendría su sede el colegium iuvenum de la ciudad.
Bibliografía seleccionada - - BERMEJO, J.
miércoles, 25 de marzo de 2020
Termas romanas de Bande
Nos encontramos con un lugar especial, uno de esos sitios que parecen sacados de la imaginación. Se trata de unas termas que quedan al descubierto cuando el embalse de As Conchas, que represa el río Limia, baja lo suficiente.
Hay varias piscinas y un lugar por donde brota el agua caliente, que según los habitantes de la zona es buenísima para el reuma y las enfermedades de la piel.
El lugar es tranquilo y precioso. Las antiguas termas, posiblemente de origen romano, aunque los actuales restos son de principios del siglo XX, confieren al lugar un ambiente único. El vapor que se desprendía por el contraste de la temperatura del agua y la del ambiente podía verse desde lejos.
El sitio perfecto para relajarse en medio de un bello paraje. Sin lugar a dudas, unos de los tesoros ya no de Bande, sino de todo Orense. Y gratis.
Ojo, hay que visitar el lugar en septiembre y octubre para que el nivel del embalse nos permita acceder a las termas, cuando estuvimos el nivel era elevado y no pudimos llegar, aunque el manantial de aguas termales está en la misma orilla y lo disfrutamos.
Cultura y turismo
Hay varias piscinas y un lugar por donde brota el agua caliente, que según los habitantes de la zona es buenísima para el reuma y las enfermedades de la piel.
El lugar es tranquilo y precioso. Las antiguas termas, posiblemente de origen romano, aunque los actuales restos son de principios del siglo XX, confieren al lugar un ambiente único. El vapor que se desprendía por el contraste de la temperatura del agua y la del ambiente podía verse desde lejos.
El sitio perfecto para relajarse en medio de un bello paraje. Sin lugar a dudas, unos de los tesoros ya no de Bande, sino de todo Orense. Y gratis.
Ojo, hay que visitar el lugar en septiembre y octubre para que el nivel del embalse nos permita acceder a las termas, cuando estuvimos el nivel era elevado y no pudimos llegar, aunque el manantial de aguas termales está en la misma orilla y lo disfrutamos.
Cultura y turismo
Minas romanas As Borreas - Viana do Bolo
La explotación de “As Borreas” constituye la principal de las explotaciones auríferas de época romana existentes en el territorio gallego, comparable a pesar de su menor tamaño a la de las Médulas en Castilla y León.
Se trata de una explotación con el sistema extractivo conocido como Ruina Montium en el que se empleaba la fuerza del agua para desplazar cantidades de material que luego era cribado en la busca del preciado metal.
Cultura y turismo
Se trata de una explotación con el sistema extractivo conocido como Ruina Montium en el que se empleaba la fuerza del agua para desplazar cantidades de material que luego era cribado en la busca del preciado metal.
Cultura y turismo
martes, 24 de marzo de 2020
Casa de las columnas - Numancia
Numancia, antes de ser conquistada por los romanos, fue una población celtíbera. De hecho, los numantlnos mostraron una gran resistencia, y obligaron al Imperio a traer a sus mejores cónsules para combatirlos.
Al final, la ciudad acabó cayendo después de un largo sitio del ejército de Escipión. La Casa de las columnas es el mejor ejemplo de una residencia de la época en la que aún se conservan los restos de un patio porticado.
Ilipla - Niebla
El núcleo de Niebla es, junto con el de Huelva, el que mayor secuencia arqueológica presenta en todo el territorio onubense, gracias a su ocupación desde el I er Milenio a.C. hasta la actualidad. Aunque las razones que apoyan este continuum poblacional son básicamente de carácter natural -la alta calidad agrológica de los suelos campiñeses que conforman su hinterland, la presencia de manantiales y la disponibilidad de canteras de caliza- fueron, sin duda, su posición geoestratégica y su papel como nudo de comunicaciones junto al río Tinto, los que la convirtieron en núcleo hegemónico de la Tierra Llana onubense desde fines de la Prehistoria.
A momentos del Bronce Final Prefenicio debe asociarse la primera muralla de mampuestos con bastiones semicirculares que, como mínimo, bordeaba la ciudad –de unas 2 o 3 Ha- en su lado Noroeste, a partir de la cual se irán adaptando los diferentes hábitats que se sucederán a lo largo del tiempo hasta la actualidad. Especialmente relevante fue su papel durante el período Orientalizante, con la consolidación de su urbanismo en unas proporciones considerables y su papel como centro metalúrgico cuando, junto a Huelva y Aznalcóllar, ejerció el control de la minería-metalurgia y distribución y comercio de los minerales del Cinturón Ibérico de Piritas, especialmente de la plata, con el mundo mediterráneo. Su importancia se mantendrá también durante la época Turdetana, a juzgar por los efectos de la Segunda Guerra Púnica, evidenciados arqueológicamente en forma de incendios y destrucciones, que muestran la relevancia del sustrato púnico en el enclave, manifestado igualmente a través de la construcción de una primera muralla de sillares normalizados, relacionada directamente con los propósitos de conquista de la metrópolis cartaginesa.
Los inicios de la ocupación romana, de la que son exponente las acuñaciones monetales de época republicana que portan el nombre de la ciudad – ILIPLA-, van a aprovechar la estructura urbana precedente, manifestándose arquitectónicamente con posterioridad casi un siglo después a través de la construcción de una muralla republicana de opus quadratum , y de otra, ya de época imperial, a base de opus caementicium forrado de sillares . Paralelamente, su importancia como centro de comunicaciones se ve consolidada en esta época con la construcción de un puente sobre el río Tinto así como con su inclusión como mansio –lugar de parada o descanso- en la primera parte de la vía que unía la desembocadura del río Guadiana con Mérida, en el Itinerario Antonino. De igual modo todo este programa de arquitectura pública, relacionado posiblemente con su promoción jurídica como municipium, e iniciado ya en época julio-claudia, se completaría con la construcción del Aqua , que abastecería a la ciudad desde los manantiales de la Bienvenida.
La fase tardorromana y visigoda no traerán cambios sustanciales en el esquema de la ciudad amurallada, aun cuando será de gran relevancia histórica su papel como Sede Episcopal. La conquista islámica de época almohade sí generará una gran remodelación, acorde con su papel ahora como cabecera de la Kura de Labla , mediante la construcción de una nueva muralla de tapia que triplicará en tamaño el trazado de las ciudades anteriores –hecho observado en otros núcleos cercanos como Ituci - utilizando incluso sillares de módulo prerromano y romano para ello. Con posterioridad y a pesar de la creación del Condado de Niebla y su posterior integración en el Ducado de Medina Sidonia, no se han producido cambios urbanísticos evidentes respecto a su estructura medieval, que se mantiene incluso en la actualidad.
Bibliografía seleccionada
CAMPOS CARRASCO, J.M.
A momentos del Bronce Final Prefenicio debe asociarse la primera muralla de mampuestos con bastiones semicirculares que, como mínimo, bordeaba la ciudad –de unas 2 o 3 Ha- en su lado Noroeste, a partir de la cual se irán adaptando los diferentes hábitats que se sucederán a lo largo del tiempo hasta la actualidad. Especialmente relevante fue su papel durante el período Orientalizante, con la consolidación de su urbanismo en unas proporciones considerables y su papel como centro metalúrgico cuando, junto a Huelva y Aznalcóllar, ejerció el control de la minería-metalurgia y distribución y comercio de los minerales del Cinturón Ibérico de Piritas, especialmente de la plata, con el mundo mediterráneo. Su importancia se mantendrá también durante la época Turdetana, a juzgar por los efectos de la Segunda Guerra Púnica, evidenciados arqueológicamente en forma de incendios y destrucciones, que muestran la relevancia del sustrato púnico en el enclave, manifestado igualmente a través de la construcción de una primera muralla de sillares normalizados, relacionada directamente con los propósitos de conquista de la metrópolis cartaginesa.
Los inicios de la ocupación romana, de la que son exponente las acuñaciones monetales de época republicana que portan el nombre de la ciudad – ILIPLA-, van a aprovechar la estructura urbana precedente, manifestándose arquitectónicamente con posterioridad casi un siglo después a través de la construcción de una muralla republicana de opus quadratum , y de otra, ya de época imperial, a base de opus caementicium forrado de sillares . Paralelamente, su importancia como centro de comunicaciones se ve consolidada en esta época con la construcción de un puente sobre el río Tinto así como con su inclusión como mansio –lugar de parada o descanso- en la primera parte de la vía que unía la desembocadura del río Guadiana con Mérida, en el Itinerario Antonino. De igual modo todo este programa de arquitectura pública, relacionado posiblemente con su promoción jurídica como municipium, e iniciado ya en época julio-claudia, se completaría con la construcción del Aqua , que abastecería a la ciudad desde los manantiales de la Bienvenida.
La fase tardorromana y visigoda no traerán cambios sustanciales en el esquema de la ciudad amurallada, aun cuando será de gran relevancia histórica su papel como Sede Episcopal. La conquista islámica de época almohade sí generará una gran remodelación, acorde con su papel ahora como cabecera de la Kura de Labla , mediante la construcción de una nueva muralla de tapia que triplicará en tamaño el trazado de las ciudades anteriores –hecho observado en otros núcleos cercanos como Ituci - utilizando incluso sillares de módulo prerromano y romano para ello. Con posterioridad y a pesar de la creación del Condado de Niebla y su posterior integración en el Ducado de Medina Sidonia, no se han producido cambios urbanísticos evidentes respecto a su estructura medieval, que se mantiene incluso en la actualidad.
Bibliografía seleccionada
CAMPOS CARRASCO, J.M.
