viernes, 28 de febrero de 2020

Villa romana De la Torre - Sax


La historia de este paraje se remonta a la época romana, perfectamente documentada arqueológicamente por los restos de una villa romana edificada hacia la mitad del siglo I de nuestra era y que, tras un período de apogeo durante los siglos II y III, coincidente con el Alto Imperio, llega hasta mediados del siglo IV, y que se extiende por las parcelas de la finca, donde recientemente se han encontrado los restos de un sarcófago de mármol blanco y parte de una presa de época romana en uno de los barrancos de la zona.
El nombre del paraje viene de las ruinas de una torre medieval situada sobre una colina. Se trata de una torre vigía de época almohade (siglos XII-XIII), de planta cuadrada y obra de mampostería trabada con cal. La torre estaba estratégicamente situada para servir de amparo a los transeúntes de una importante vía de comunicación, conocida como “Camino de los Valencianos”, cuyo origen se puede identificar con los restos de la Vía Augusta a su paso por Sax.
Esta torre dio nombre a la fuente que nace a los pies de la misma, llamada Fuente del Amparador, y que suministró agua potable a la villa de Sax desde la Edad Media al siglo XX.
Entre los edificios a destacar está la Ermita de San Pancracio, contruida en lo alto de otro cerro a mediados del pasado siglo. Todos los años, el uno de mayo, los sajeños acuden en romería a dicha ermita, para dar testimonio de su devoción.
Pero la auténtica joya de esta zona es la casa de la Torre, recientemente restaurada, y que mandó edificar D. Gaspar Marco y Marco en 1856. La casa señorial, de recreo, tiene dos plantas nobles y una buhardilla, de carácter suntuoso y de selecta ornamentación, y ha reservado parte de las tierras de labor para espacios ajardinados.

Ayuntamiento de Sax

Termas de Emérita Augusta


Sin duda, la capital extremeña es uno de los enclaves regionales más ricos en construcciones termales.
A las termas romanas de San Lázaro y las termas romanas y pozo de nieve de la calle Reyes Huertas, en la antigua Emérita Augusta encontramos restos de las termas públicas romanas más antiguas, situadas en la plaza construida en la confluencia de las calles Pontezuelas y Rambla Santa Eulalia.
Este complejo termal fue construido en el siglo I y se mantuvo en funcionamiento hasta finales del siglo IV. La disposición de los restos te permitirá apreciar las distintas estancias de las que constaba, así como del espacio que ocupaba una piscina y una zona de ejercicios.
Este no es más que otro de los ejemplos arquitectónicos de este tipo que atesora la ciudad de Mérida, ya que guarda hasta un total de seis termas de carácter público (además de las citadas, también hay otras en la Huerta de Otero y en las calles Constantino y Baños) y quince privadas, situadas en las calles Calvario, Cardero, Francisco de Almaraz, Morerías, Arquitas y Sagasta, en la avenida de Los Milagros, en Las Abadías, en el antiguo cuartel Hernán Cortés, en el Centro Cultural Alcazaba, en el yacimiento de Morerías, en la alcazaba árabe, en el convento de San Andrés, en el aula de cultura de Caja Badajoz y en la Casa del Mitreo. Pese al gran número de termas, sólo se puede visitar una docena.

Extremadura Turismo

martes, 25 de febrero de 2020

Historia de Varia - Complutum


La historia de Varia ha llegado hasta nosotros gracias a las labores arqueológicas realizadas en la Casa de los Grifos. El estudio pormenorizado de las pinturas recuperadas en esta domus hizo que los investigadores encontrasen un grafiti con el nombre de Varia en una de las estancias de la casa, en concreto en la denominada U.
Esta estancia fue interpretada como cubicula, un dormitorio o estancia polifuncional dedicada a albergar actividades como el aseo, acicalamiento o enseñanza de los niños.
El hallazgo de este grafiti ofreció más información a los investigadores sobre la familia que vivía en la Casa de los Grifos en el siglo II d.C. y sobre el nivel de alfabetización que existía en Complutum. La estancia donde se encontró estaba decorada con unas magníficas pinturas, con un esquema compositivo dividido en tres zonas, zócalo, zona media y zona alta. El grafiti de Varia se encontró en la zona media de la pared Este.
El hecho de pensar que Varia debió ser una niña se justificó por la altura a la que se encontró el grafiti, a poco más de un metro del suelo. Encontrar un grafiti realizado por una niña no es extraño ya que en esta época tanto los niños como las niñas recibían formación en escritura, lectura y cálculo.
Los niños eran educados en el entorno familiar por sus madres hasta los siete años, ya que, para los romanos, la familia era el medio natural donde debían crecer y formarse. A partir de los siete años pasaban a la escuela, que en épocas del imperio contaba ya con tres grados distintos: la educación primaria, frecuentada tanto por niños como por niñas, donde aprendían a leer y a escribir; la educación secundaria, mucho menos difundida, donde se aprendía la teoría gramatical, geografía y mitología, que también estaba al alcance de las mujeres;  y finalmente la enseñanza superior, donde se enseñaba el arte de la oratoria. Para el Imperio era muy importante la alfabetización de la población, ya que la escritura era su vía fundamental de propaganda.