Miliarios de Lobios
La Vía Nova XVIII de Antonino Pío discurría de Bracara a Astúrica. En su camino por Galicia, la vía cruzaba el parque do Xurés por el valle que forma el río Caldo, para así salvar los desniveles y obstáculos de la orografía.
Estas vías eran marcadas con miliarios o grandes cilindros de piedra que señalaban las distancias. Es esta vía donde más miliarios se han encontrado de todo el imperio. Encontraremos un lugar donde aún quedan restos de esta calzada y se localizan una gran cantidad de miliarios apiñados en un zona concreta. Quizás se colocaron y reunieron aquí durante las repoblaciones de Franco.
Es el sitio ideal para el reposo del infatigable viajero, cuenta con mesas y bancos de granito para el descanso y la lectura, para un momento de reflexión.
Cultura y turismo
Estas vías eran marcadas con miliarios o grandes cilindros de piedra que señalaban las distancias. Es esta vía donde más miliarios se han encontrado de todo el imperio. Encontraremos un lugar donde aún quedan restos de esta calzada y se localizan una gran cantidad de miliarios apiñados en un zona concreta. Quizás se colocaron y reunieron aquí durante las repoblaciones de Franco.
Es el sitio ideal para el reposo del infatigable viajero, cuenta con mesas y bancos de granito para el descanso y la lectura, para un momento de reflexión.
Cultura y turismo
sábado, 21 de marzo de 2020
Onuba Huelva
La ciudad de Huelva presenta una secuencia multifásica que abarca desde fines del II milenio-comienzos del I a.C. hasta el presente, sin solución de continuidad. Esta dilatada secuencia cronológica contiene algunos episodios de especial relevancia histórica, caso de la etapa tartésica, a la que se había dedicado casi la totalidad de los estudios arqueológicos sobre la ciudad y que han tenido como consecuencia negativa el olvido de otros periodos históricos. Es este el caso de la etapa romana, tan olvidada y poco conocida hasta el punto de haberse forjado una imagen negativa sobre ella que la definía como un núcleo de escasa importancia en el contexto de la Bética.
Sin embargo, en la última década se ha dado un impulso decidido al estudio de la presencia de Roma y sus momentos inmediatamente precedentes que permiten afirmar que la ciudad de Onoba debió de jugar un cierto papel relevante en el contexto del occidente de la Bética, merced a la existencia de su estratégico puerto hacia donde se dirigían las producciones de los tres sectores que conformaban la economía del área onubense, la minería, la agricultura y las salazones. Esta circunstancia hizo posible que muy probablemente Onoba Aestuaria alcanzará el estatuto colonial quizás desde época de Augusto.
Los restos de ocupación de las zonas altas de la ciudad, que se han perdido para siempre pero que han quedado recogidos en los testimonios historiográficos, indican que gran parte de Onoba se extendía por los desaparecidos cabezos de El Molino de Viento y de San Pedro, heredando la ciudad romana-republicana el lugar ocupado ininterrumpidamente desde el segundo milenio a.C.
El estado actual de las investigaciones permite establecer la existencia de dos zonas, además de la ubicada en altura, más o menos definida. La primera en torno a las Plazas de San Pedro, La Soledad y Calle Pablo Rada con restos de viviendas y una plaza enlosada con grandes lastras. La otra, que aparece más nítida, se correspondería con un barrio portuario. Es decir se trata de un hábitat de cierta importancia que, además de en las alturas mencionadas, se extendía por las faldas del espacio llano situado entre dichos cabezos, fundamentalmente por el lugar ocupado por la villa de la Edad Moderna. Este recinto tendría una entrada por la actual calle de San Sebastián que perpetua el camino romano de salida de la ciudad y que conduce a Niebla, otra por la calle San Andrés, y especialmente por la cuesta empedrada existente entre el perdido Cabezo del Molino de Viento y el de San Pedro, donde debió de ubicarse una de las puertas de la ciudad. Hacia el sur, quizás el límite estaría en la prolongación de lo anterior hacia la actual Plaza de las Monjas, alcanzando la c/ Pérez Carasa donde han aparecido restos de edificaciones, probablemente de la zona portuaria. Más hacia el sur, en la c/ Vázquez López, se localiza una de las necrópolis de la ciudad en uno de los espigones.
Los cuatro puntos anteriores dibujan un recinto, en cuyo interior y exterior puede apreciarse el trazado de los principales ejes viarios de la ciudad y su continuación hacia el exterior. Aunque lógicamente, dada la topografía del solar ocupado por la ciudad romana, no es posible pensar en una ciudad organizada ortogonalmente, si que se aprecian en el urbanismo actual los dos ejes principales que articularon la ciudad en sentido aproximado norte-sur y este-oeste, aprovechando los pasos naturales entre los cabezos.
Aunque los cabezos proporcionan defensas naturales, es lógico pensar que el recinto señalado se encontraría rodeado, al menos en parte, de una muralla. En favor de esta hipótesis puede apuntarse la opinión del geógrafo árabe al-Himyarī, en su obra Kitāb Al-rawd al-mi tﺀ ār , (Huici, 1964) escrita en el siglo XV y la existencia del gran muro de sillares, colocados a soga y tizón, en el solar de Plaza de San Pedro 4-5.
En cuanto al área circundante del núcleo urbano de Onoba , esta se caracteriza, además de por la presencia de las necrópolis y las calzadas de acceso, por la zona portuaria y las instalaciones relativas a las actividades económicas propias de la periferia, las salazones y las explotaciones agrícolas.
Sin embargo, en la última década se ha dado un impulso decidido al estudio de la presencia de Roma y sus momentos inmediatamente precedentes que permiten afirmar que la ciudad de Onoba debió de jugar un cierto papel relevante en el contexto del occidente de la Bética, merced a la existencia de su estratégico puerto hacia donde se dirigían las producciones de los tres sectores que conformaban la economía del área onubense, la minería, la agricultura y las salazones. Esta circunstancia hizo posible que muy probablemente Onoba Aestuaria alcanzará el estatuto colonial quizás desde época de Augusto.
Los restos de ocupación de las zonas altas de la ciudad, que se han perdido para siempre pero que han quedado recogidos en los testimonios historiográficos, indican que gran parte de Onoba se extendía por los desaparecidos cabezos de El Molino de Viento y de San Pedro, heredando la ciudad romana-republicana el lugar ocupado ininterrumpidamente desde el segundo milenio a.C.
El estado actual de las investigaciones permite establecer la existencia de dos zonas, además de la ubicada en altura, más o menos definida. La primera en torno a las Plazas de San Pedro, La Soledad y Calle Pablo Rada con restos de viviendas y una plaza enlosada con grandes lastras. La otra, que aparece más nítida, se correspondería con un barrio portuario. Es decir se trata de un hábitat de cierta importancia que, además de en las alturas mencionadas, se extendía por las faldas del espacio llano situado entre dichos cabezos, fundamentalmente por el lugar ocupado por la villa de la Edad Moderna. Este recinto tendría una entrada por la actual calle de San Sebastián que perpetua el camino romano de salida de la ciudad y que conduce a Niebla, otra por la calle San Andrés, y especialmente por la cuesta empedrada existente entre el perdido Cabezo del Molino de Viento y el de San Pedro, donde debió de ubicarse una de las puertas de la ciudad. Hacia el sur, quizás el límite estaría en la prolongación de lo anterior hacia la actual Plaza de las Monjas, alcanzando la c/ Pérez Carasa donde han aparecido restos de edificaciones, probablemente de la zona portuaria. Más hacia el sur, en la c/ Vázquez López, se localiza una de las necrópolis de la ciudad en uno de los espigones.
Los cuatro puntos anteriores dibujan un recinto, en cuyo interior y exterior puede apreciarse el trazado de los principales ejes viarios de la ciudad y su continuación hacia el exterior. Aunque lógicamente, dada la topografía del solar ocupado por la ciudad romana, no es posible pensar en una ciudad organizada ortogonalmente, si que se aprecian en el urbanismo actual los dos ejes principales que articularon la ciudad en sentido aproximado norte-sur y este-oeste, aprovechando los pasos naturales entre los cabezos.
Aunque los cabezos proporcionan defensas naturales, es lógico pensar que el recinto señalado se encontraría rodeado, al menos en parte, de una muralla. En favor de esta hipótesis puede apuntarse la opinión del geógrafo árabe al-Himyarī, en su obra Kitāb Al-rawd al-mi tﺀ ār , (Huici, 1964) escrita en el siglo XV y la existencia del gran muro de sillares, colocados a soga y tizón, en el solar de Plaza de San Pedro 4-5.
En cuanto al área circundante del núcleo urbano de Onoba , esta se caracteriza, además de por la presencia de las necrópolis y las calzadas de acceso, por la zona portuaria y las instalaciones relativas a las actividades económicas propias de la periferia, las salazones y las explotaciones agrícolas.
Calzada de Onuba a Ilipla
Como la localización de Onuba en Huelva e Ilipla en Niebla no admite dudas, es evidente que las 30 millas que se le conceden a este tramo no es el correcto ya que la distancia real que separa a ambos municipios en línea recta es de 27 kilómetros, unas 18 millas, por lo que quizás sean 20 millas, unos 29.6 kilómetros, las más apropiadas para este caso.
Dentro del casco urbano de Huelva el recorrido que podría tener la vía romana sería por las actuales calle San Andrés, Avda. Manuel Siurot, Avda. San Antonio, Avda. Santa Marta y Avda. de las Flores.
La salida de la ciudad de Huelva hacia Niebla por la Avda. de las Flores puede ser la más conveniente si consideramos que en la antigua finca el Torrejón (actual Avda. de las Flores) aparecieron vestigios de época romana y restos de un edificio militar que estaría destinado a controlar el paso en la entrada/salida de la antigua Huelva. También fue excavada una necrópolis de época islámica en la que aparecieron algunas monedas de plata, por lo que la actividad humana a lo largo del tiempo en la zona está constatada y el paso de la vía por esta avenida parece seguro.