Complutum

Villa Romana Torre de Benagalbón

Es un buen ejemplo de villae a mare, un conjunto residencial costero que alberga a su alrededor la zona industrial, ocupando todo el conjunto casi 1200 metros cuadrados, con excelentes mosaicos polícromos en muy buen estado de conservación.
Se trata de un enclave arqueológico de los siglos VIII-III a. C. Se conservan los restos de un muro, un complejo termal y una villa romana con mosaicos, así como una factoría de garum y otra de salazón. También se han hallado cerámicas fenicias y varias piezas escultóricas romanas, como una cabeza del dios Baco del siglo II. El enclave está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Diputación de Málaga

Termas romanas de Ampurias


En realidad consisten en un enorme complejo termal, con una extensión de 2.450 metros cuadrados, descubierto en pleno centro de la ciudad romana durante las campañas arqueológicas del año 2000. Fueron construidas en estrecha relación con otros edificios públicos del Foro y en el contexto de la expansión fuera de la cerca romana, lo que da idea de su importancia para la vida de los ciudadanos en su época. Las investigaciones han podido identificar algunos vestigios de una instalación termal anterior ubicada en el mismo sitio: completamente desmantelada, algunos de sus restos fueron reutilizados en la nueva edificación.
En cualquier caso, la planta del complejo termal queda bien definida, según los estudios, a finales del siglo I d.C. con la construcción de la palestra, a pesar de que es renovado y modernizado con profusión en siglos posteriores. Así, se le incorpora una Basilica Thermorum y una sudatio, además de remodelar su clásico caldarium. Como la gran mayoría de termas romanas constaba de una zona cálida, dotada de:
Una piscina de agua caliente, de la que se conservan incluso varias canalizaciones, y Áreas calentadas por el sistema de hipocausto.
Las llamadas termas romanas estuvieron en uso hasta principios del siglo III; es entonces cuando Ampurias fue abandonada y toda ella objeto de expolio como material de construcción durante siglos.