Tras la Avda. de las Flores la calzada atravesaría la H-30 y continuaría por el camino de los Parrales hasta la rivera de la Nicoba, que la cruzaría por un pequeño puente situado entre los actuales puentes de la Reja y de la Morita según parece indicar la presencia de algunos sillares desperdigados por la zona. A continuación seguiría por las Rollizas y Cuatro Caminos, donde giraría hacia San Juan del Puerto por la cañada real de Sevilla o vereda de la Carne, hasta Niebla.
El recorrido propuesto entre las antiguas ciudades de Onuba e Ilipla suma unos 30 kilómetros, alrededor de 20 millas, lo que se ajusta bastante a la distancia propuesta del itinerario.
Huelva Vías romanas
viernes, 20 de marzo de 2020
Yacimiento de Playa de Moncayo - Guardamar del Segura
Localización: Tras la duna litoral, en la playa conocida como del Moncayo, a unos 600 metros del Hotel Playas de Guardamar (anteriormente Hotel Campomar) en dirección a la Mata.
Cronología: Restos Romanos del siglo I al IV d. C y restos islámicos del siglo X al XI d. C.
Descripción: Las excavaciones arqueológicas realizadas en la playa del Moncayo, en la franja litoral de Guardamar del Segura, han puesto al descubierto un asentamiento con varias fases constructivas de época romana. Coronando la secuencia arqueológica del yacimiento, las excavaciones también han documentado una rábita islámica de época Califal-Taifal. Se pueden visitar los restos arqueológicos aparecidos en las últimas investigaciones. Se trata de un conjunto de época Romana y tardo romana relacionado con un asentamiento costero, en función del tráfico marítimo y la explotación de los recursos del mar: pesca, sal y derivados. Otra fase histórica documentada en el yacimiento, tiene ver con la instalación de una pequeña mezquita o rábita de época islámica. La estructura excavada esta compuesta por una celda oratorio que contiene el muro de la Quibla y su Minrhab correspondiente. La instalación de esta rábita a escasos metros del mar, se explica por el carácter fronterizo que tuvo la fachada marítima del Mediterráneo para la comunidad hispano-musulmana de Al- Andalus.
MAG Museo
Cronología: Restos Romanos del siglo I al IV d. C y restos islámicos del siglo X al XI d. C.
Descripción: Las excavaciones arqueológicas realizadas en la playa del Moncayo, en la franja litoral de Guardamar del Segura, han puesto al descubierto un asentamiento con varias fases constructivas de época romana. Coronando la secuencia arqueológica del yacimiento, las excavaciones también han documentado una rábita islámica de época Califal-Taifal. Se pueden visitar los restos arqueológicos aparecidos en las últimas investigaciones. Se trata de un conjunto de época Romana y tardo romana relacionado con un asentamiento costero, en función del tráfico marítimo y la explotación de los recursos del mar: pesca, sal y derivados. Otra fase histórica documentada en el yacimiento, tiene ver con la instalación de una pequeña mezquita o rábita de época islámica. La estructura excavada esta compuesta por una celda oratorio que contiene el muro de la Quibla y su Minrhab correspondiente. La instalación de esta rábita a escasos metros del mar, se explica por el carácter fronterizo que tuvo la fachada marítima del Mediterráneo para la comunidad hispano-musulmana de Al- Andalus.
MAG Museo
jueves, 19 de marzo de 2020
Termas Romanas de Alameda - Málaga
El yacimiento de las termas romanas de Alameda (provincia de Málaga) está formado por una serie de estructuras, algunas de ellas bastante complejas, que se han podido documentar gracias a las distintas actividades arqueológicas realizadas. La entidad y variedad de los restos, registrados en una amplia secuencia cronológica, que se inicia en época calcolítica hasta el período romano, documentado este último desde el siglo I al IV, ha permitido estudiar la ocupación de esta zona dentro de la comarca de Antequera.
El yacimiento se compone grosso modo de dos grandes fases. Por un lado un sector se adscribe al período calcolítico y por otro lado tiene una fase romana bastante más desarrollada que la anterior. De la Edad del Cobre se conservan una serie de fosos (hasta una treintena) excavados en la roca, con una tipología variada: en pozo, tipo silo o con corredor. También se han observado, conectando algunos de estos fosos, una serie de canales de reducidas dimensiones. En un principio esta zona se interpretó como necrópolis, pero los estudios actuales tienden a desarrollar una línea diferente; teniendo en cuenta la tipología y los restos hallados en su interior es más probable que se trate de silos. En cambio, sí se ha podido determinar el uso prolongado de estas estructuras, llegando incluso hasta época postmedieval.
La fase romana de este yacimiento se considera como parte de una mansio, posiblemente Vrgapa, citada por el Anónimo de Rávena en la vía Malaca-Hispalis entre Antigaria y Osipon. En la terraza superior se detectan unas instalaciones termales, mientras que la inferior se caracteriza por un conjunto de edificios públicos. Sin embargo recientes excavaciones han venido a completar este panorama con la presencia de una zona industrial donde predominan las piletas.
El complejo termal se delimita mediante muros construidos con sillares. Se define el recinto por tener planta rectangular, pavimentos de opus signinum y muros medianeros realizados mediante opus incertum, algunos con revestimiento de opus signinum. De este edificio, considerado público por su entidad, se conservan diversas estancias absidadas y también varios hypocausta con sus característicos pilares de ladrillos. En general se puede distinguir todavía parte de las salas principales como el frigidarium y el caldarium.
Como ejemplo del resto de la arquitectura pública documentada en este yacimiento se ha localizado una plataforma absidada realizada a base de sillares y que cuenta con varios pilares de opus caementicium, algunos de ellos enlucidos. La singularidad de esta estructura dificulta su interpretación pero por sus características no hay duda de su entidad.
El sector público descrito se consolida a lo largo de los dos primeros siglos de nuestra era, para posteriormente pasar a manos privadas con la aparición de una zona industrial. El máximo exponente de esta área productiva son las piletas que se han podido documentar; realizadas mediante opus caementicium, algunas tienen forma cuadrangular, mientras que otras son más irregulares. Futuros estudios podrán concretar cuál es la actividad que se desarrollaba en estas instalaciones porque actualmente la información es bastante parcial, dado que los resultados de las excavaciones más antiguas, de la década de los ochenta del siglo pasado, son difíciles de interpretar.
Con el objeto de poner en valor el yacimiento arqueológico mediante la construcción de un centro de interpretación, se han realizado sondeos en una de las parcelas donde se han descubierto enterramientos en fosa de difícil adscripción cronológica.
Wikipedia
El yacimiento se compone grosso modo de dos grandes fases. Por un lado un sector se adscribe al período calcolítico y por otro lado tiene una fase romana bastante más desarrollada que la anterior. De la Edad del Cobre se conservan una serie de fosos (hasta una treintena) excavados en la roca, con una tipología variada: en pozo, tipo silo o con corredor. También se han observado, conectando algunos de estos fosos, una serie de canales de reducidas dimensiones. En un principio esta zona se interpretó como necrópolis, pero los estudios actuales tienden a desarrollar una línea diferente; teniendo en cuenta la tipología y los restos hallados en su interior es más probable que se trate de silos. En cambio, sí se ha podido determinar el uso prolongado de estas estructuras, llegando incluso hasta época postmedieval.
La fase romana de este yacimiento se considera como parte de una mansio, posiblemente Vrgapa, citada por el Anónimo de Rávena en la vía Malaca-Hispalis entre Antigaria y Osipon. En la terraza superior se detectan unas instalaciones termales, mientras que la inferior se caracteriza por un conjunto de edificios públicos. Sin embargo recientes excavaciones han venido a completar este panorama con la presencia de una zona industrial donde predominan las piletas.
El complejo termal se delimita mediante muros construidos con sillares. Se define el recinto por tener planta rectangular, pavimentos de opus signinum y muros medianeros realizados mediante opus incertum, algunos con revestimiento de opus signinum. De este edificio, considerado público por su entidad, se conservan diversas estancias absidadas y también varios hypocausta con sus característicos pilares de ladrillos. En general se puede distinguir todavía parte de las salas principales como el frigidarium y el caldarium.
Como ejemplo del resto de la arquitectura pública documentada en este yacimiento se ha localizado una plataforma absidada realizada a base de sillares y que cuenta con varios pilares de opus caementicium, algunos de ellos enlucidos. La singularidad de esta estructura dificulta su interpretación pero por sus características no hay duda de su entidad.
El sector público descrito se consolida a lo largo de los dos primeros siglos de nuestra era, para posteriormente pasar a manos privadas con la aparición de una zona industrial. El máximo exponente de esta área productiva son las piletas que se han podido documentar; realizadas mediante opus caementicium, algunas tienen forma cuadrangular, mientras que otras son más irregulares. Futuros estudios podrán concretar cuál es la actividad que se desarrollaba en estas instalaciones porque actualmente la información es bastante parcial, dado que los resultados de las excavaciones más antiguas, de la década de los ochenta del siglo pasado, son difíciles de interpretar.
Con el objeto de poner en valor el yacimiento arqueológico mediante la construcción de un centro de interpretación, se han realizado sondeos en una de las parcelas donde se han descubierto enterramientos en fosa de difícil adscripción cronológica.
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Cantera del Mèdol - Tarragona
Tarraco fue de facto capital del Impero Romano durante dos años, razón de la abundancia de hallazgos en un radio de 10 kilómetros en torno a la actual Tarragona, muchas veces afectados por el auge de vías de comunicación. Aprovechamos para ver, junto a la N-340, la torre de los Escipiones, que no es sino una tumba del siglo I. Si seguimos hacia el norte cruzamos la autopista AP-7, giramos entre los pinos por el primer desvío antes de entrar a pie al área de servicio, donde se ha habilitado un centro de interpretación. Detrás de la gasolinera arranca una suerte de Via Appia de 800 metros hasta la pedrera (cantera) del Mèdol, responsable del tono dorado de los principales monumentos de la ciudad catalana. El vaciado de unos 50.000 metros cúbicos de piedra calcárea ha diseñado un paisaje y hasta un microclima insólito, con una aguja de 16 metros que es fiel testigo de la altura original del sitio.
Una red de miradores rodea en altura este hoyo (con llegar a los cuatro primeros es suficiente).
El País
Una red de miradores rodea en altura este hoyo (con llegar a los cuatro primeros es suficiente).
El País
domingo, 15 de marzo de 2020
Yacimiento de la Cercadilla
El yacimiento arqueológico de Cercadilla es un conjunto de restos de épocas tardorromana y altomedieval ubicado en Córdoba, España, en el que se ha descubierto un complejo arquitectónico construido a finales del siglo III que ha sido atribuido al emperador tetrárquico Maximiano (293-305)
Descubrimiento
Los primeros restos arqueológicos localizados fueron descubiertos en 1922 durante unas obras de ampliación del parque de vías en la estación de Cercadilla. En aquel momento no se intuyó la magnitud del edificio ante el que se encontraba su excavador a pesar de que había localizado parte de la bóveda completa del criptopórtico.
El conjunto arqueológico fue descubierto en 1991 con motivo de las obras de soterramiento del ferrocarril y construcción de la nueva estación del AVE de la ciudad. Debido al apresuramiento con que se deseaba finalizar las obras de la estación, buena parte de su superficie destruyó —toda la zona afectada por la estación, los andenes y las vías— mientras que otras zonas están ocultas bajo las avenidas, calles y casas que la rodean. La imagen que Cercadilla pretende ofrecer al visitante es la de superposición de la ciudad moderna y la extensión del yacimiento bajo ella.
Entre los restos arqueológicos que pueden contemplarse se hallan:
Los restos del Complejo Palatino de Maximiano Hercúleo. Se trata de un edificio orientado a la fachada noreste de la ciudad cuya complejidad urbanística, arquitectónica y diseño, así como su cronología (293-305) permiten que sea atribuido al emperador de la primera tetrarquía Maximiano.
Vestigios del proceso de construcción del palacio. En el cruce del vial norte de la avenida Augusta con la calle Al-Andalus existen estructuras correspondientes al palacio que se encuentran junto al edificio de doble ábside, posible fuente o ninfeo, cuyo interés estriba en tratarse de elementos de carácter perecedero que suelen desaparecer en el propio proceso de la obra. Están compuestos por una pileta de opus vittatum mixtum cuya finalidad era contener el agua utilizada para preparar el hormigón utilizado en el levantamiento de muros y, junto a ella, una gruesa capa de argamasa constituida por los restos de construcción que caían al suelo en el proceso de levantamiento del edificio. En el túnel bajo la avenida Augusta, se conservan otras piletas y estructuras de obra que hacen identificar a esta zona como el espacio más importante del proceso de construcción del palacio.
Cisterna del cuerpo de servicio del palacio. En 1992, antes de reanudar las obras de construcción de la estación y para evitar su destrucción, se decidió la extracción de los restos de este elemento arquitectónico y su traslado al lugar que hoy ocupa en los jardines.
del paseo de Córdoba. Se trata de una cisterna de grandes dimensiones (33 m de longitud por 3,6 m de anchura), lo que permitía una gran capacidad de almacenamiento de agua. Fue construida con opus caementicium (hormigón romano) y revestida con mortero impermeabilizante, propio de las construcciones hidráulicas, conocido como opus signinum. En el extremo superior la estructura presenta un retranqueo cuyo objeto, probablemente, era la colocación de una cubierta de madera para cerrar y ocultar el interior de depósito.
Restos de casas califales en el patio y sótanos de la estación de autobuses. Integrados entre el patio central del edificio y el aparcamiento subterráneo, se encuentran restos de dos casas califales separadas por un muro medianero construido con sillares dispuestos a soga y tizón típico de la época califal. De la primera, que se puede observar desde el patio central de la estación, se conserva el patio, pavimentado con losas de piedra no solo en su perímetro sino también en su parte central, rodeando el brocal del pozo y permitiendo así el acceso al mismo sin atravesar ningún espacio terrizo. De la segunda se conserva una parte mayor de su estructura situada al norte del patio: el salón, con pavimento de argamasa pintado a la almagra y en sus extremos las alcobas, de las que la del lateral oeste aún conserva el vano abierto en el tapial para acceder desde el salón. Delante de este y junto al patio existe una plataforma de sillares que posiblemente constituyera un porche porticado. En el patio se conserva parte de una pequeña fuente.
Wikipedia
Descubrimiento
Los primeros restos arqueológicos localizados fueron descubiertos en 1922 durante unas obras de ampliación del parque de vías en la estación de Cercadilla. En aquel momento no se intuyó la magnitud del edificio ante el que se encontraba su excavador a pesar de que había localizado parte de la bóveda completa del criptopórtico.
El conjunto arqueológico fue descubierto en 1991 con motivo de las obras de soterramiento del ferrocarril y construcción de la nueva estación del AVE de la ciudad. Debido al apresuramiento con que se deseaba finalizar las obras de la estación, buena parte de su superficie destruyó —toda la zona afectada por la estación, los andenes y las vías— mientras que otras zonas están ocultas bajo las avenidas, calles y casas que la rodean. La imagen que Cercadilla pretende ofrecer al visitante es la de superposición de la ciudad moderna y la extensión del yacimiento bajo ella.
Entre los restos arqueológicos que pueden contemplarse se hallan:
Los restos del Complejo Palatino de Maximiano Hercúleo. Se trata de un edificio orientado a la fachada noreste de la ciudad cuya complejidad urbanística, arquitectónica y diseño, así como su cronología (293-305) permiten que sea atribuido al emperador de la primera tetrarquía Maximiano.
Vestigios del proceso de construcción del palacio. En el cruce del vial norte de la avenida Augusta con la calle Al-Andalus existen estructuras correspondientes al palacio que se encuentran junto al edificio de doble ábside, posible fuente o ninfeo, cuyo interés estriba en tratarse de elementos de carácter perecedero que suelen desaparecer en el propio proceso de la obra. Están compuestos por una pileta de opus vittatum mixtum cuya finalidad era contener el agua utilizada para preparar el hormigón utilizado en el levantamiento de muros y, junto a ella, una gruesa capa de argamasa constituida por los restos de construcción que caían al suelo en el proceso de levantamiento del edificio. En el túnel bajo la avenida Augusta, se conservan otras piletas y estructuras de obra que hacen identificar a esta zona como el espacio más importante del proceso de construcción del palacio.
Cisterna del cuerpo de servicio del palacio. En 1992, antes de reanudar las obras de construcción de la estación y para evitar su destrucción, se decidió la extracción de los restos de este elemento arquitectónico y su traslado al lugar que hoy ocupa en los jardines.
del paseo de Córdoba. Se trata de una cisterna de grandes dimensiones (33 m de longitud por 3,6 m de anchura), lo que permitía una gran capacidad de almacenamiento de agua. Fue construida con opus caementicium (hormigón romano) y revestida con mortero impermeabilizante, propio de las construcciones hidráulicas, conocido como opus signinum. En el extremo superior la estructura presenta un retranqueo cuyo objeto, probablemente, era la colocación de una cubierta de madera para cerrar y ocultar el interior de depósito.
Restos de casas califales en el patio y sótanos de la estación de autobuses. Integrados entre el patio central del edificio y el aparcamiento subterráneo, se encuentran restos de dos casas califales separadas por un muro medianero construido con sillares dispuestos a soga y tizón típico de la época califal. De la primera, que se puede observar desde el patio central de la estación, se conserva el patio, pavimentado con losas de piedra no solo en su perímetro sino también en su parte central, rodeando el brocal del pozo y permitiendo así el acceso al mismo sin atravesar ningún espacio terrizo. De la segunda se conserva una parte mayor de su estructura situada al norte del patio: el salón, con pavimento de argamasa pintado a la almagra y en sus extremos las alcobas, de las que la del lateral oeste aún conserva el vano abierto en el tapial para acceder desde el salón. Delante de este y junto al patio existe una plataforma de sillares que posiblemente constituyera un porche porticado. En el patio se conserva parte de una pequeña fuente.
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sábado, 14 de marzo de 2020
Cueva de Ses Aiguades
La importancia de este hallazgo no estriba solamente en el número de piezas acumuladas. Su existencia ha abierto muchos interrogantes. El primero saber cómo los romanos realizaban la extracción del agua. Fumàs se pregunta si accedían "a través de un pozo vertical, metían las ánforas dentro y las subían con un sistema de poleas, porque estamos hablando de un peso de más de 100 kilos", reflexiona. Otro misterio por resolver es el uso que se hacía de este agua. Una respuesta obvia es que el pozo abastecía a los barcos que cubrían las rutas comerciales entre las penínsulas Ibérica e Itálica y que, forzosamente, pasaban por Mallorca. Eso no explica, sin embargo, por qué hay tal cantidad de ánforas: "El hecho de que la cueva esté tan cerca del mar, a menos de cien metros, en una zona fácil para fondear, indica que es muy factible que pudiera ser una cueva de aiguada, de ahí su nombre. Pero yo creo que hay alguna cosa más", reflexiona Fumàs. Ese algo más puede explicarse por la composición de este agua, rica en cloruros, que hace posible que se conserve en buenas condiciones más tiempo. Sin embargo, el arqueólogo se reafirma en que "es extraño que solo tuviera un uso cotidiano. El hecho de encontrar las ánforas llenas de tan diferentes cronologías y la dificultad para subirlas hace pensar que pudiera ser algún tipo de santuario, alguna divinidad a la que los romanos agradecían por curarse. Estos cloruros son muy buenos para enfermedades de la piel, hepáticas e intestinales y es posible que este agua fuera muy valorada y tuviera también un uso sacramental", argumenta.