Wikipedia

viernes, 21 de febrero de 2020

Villa romana de Rótova

Un equipo de arqueólogos de la Diputación de Valencia han descubierto los restos de una villa romana de la época imperial en la periferia del casco urbano de Rótova, cuya antigüedad se remonta a la segunda mitad del siglo I después de Cristo.
Dentro de los materiales recuperados en la excavación, ha sido hallada cerámica del tipo "terra sigillata hispánica" que documenta una instalación de época imperial posiblemente iniciada en la segunda mitad del siglo I d.C., con una perduración que todavía nos es desconocida, según explicó el director de la excavación, Francisco Cisneros.
Cisneros señaló que "las labores de desmonte de terrenos realizadas para la construcción de una autovía y para la edificación de una nave industrial pusieron al descubierto las estructuras de una villa romana, en la periferia del casco urbano de Rótova".
A juicio de este arqueólogo, "el emplazamiento posee un encanto especial al estar situado en el bello paraje recorrido por el río Vernissa, afluente del Serpis".
"En las proximidades se halla el Monasterio de San Jeroni. A un centenar de metros de su emplazamiento discurría el Camino Real, antigua vía romana que enlazaba la antigua ciudad de Dianium (Dénia) con Saetabi (Xátiva) y se desplazaba hacia el oeste buscando enlazar con la vía Augusta, una de las calzadas principales del Imperio Romano que, desde Roma, bordeando el litoral mediterráneo, se adentraba en Hispania para terminar en Cádiz", explicó.
"A partir del territorio valenciano- prosiguió el arqueólogo- continuaba su trayectoria hacia el corredor de Montesa y la Font de la Figuera para adentrarse en los Llanos de Albacete".
Francisco Cisneros recordó que "las villas romanas eran fundamentalmente núcleos de explotación agraria que, además, incorporaban instalaciones de tipo industrial (pars fructuaria).
Muchas de ellas contaban con lagar para la producción de vino y almazara para la elaboración de aceite".
"Responden a un modelo productivo importado de la Península Itálica basado en el empleo de mano de obra esclava", señaló el experto.
"Las de categoría principal contaban con habitaciones dedicadas a residencia del propietario (pars urbana) e incluso con termas propias; poseían, además, alfares donde elaboraban ánforas destinadas al transporte de líquidos y producían excedentes comercializables proyectados hacia los puertos a través de las vías romanas", constató el arqueólogo.
 Las halladas en territorio valenciano pertenecen a la época imperial creándose a partir del siglo I d.C.
En la actualidad, auspiciada por el S.E.A.V. de la Diputación de Valencia, se hallan en proceso de excavación dos de los habitáculos de la Villa de Rótova, adosados al muro que delimita la fachada principal aunque disponen de sendas puertas abiertas a un patio interior.
Los departamentos excavados se delimitaban por muros cuya parte interior era de piedra y la superior se culminaba con tapia realizada con tierra apisonada.
El hueco encima de puertas y ventanas se cerraba por medio de adobes.
Las techumbres estaban constituidas por tegulae (plataformas planas) sobre las que se superponían imbrices (tejas comunes todavía utilizadas en la actualidad).
Estas estancias pudieron formar parte de la residencia del dominus o propietario.

Levante

Baños termales de Isla Plana - Cartagena

Los Los baños termales de Isla Plana, conocidos popularmente como el baño de la Marrana, se sitúan isla Plana, en el municipio español de Cartagena (Región de Murcia).
La utilización y explotación del manantial en época moderna arranca de principios del siglo XVIII, época en que se descubrieron las propiedades curativas del manantial que burbujeaba casi a la orilla de la playa.
El edificio de los baños plantea diversos problemas en cuanto a su origen y evolución histórica. La edificación original presenta planta rectangular, cubierta con bóveda de cañón, dividiéndose en tres salas, dos menores en los extremos y una mayor central. El acceso, centrado en el lateral mayor que da a tierra, se bifurca en dos escaleras laterales que desembocan en los extremos de la sala central. Las estrechas ventanas, acabadas en arco de medio punto, se abren en su totalidad al lateral que da al mar y dotaban de iluminación natural el interior de los baños, aunque en la actualidad se encuentran cegadas.
La piscina, utilizada como baño comunal, es anterior al edificio y fue reutilizada posteriormente. En tanto que la piscina principal se construye con grandes bloques escuadrados de tabaire amarillo, la edificación principal es de mampostería irregular de tamaño medio cogida con argamasa, excepto en la base y ángulos donde se utilizan grandes sillares, y los tabiques que delimitan los baños individuales de hormigón y ladrillo.
La estación termal, tal como se conserva hoy día, presenta un baño comunal, una sala para la caldera, pequeñas estancias con bañeras individuales y una serie de galerías que comunicaban con los manantiales, desde donde era elevada el agua con una noria.
En el entorno inmediato del edificio, se localiza el yacimiento arqueológico de Los Tinteros. Se extiende por una superficie aproximada de 15.000 metros cuadrados, junto a los baños termales y la iglesia de isla Plana. Entre los restos inmuebles visibles de esa superficie, destaca la presencia de terra sigillata hispánica.
Se observan, igualmente, gran número de estructuras correspondientes a paramentos, canalizaciones, posibles piscinas o piletas y hornos probablemente para fundición de mineral de hierro.
Según el material cerámico, podemos definir que nos encontramos ante un enclave con una larga utilización con fines industriales, vinculados con pesquerías, con la metalúrgica del hierro en conexión con los yacimientos de mineral próximos y con las propiedades de los yacimientos de aguas termales, que tendrían su auge máximo entre el siglo I a. C. y el siglo II.

Wikipedia