Para acercarse más a la resolución de estos misterios se elabora una base de datos para saber todo lo que se extrajo de la cueva en la excavación de 1998, el remanente que permanece en la cavidad y el expolio que ha sufrido a lo largo de los siglos. La confección del mapa 3D servirá para diferenciar las ánforas. Aunque la mayoría de ellas son tarraconenses o layetanas y aun conservan el sello del taller de origen, muchas están incompletas: "Esto lo intentaremos solucionar haciendo un análisis microscópico de cada pieza. Cogeremos diferentes muestras, del sedimento, del agua, de huesos hallados que podrían ser de myotragus. Laboratorios de todo el mundo nos dirán si estas premisas son ciertas o no y conoceremos la cueva en toda su complejidad y totalidad. Para nosotros es fundamental conocer la realidad de su uso y de las rutas comerciales que trataban con Mallorca y la relación que tenían con Pollentia", sintetiza.
Trabajar en esta cavidad requiere de una gran especialización ya que las condiciones son extremas: "Es difícil que la visibilidad se mantenga más de 10 o 15 minutos y puede que pasen semanas hasta que se recupere. Quien entre ha de ser muy bueno y muy rápido para que la campaña no se vaya al garete en un momento", comenta Fumàs. En este sentido, el investigador agradece el apoyo que han tenido de los GEAS: "Nos han cuidado y protegido".
A pesar de la relevancia de ses Aiguades Fumàs dice que "se necesita financiación externa, pública o privada, para seguir, pero es muy difícil encontrar apoyo. Las técnicas son costosas y el equipo humano muchas veces participa de forma altruista. Saben que es un proyecto único y vienen con ilusión, pero como responsable no puedo admitir que no tengan, al menos, sus necesidades cubiertas". Para Fumàs este es uno de los problemas que podrían poner en peligro la continuidad de la investigación.
"Los habitantes de la isla nunca conocieron estas cuevas secas", dice Manel Fumàs. Uno de los objetivos del estudio es saber quiénes fueron los pobladores más antiguos que usaron este agua. Fumàs cree que en una nueva excavación, "encontraríamos más material mucho más antiguo".
Diario de Mallorca
Roma en Canarias
Junto a la excavación, los bañistas disfrutan de una cala paradisiaca cercada de arrecifes y blancas acumulaciones de arena, cuyos bronceados, al carecer de sombras, hacen época. Conviene llevar gorro, sombrilla, dos litros de agua por persona y crema solar. Los barcos de acceso zarpan desde Corralejo, y del malecón de Lobos a La Concha se tardan apenas 10 minutos a pie.
viernes, 13 de marzo de 2020
Yacimiento arqueológico de L'Almadrava - Els Poblets
El yacimiento arqueológico de L'Almadrava, situado en el término municipal de Els Poblets, presenta la tipología de una villa marítima: establecimiento rústico en actividad entre el siglo | y el V d.C.
La zona excavada del yacimiento de L'Almadrava corresponde a parte de una casa de campo romana, concretamente a una alfarería. Aunque se ha descubierto parte de un edificio con características propias de una casa señorial, la mayoría de las dependencias que han quedado a la vista describen una alfarería y permiten apreciar, además de las estancias de trabajo y vivienda para los obreros -generalmente esclavos-, amplios porches para el secado de las piezas, pozos para extraer el agua necesaria y los hornos para cocer. Esta alfarería se dedicaba a la fabricación de tejas y ánforas. Las ánforas podían contener vino, aceite o salazones que, con los cereales, suponían el 90% de los productos comercializados. Eran envases diseñados para el transporte marítimo y desechables ya que, una vez llegados a puerto y tras ser transvasado su contenido, se tiraban.
La zona excavada del yacimiento de L'Almadrava corresponde a parte de una casa de campo romana, concretamente a una alfarería. Aunque se ha descubierto parte de un edificio con características propias de una casa señorial, la mayoría de las dependencias que han quedado a la vista describen una alfarería y permiten apreciar, además de las estancias de trabajo y vivienda para los obreros -generalmente esclavos-, amplios porches para el secado de las piezas, pozos para extraer el agua necesaria y los hornos para cocer. Esta alfarería se dedicaba a la fabricación de tejas y ánforas. Las ánforas podían contener vino, aceite o salazones que, con los cereales, suponían el 90% de los productos comercializados. Eran envases diseñados para el transporte marítimo y desechables ya que, una vez llegados a puerto y tras ser transvasado su contenido, se tiraban.
Villa romana de Saucedo
Yacimiento arqueológico de un conjunto romano del siglo I d. C., situado en Talavera de la Reina, provincia de Toledo en Castilla-La Mancha, España.
Origen y descubrimiento
El lugar se denomina así posiblemente a partir de Salicetum, con el significado de "Sitio poblado de sauces". Fue descubierta en el siglo XV por el padre Ajofrín, entonces dueño del predio donde se ubica el asentamiento. Los hallazgos más importantes de esa época fueron un ara dedicada a las ninfas, pendientes de oro, sepulturas con cadáveres, molduras de mármol y un busto marmóreo de medio cuerpo que figuraba un varón togado.
En 1950 durante la construcción del nuevo barrio pedáneo de Talavera la Nueva en Talavera de la Reina se re-descubren al realizar zanjas nuevos restos arqueológicos. En 1981 se descubre una pila bautismal tardorromana de gran belleza. La primera campaña de excavación se llevó a cabo en 1982. Se descubrieron muros y un pavimento musivario.
En 1995 se dio un notable avance a los trabajos, una vez comprada parte de la zona por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Esas tareas, realizadas por la Universidad Autónoma de Madrid, bajo la dirección de la profesora Raquel Castelo Ruano se han venido realizando hasta la actualidad.
Datos técnicos
Los primeros restos encontrados datan del siglo I d. C. y las últimas fases de construcción datan del siglo VI d. C. siendo el lugar destruido por un incendio en el siglo VIII.
Saucedo, era una villa, o villae, situada a las afueras de la ciudad de Caesarobriga, hoy Talavera de la Reina, capital del convento jurídico del mismo nombre y situada en la Lusitania. La villa de Saucedo se situaba en el camino que conducía desde Caesarobriga a Augusta Emerita (actual Mérida). Caesarobriga fue un importante centro agrícola y ganadero, y uno de los lugares más romanizados de la península Ibérica. Fueron muy importantes sus mercados como denotan los templos dedicados a Ceres diosa de la agricultura y Mercurio dios del comercio.
La villa bajoimperial de Saucedo, proviene del la segunda fase de ocupación del yacimiento, en uso desde finales del siglo III-finales del siglo IV d. C., hasta finales del siglo V-comienzos de VI d. C. Es una villa aúlica y de acuerdo con las estructuras puestas al descubierto, es una villa monumental simple alrededor de peristilo. Está caracterizada por la multiplicidad de ábsides, por la riqueza monumental, la adopción de un arte oficial y el gusto por las perspectivas interiores.
La villa cuenta con una entrada monumental, con fuente y da paso a una serie de estancias de gran tamaño. Almacenes, y un patio central perimétrico con piscina para la recogida de agua de lluvia. Destaca la perfecta conservación de dos complejos termales, con Tepydarium,Frigidarium y Sudarium octogonal. Los suelos tienen un complejo sistema de calefacción hídrica.
El municipium Caesarobrigense fue rápidamente cristianizado y a finales del siglo V d. C. la parte de las termas fue convertida en Basílica cristiana en la que se levantó una pila bautismal de inmersión. Parte de los suelos están cubiertos por mosaicos de una increíble belleza en opus tesellatum.
En la actualidad se estima que sólo se ha descubierto el veinte por ciento de la zona y se espera el descubrimiento de más hallazgos de importancia en el lugar, que en parte sigue siendo propiedad privada. Pueden visitarse los yacimientos a través de permisos de la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha, así como en la casa de la Cultura de Talavera la Nueva, el Museo Ruiz de Luna de Talavera de la Reina y el Museo de Santa Cruz de Toledo.
Abandono
En la actualidad (Marzo 2019) el yacimiento se encuentra totalmente abandonado, Ya que la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha y los arqueólogos, desde 2010 no han invertido ningún presupuesto ni realizado ningún trabajo de excavación, de consolidación ni de restauración. La finca está vallada pero con grandes rotos en la alambrada y los restos arqueológicos se encuentran cubiertos de vegetación y expuestos a la intemperie y las heladas.
Wikipedia
Origen y descubrimiento
El lugar se denomina así posiblemente a partir de Salicetum, con el significado de "Sitio poblado de sauces". Fue descubierta en el siglo XV por el padre Ajofrín, entonces dueño del predio donde se ubica el asentamiento. Los hallazgos más importantes de esa época fueron un ara dedicada a las ninfas, pendientes de oro, sepulturas con cadáveres, molduras de mármol y un busto marmóreo de medio cuerpo que figuraba un varón togado.
En 1950 durante la construcción del nuevo barrio pedáneo de Talavera la Nueva en Talavera de la Reina se re-descubren al realizar zanjas nuevos restos arqueológicos. En 1981 se descubre una pila bautismal tardorromana de gran belleza. La primera campaña de excavación se llevó a cabo en 1982. Se descubrieron muros y un pavimento musivario.
En 1995 se dio un notable avance a los trabajos, una vez comprada parte de la zona por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Esas tareas, realizadas por la Universidad Autónoma de Madrid, bajo la dirección de la profesora Raquel Castelo Ruano se han venido realizando hasta la actualidad.
Datos técnicos
Los primeros restos encontrados datan del siglo I d. C. y las últimas fases de construcción datan del siglo VI d. C. siendo el lugar destruido por un incendio en el siglo VIII.
Saucedo, era una villa, o villae, situada a las afueras de la ciudad de Caesarobriga, hoy Talavera de la Reina, capital del convento jurídico del mismo nombre y situada en la Lusitania. La villa de Saucedo se situaba en el camino que conducía desde Caesarobriga a Augusta Emerita (actual Mérida). Caesarobriga fue un importante centro agrícola y ganadero, y uno de los lugares más romanizados de la península Ibérica. Fueron muy importantes sus mercados como denotan los templos dedicados a Ceres diosa de la agricultura y Mercurio dios del comercio.
La villa bajoimperial de Saucedo, proviene del la segunda fase de ocupación del yacimiento, en uso desde finales del siglo III-finales del siglo IV d. C., hasta finales del siglo V-comienzos de VI d. C. Es una villa aúlica y de acuerdo con las estructuras puestas al descubierto, es una villa monumental simple alrededor de peristilo. Está caracterizada por la multiplicidad de ábsides, por la riqueza monumental, la adopción de un arte oficial y el gusto por las perspectivas interiores.
La villa cuenta con una entrada monumental, con fuente y da paso a una serie de estancias de gran tamaño. Almacenes, y un patio central perimétrico con piscina para la recogida de agua de lluvia. Destaca la perfecta conservación de dos complejos termales, con Tepydarium,Frigidarium y Sudarium octogonal. Los suelos tienen un complejo sistema de calefacción hídrica.
El municipium Caesarobrigense fue rápidamente cristianizado y a finales del siglo V d. C. la parte de las termas fue convertida en Basílica cristiana en la que se levantó una pila bautismal de inmersión. Parte de los suelos están cubiertos por mosaicos de una increíble belleza en opus tesellatum.
En la actualidad se estima que sólo se ha descubierto el veinte por ciento de la zona y se espera el descubrimiento de más hallazgos de importancia en el lugar, que en parte sigue siendo propiedad privada. Pueden visitarse los yacimientos a través de permisos de la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha, así como en la casa de la Cultura de Talavera la Nueva, el Museo Ruiz de Luna de Talavera de la Reina y el Museo de Santa Cruz de Toledo.
Abandono
En la actualidad (Marzo 2019) el yacimiento se encuentra totalmente abandonado, Ya que la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha y los arqueólogos, desde 2010 no han invertido ningún presupuesto ni realizado ningún trabajo de excavación, de consolidación ni de restauración. La finca está vallada pero con grandes rotos en la alambrada y los restos arqueológicos se encuentran cubiertos de vegetación y expuestos a la intemperie y las heladas.
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sábado, 7 de marzo de 2020
Termas de Itálica
Disponían de gimnasio de tipología helenística y edificio balneario, compuesto a su vez por: área de acceso y servicios; "frigidarium" caracterizado por una gran piscina o "natatio"; "tepidarium"; y "caldarium",). Las termas mayores de la época de Adriano ocupaban una gran manzana en la ciudad nueva. Se conserva la estructura y distribución de las piscinas y hornos. El edificio era grande, de aproximadamente 32.000 metros cuadrados. Llegó a tener biblioteca, una sala de masajes, sauna y vestuarios.
Las termas menores -también llamadas “de trajano”, situadas en la ciudad vieja, son visibles dentro del pueblo de Santiponce, en la calle Trajano (tampoco está excavado en su totalidad, pues se halla bajo varias casas actuales en uso). Los restos visibles se corresponden con el área central y trasera de los baños, pudiendo reconocerse dos salas de temperatura caliente "caldaria", una templada "tepidarium" y otra para baños fríos "frigidarium" y para la práctica de ejercicios.
termas romanas de Baelo Claudia - Cádiz
El yacimiento de las termas romanas de Baelo Claudia se trata de los restos de un edificio asociado a un complejo termal. Fueron halladas entre los años 2011 y 2013 aclarando la funcionalidad de este espacio periurbano de la vieja ciudad de Baelo Claudia. En la actualidad, los investigadores afirman que la ciudad contó con dos espacios termales de carácter público. Uno intra moenia y otro en el espacio suburbano inmediato.
Descripción
Está compuesto por estancias calefactadas además de una natatio de dimensiones grandes revestida con ornamentación marmórea y esculturas. Por sus grandes dimensiones se piensa que se trata de unas termas públicas, con unos muros perimetrales exteriores orientados en dirección Norte-Sur. Es probable que el conjunto fuera concebido ab initio en el programa constructivo de la ciudad altoimperial. Gracias a estudios cerámicos (de importación africanas) se sabe que su uso se encuadra entre los siglos II d.C., durante la época de Trajano o Adriano y fueron abandonadas a finales del siglo III o principios del IV, en época de Diocleciano o Constantino.
La gran piscina o Natatio
Constituye hasta el momento el mejor ejemplo conservado de todos los conocidos como Termas Marítimas. Se asocia a una piscina de agua fría -natatio-, de planta cuadrangular y de más de 48 m² y con una profundidad media de 1,4 m y con una capacidad de 65 m³.
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Descripción
Está compuesto por estancias calefactadas además de una natatio de dimensiones grandes revestida con ornamentación marmórea y esculturas. Por sus grandes dimensiones se piensa que se trata de unas termas públicas, con unos muros perimetrales exteriores orientados en dirección Norte-Sur. Es probable que el conjunto fuera concebido ab initio en el programa constructivo de la ciudad altoimperial. Gracias a estudios cerámicos (de importación africanas) se sabe que su uso se encuadra entre los siglos II d.C., durante la época de Trajano o Adriano y fueron abandonadas a finales del siglo III o principios del IV, en época de Diocleciano o Constantino.
La gran piscina o Natatio
Constituye hasta el momento el mejor ejemplo conservado de todos los conocidos como Termas Marítimas. Se asocia a una piscina de agua fría -natatio-, de planta cuadrangular y de más de 48 m² y con una profundidad media de 1,4 m y con una capacidad de 65 m³.
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Villa romana de las Torres, Estepona (Málaga)
La villa romana de las Torres es una zona arqueológica situada en el término municipal de Estepona, provincia de Málaga. Los datos obtenidos a través de la excavaciones demuestran que pertenecen a una villa romana de tipo señorial cercana al mar. Los sondeos realizados en 1990 demuestran que la zona fue utilizada posteriormente como necrópolis. En Estepona se encuentran dos yacimientos, este y el del parque de Antena.
Primeras excavaciones:
Las primeras excavaciones se iniciaron en 1915, constatándose la existencia de restos de muro que se correspondían con las estructuras de habitaciones que se extienden alrededor de la torre almenara. Por los materiales arqueológicos hallados: restos de mosaicos, monedas, objetos metálicos, fragmento de escultura y materiales cerámicos. Se demuestra la existencia de asentamiento en época romana. Después del abandono se vuelven a iniciar excavaciones en 1929, asegurándose la existencia de una villa romana y fábrica de salazón, cuya construcción data aproximadamente de entre el siglo II y III d.C.
En 1990 demostraron que la zona fue utilizada posteriormente como necrópolis.
Algunos restos de la villa romana
Algunas excavaciones en al villa romana nos dan a conocer restos del siglo I antes de Cristo. Mientras que se realizaban las construcciones para un gaseoducto para el suministro de la torre Pacheco y el campo de Murcia. Entre los restos se encuentran entre otras cosas, varias lucernas con elementos decorativos, como florales, eróticos o arquitectónicos, así como un conjunto de fragmentos de vidrios y vasijas.
El dia 7 de septiembre de 1999 fue declarado patrimonio histórico, monumental, arqueológico y científico. Tanto por su interés científico como por la presión urbanistica a la que se encuentra sometida, se considera necesario proteger esta zona arqueológica mediante su declaración como bien de interés cultural.
En clase de Patrimonio
Primeras excavaciones:
Las primeras excavaciones se iniciaron en 1915, constatándose la existencia de restos de muro que se correspondían con las estructuras de habitaciones que se extienden alrededor de la torre almenara. Por los materiales arqueológicos hallados: restos de mosaicos, monedas, objetos metálicos, fragmento de escultura y materiales cerámicos. Se demuestra la existencia de asentamiento en época romana. Después del abandono se vuelven a iniciar excavaciones en 1929, asegurándose la existencia de una villa romana y fábrica de salazón, cuya construcción data aproximadamente de entre el siglo II y III d.C.
En 1990 demostraron que la zona fue utilizada posteriormente como necrópolis.
Algunos restos de la villa romana
Algunas excavaciones en al villa romana nos dan a conocer restos del siglo I antes de Cristo. Mientras que se realizaban las construcciones para un gaseoducto para el suministro de la torre Pacheco y el campo de Murcia. Entre los restos se encuentran entre otras cosas, varias lucernas con elementos decorativos, como florales, eróticos o arquitectónicos, así como un conjunto de fragmentos de vidrios y vasijas.
El dia 7 de septiembre de 1999 fue declarado patrimonio histórico, monumental, arqueológico y científico. Tanto por su interés científico como por la presión urbanistica a la que se encuentra sometida, se considera necesario proteger esta zona arqueológica mediante su declaración como bien de interés cultural.
En clase de Patrimonio
viernes, 6 de marzo de 2020
Villa Romana de Toralla - Vigo
A la Villa Romana de Toralla se le sigue llamando Finca Mirambell, porque el terreno era propiedad de esta familia que, de hecho, fue la que halló los primeros restos de este yacimiento arqueológico en Vigo, en los años 20 del siglo pasado.
La principal particularidad de este yacimiento, que data de los siglos IV y V después de Cristo, es que es la única villa romana de Galicia que está excavada íntegramente y puede ser visitada.
Hay 2 tipos de recorrido, uno visual exterior, con paneles informativos sobre el emplazamiento, y otro entre los restos de la villa. Así, se pueden apreciar las diferentes estancias de la casa, las salinas y un complejo sistema termal que denota la elevada posición social de sus moradores.
Pistas y recomendaciones:
La Villa Romana de Toralla está en el barrio de Oia, junto a la playa de O Vao. Si has decidido pasar el día en la playa en familia, puedes acercarte a ver el yacimiento y quizá sentarte a comer en alguno de los agradables restaurantes de Canido.
Turismo de Vigo
La principal particularidad de este yacimiento, que data de los siglos IV y V después de Cristo, es que es la única villa romana de Galicia que está excavada íntegramente y puede ser visitada.
Hay 2 tipos de recorrido, uno visual exterior, con paneles informativos sobre el emplazamiento, y otro entre los restos de la villa. Así, se pueden apreciar las diferentes estancias de la casa, las salinas y un complejo sistema termal que denota la elevada posición social de sus moradores.
Pistas y recomendaciones:
La Villa Romana de Toralla está en el barrio de Oia, junto a la playa de O Vao. Si has decidido pasar el día en la playa en familia, puedes acercarte a ver el yacimiento y quizá sentarte a comer en alguno de los agradables restaurantes de Canido.
Turismo de Vigo
Termas romanas de Valduno
Las termas romanas de Valduno, también conocidas como termas romanas de Santa Eulalia de Valduno son unas termas o baños romanos que aparecieron en Valduno, en la comarca del Camino Real de la Mesa, en el Las Regueras (en asturiano: Les Regueres) que es un concejo de la comunidad autónoma del Principado de Asturias.
Las termas se descubrieron como consecuencia de las excavaciones que se llevaron a cabo junto a la iglesia parroquial de Valduno. A mediados del siglo XIX se empezó a saber de la existencia de estos restos ya que el investigador Ciriaco Miguel Vigil indicaba que en 1868 había junto a la casa del vecino de Valduno Domingo Tamargo, y también junto a la iglesia, una serie de restos arqueológicos que el citado vecino encontró cuando araba este terreno.
Los restos
Tal como indicaba Ciriaco Miguel Vigil, se encontraron ladrillos de una edificación romana así como un molino de grano, de piedra, de funcionamiento manual pero el descubrimiento más importante fue el que hizo José Manuel González a mediados del siglo XX muy cerca de la iglesia. Se trataba de una estela funeraria del siglo II y que estaba dedicada a Sestio Munigálico, hijo de Progeneo Quadrato y que está depositada en el Museo Arqueológico de Asturias.
Las excavaciones que se llevaron a cabo a principios del siglo XXI descubrieron un conjunto termal datado a finales del siglo I, muy empleado por los romanos. Las excavaciones ocupan un área de 46 m². En ella se ven claramente diferenciadas dos zonas: el caldarium, también llamado calidarium, cella caldaria o cella coctilium, y el tepidarium. El primero está dividido por un muro de la fachada sur del templo.
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Las termas se descubrieron como consecuencia de las excavaciones que se llevaron a cabo junto a la iglesia parroquial de Valduno. A mediados del siglo XIX se empezó a saber de la existencia de estos restos ya que el investigador Ciriaco Miguel Vigil indicaba que en 1868 había junto a la casa del vecino de Valduno Domingo Tamargo, y también junto a la iglesia, una serie de restos arqueológicos que el citado vecino encontró cuando araba este terreno.
Los restos
Tal como indicaba Ciriaco Miguel Vigil, se encontraron ladrillos de una edificación romana así como un molino de grano, de piedra, de funcionamiento manual pero el descubrimiento más importante fue el que hizo José Manuel González a mediados del siglo XX muy cerca de la iglesia. Se trataba de una estela funeraria del siglo II y que estaba dedicada a Sestio Munigálico, hijo de Progeneo Quadrato y que está depositada en el Museo Arqueológico de Asturias.
Las excavaciones que se llevaron a cabo a principios del siglo XXI descubrieron un conjunto termal datado a finales del siglo I, muy empleado por los romanos. Las excavaciones ocupan un área de 46 m². En ella se ven claramente diferenciadas dos zonas: el caldarium, también llamado calidarium, cella caldaria o cella coctilium, y el tepidarium. El primero está dividido por un muro de la fachada sur del templo.
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martes, 3 de marzo de 2020
Villa romana de Saelices el Chico
A comienzos de los años ochenta, en Saelices el Chico y en la margen derecha del «Regato Grande», al hacer las obras de cimentación para una vivienda, aparecieron varios fustes y basas de columnas de piedra arenisca, así como fragmentos de tégula y ladrillos. Unos años más tarde, hacia 1985, al abrir la calle que baja paralela a la citada vivienda para la acometida de aguas, apareció un pavimento musivario, bastante bien conservado, así como una pared con un zócalo estucado y decorado con motivos geométricos y vegetales. Próximo al mosaico apareció, según información oral, «un suelo de ladrillo, tejas quemadas, ladrillos y fragmentos de tinajas y pucheros». Al parecer, el mosaico montaba directamente sobre la roca madre, que en Saelices es la pizarra.
Esta información oral, así como las fotografías que un aficionado se tomó la molestia de hacer, nos indica que podemos hallarnos ante los restos del peristilo de una construcción rústica romana. Los hallazgos tienen lugar en una zona llana, entre la margen derecha del Regato Grande y la carretera que va hacia Lumbrales. El terreno está dividido en pequeñas parcelas de tierras, «cortinas»; todo hace pensar que el mosaico o mosaicos existentes se encuentra bajo tres de estas cortinas, a más de un metro de profundidad.
Los restos musivos de Saelices son difíciles de calibrar, tanto estilística como cronológicamente, dado el estado fragmentario y la parcialidad de la documentación fotográfica, así como por la falta de contexto arqueológico (hallazgos cerámicos, numismáticos...). Aún así, podemos aventurar con cierta seguridad unas fechas tardías. El interés del muro pictórico de Saelices se centra en que es el único hallazgo de pintura mural romana conservado in situ en la provincia de Salamanca.
Esta información oral, así como las fotografías que un aficionado se tomó la molestia de hacer, nos indica que podemos hallarnos ante los restos del peristilo de una construcción rústica romana. Los hallazgos tienen lugar en una zona llana, entre la margen derecha del Regato Grande y la carretera que va hacia Lumbrales. El terreno está dividido en pequeñas parcelas de tierras, «cortinas»; todo hace pensar que el mosaico o mosaicos existentes se encuentra bajo tres de estas cortinas, a más de un metro de profundidad.
Los restos musivos de Saelices son difíciles de calibrar, tanto estilística como cronológicamente, dado el estado fragmentario y la parcialidad de la documentación fotográfica, así como por la falta de contexto arqueológico (hallazgos cerámicos, numismáticos...). Aún así, podemos aventurar con cierta seguridad unas fechas tardías. El interés del muro pictórico de Saelices se centra en que es el único hallazgo de pintura mural romana conservado in situ en la provincia de Salamanca.
termas romanas de Lugo
Las termas romanas de Lugo son los restos del antiguo balneario romano situado a orillas del río Miño, cerca del antiguo puente romano. Declaradas Monumento Histórico-Artístico en 1931, hoy las antiguas termas romanas forman parte de las instalaciones del Hotel Balneario de Lugo. La construcción de estos baños es contemporánea a la fundación de la ciudad, alrededor del año 15 a.C.. El recinto mejor conservado de las instalaciones es el apodycterium, el vestuario.
La instalación de termas y balneario era esencial dentro de la Roma antigua, por lo que se abrieron al mismo tiempo que se fundaba Lucus Augusti. Recibían agua de un manantial termal con propiedades minero-medicinales, con aguas sulfurado-sódicas y carbonatadas que brotan a 43,8 ºC. Estas aguas son explotadas aún en la actualidad dentro del Hotel Balneario de Lugo.
El apodycterium es la parte mejor conservada. Este lugar para desnudarse consiste en una gran sala con pavimento de opus signinum, un material de uso común compuesto de rebo de teja y ladrillo con cal. Al fondo de la sala hay dos puertas en arcos que dan paso a diversas estancias, incluida una pared con dieciocho hornacinas usadas a modo de armario para guardar la vestimenta y los objetos personales.
Otra de las zonas visitables es la antigua sala de baños, con forma abovedada. Había tres áreas diferenciadas: el frigidarium, para baños fríos; el tepidarium, para baños templados, y el caldarium, para baños calientes. En épocas posteriores esta sala fue convertida en capilla cristiana.
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La instalación de termas y balneario era esencial dentro de la Roma antigua, por lo que se abrieron al mismo tiempo que se fundaba Lucus Augusti. Recibían agua de un manantial termal con propiedades minero-medicinales, con aguas sulfurado-sódicas y carbonatadas que brotan a 43,8 ºC. Estas aguas son explotadas aún en la actualidad dentro del Hotel Balneario de Lugo.
El apodycterium es la parte mejor conservada. Este lugar para desnudarse consiste en una gran sala con pavimento de opus signinum, un material de uso común compuesto de rebo de teja y ladrillo con cal. Al fondo de la sala hay dos puertas en arcos que dan paso a diversas estancias, incluida una pared con dieciocho hornacinas usadas a modo de armario para guardar la vestimenta y los objetos personales.
Otra de las zonas visitables es la antigua sala de baños, con forma abovedada. Había tres áreas diferenciadas: el frigidarium, para baños fríos; el tepidarium, para baños templados, y el caldarium, para baños calientes. En épocas posteriores esta sala fue convertida en capilla cristiana.
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El águila bicéfala de Lucentum
El gran misterio que encierra la mano de bronce romana que empuña una espada con una excepcional águila de dos cabezas de Lucentum, hasta hoy se trata de la única pieza del mundo romano con un águila bicéfala sigue siendo hoy por hoy un enigma para los expertos.
Del siglo I d.C., esta mano izquierda que sostiene el pomo de una espada ceremonial con el águila bicéfala es la única parte que se conserva de una escultura erigida a un emperador ataviado de militar (se desconoce quién) que se salvó de la refundición de los siglos posteriores, debido, probablemente, a su valor como talismán. Esta escultura, que lleva el característico anillo imperial con el trazo de un “lituus” (representa el bastón de los sacerdotes augures), debió medir unos 2,2 metros de altura y su excepcionalidad radica en que es la primera y hasta ahora única pieza del mundo romano que incluye un águila con dos cabezas.
Por su incalculable valor y singularidad, ya ha sido exhibida en la Sala del Trono (o de San Jorge) del prestigioso museo Hermitage de San Petersburgo (Rusia) con motivo del año ‘España en Rusia’ en 2011, y posteriormente también en Assen (Holanda). Está expuesta en el Museo Arqueológico de la Diputación de Alicante (MARQ), cuyo director técnico, Manuel Olcina, ha afirmado a Efe que la “extravagancia” de este “unicum” (único en latín) está en su exclusividad, sin más ejemplos artísticos de la civilización romana ni tampoco referencias literarias. Fue descubierta el 23 de marzo de 2005 (un Miércoles Santo) en una excavación dirigida por Olcina y Rafael Pérez Jiménez (arquitecto de la Diputación y responsable de la conservación del yacimiento) al frente de un equipo formado por arqueólogos, restauradores, dibujantes, topógrafos, encargados y peones, aunque los que tuvieron la fortuna de toparse ese día con la pieza y extraerla fueron los arqueólogos Antonio Guilabert y Eva Tendero.
Su aparición supuso una pequeña gran revolución, ya que hay numerosos ejemplos en la cultura romana de águilas (a menudo para presentar a la legión o al dios Júpiter) de una cabeza, pero nunca de dos. Al principio, una parte de la comunidad científica dudó de su autenticidad pero la incredulidad fue dando paso a la sorpresa y a su puesta en valor a medida que avanzaban los procesos de estudio, validación, publicación y comunicación en congresos internacionales. Los expertos se afanan desde entonces en tratar de descubrir el motivo por el cual el taller donde se fabricó, seguramente en alguna provincia de la actual Italia, Grecia o Turquía, escogió un águila bicéfala, ya que no hay “explicación ni paralelos”.
"Al ser el retrato oficial de un emperador, no puede ser una improvisación del artista sino que tiene que querer decir algo, seguramente un mensaje que fue repetido en otras obras que están por encontrarse”, ha razonado Olcina.
Ante la falta de evidencias científicas que desentrañen la incógnita, se especula que las dos cabezas puedan simbolizar Oriente y Occidente, que representen dos poderes o dos legiones distintas. Un águila bicéfala protagoniza el escudo de Rusia pero no proviene de los romanos sino en la caída del imperio Bizantino, momento en el que los zares heredaron esta simbología. Los bizantinos, a su vez, habían tomado el águila bicéfala de los Selyúcidas musulmanes turcos y el único antecedente de este símbolo se halla en la civilización Hitita (dos mil años antes en la misma zona), aunque sin una aparente conexión directa.
De 6.110 gramos, 35 centímetros de largo y 11,2 de ancho, otra aportación de la mano de Lucentum es que el característico gesto de los dedos del emperador, sujetando el pomo de la espada para que la hoja repose en el antebrazo, ha facilitado saber que era precisamente una espada lo que habrían llevado en un principio otras manos romanas halladas con la misma disposición, pero que se han encontrado vacías, como la estatua acorazada de Sancti Petri (Cádiz), del siglo I-II a.C.
Olcina ve “probable” que en el futuro aparezca otra pieza romana parecida, ya que “sería ilógico” que la de Lucentum fuera la única. Mientras tanto, se han hecho dos réplicas exactas, una de las cuales se puede tocar a pocos metros de la original en una de las salas del MARQ, y la otra en el yacimiento, situado en el Tossal de Manises. La pieza se encontró a un metro de profundidad del Foro y, por los restos de su estrato, se cree que había sido colocada sobre una puerta como elemento de protección y mágica. “A veces me preguntan qué cosa excepcional me gustaría hallar en mi trabajo, y yo les respondo que ya lo he encontrado”, ha relatado a Efe, satisfecha, la arqueóloga Eva tendero, que hace una década tuvo la suerte de ser la persona del equipo que se topó con la pieza cuando, en ese momento, excavaba codo con codo con Antonio Guilabert.
Del siglo I d.C., esta mano izquierda que sostiene el pomo de una espada ceremonial con el águila bicéfala es la única parte que se conserva de una escultura erigida a un emperador ataviado de militar (se desconoce quién) que se salvó de la refundición de los siglos posteriores, debido, probablemente, a su valor como talismán. Esta escultura, que lleva el característico anillo imperial con el trazo de un “lituus” (representa el bastón de los sacerdotes augures), debió medir unos 2,2 metros de altura y su excepcionalidad radica en que es la primera y hasta ahora única pieza del mundo romano que incluye un águila con dos cabezas.
Por su incalculable valor y singularidad, ya ha sido exhibida en la Sala del Trono (o de San Jorge) del prestigioso museo Hermitage de San Petersburgo (Rusia) con motivo del año ‘España en Rusia’ en 2011, y posteriormente también en Assen (Holanda). Está expuesta en el Museo Arqueológico de la Diputación de Alicante (MARQ), cuyo director técnico, Manuel Olcina, ha afirmado a Efe que la “extravagancia” de este “unicum” (único en latín) está en su exclusividad, sin más ejemplos artísticos de la civilización romana ni tampoco referencias literarias. Fue descubierta el 23 de marzo de 2005 (un Miércoles Santo) en una excavación dirigida por Olcina y Rafael Pérez Jiménez (arquitecto de la Diputación y responsable de la conservación del yacimiento) al frente de un equipo formado por arqueólogos, restauradores, dibujantes, topógrafos, encargados y peones, aunque los que tuvieron la fortuna de toparse ese día con la pieza y extraerla fueron los arqueólogos Antonio Guilabert y Eva Tendero.
Su aparición supuso una pequeña gran revolución, ya que hay numerosos ejemplos en la cultura romana de águilas (a menudo para presentar a la legión o al dios Júpiter) de una cabeza, pero nunca de dos. Al principio, una parte de la comunidad científica dudó de su autenticidad pero la incredulidad fue dando paso a la sorpresa y a su puesta en valor a medida que avanzaban los procesos de estudio, validación, publicación y comunicación en congresos internacionales. Los expertos se afanan desde entonces en tratar de descubrir el motivo por el cual el taller donde se fabricó, seguramente en alguna provincia de la actual Italia, Grecia o Turquía, escogió un águila bicéfala, ya que no hay “explicación ni paralelos”.
"Al ser el retrato oficial de un emperador, no puede ser una improvisación del artista sino que tiene que querer decir algo, seguramente un mensaje que fue repetido en otras obras que están por encontrarse”, ha razonado Olcina.
Ante la falta de evidencias científicas que desentrañen la incógnita, se especula que las dos cabezas puedan simbolizar Oriente y Occidente, que representen dos poderes o dos legiones distintas. Un águila bicéfala protagoniza el escudo de Rusia pero no proviene de los romanos sino en la caída del imperio Bizantino, momento en el que los zares heredaron esta simbología. Los bizantinos, a su vez, habían tomado el águila bicéfala de los Selyúcidas musulmanes turcos y el único antecedente de este símbolo se halla en la civilización Hitita (dos mil años antes en la misma zona), aunque sin una aparente conexión directa.
De 6.110 gramos, 35 centímetros de largo y 11,2 de ancho, otra aportación de la mano de Lucentum es que el característico gesto de los dedos del emperador, sujetando el pomo de la espada para que la hoja repose en el antebrazo, ha facilitado saber que era precisamente una espada lo que habrían llevado en un principio otras manos romanas halladas con la misma disposición, pero que se han encontrado vacías, como la estatua acorazada de Sancti Petri (Cádiz), del siglo I-II a.C.
Olcina ve “probable” que en el futuro aparezca otra pieza romana parecida, ya que “sería ilógico” que la de Lucentum fuera la única. Mientras tanto, se han hecho dos réplicas exactas, una de las cuales se puede tocar a pocos metros de la original en una de las salas del MARQ, y la otra en el yacimiento, situado en el Tossal de Manises. La pieza se encontró a un metro de profundidad del Foro y, por los restos de su estrato, se cree que había sido colocada sobre una puerta como elemento de protección y mágica. “A veces me preguntan qué cosa excepcional me gustaría hallar en mi trabajo, y yo les respondo que ya lo he encontrado”, ha relatado a Efe, satisfecha, la arqueóloga Eva tendero, que hace una década tuvo la suerte de ser la persona del equipo que se topó con la pieza cuando, en ese momento, excavaba codo con codo con Antonio Guilabert.
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