El mármol fue uno de los materiales ornamentales preferidos por los romanos para el embellecimiento de sus edificios. Gozaba ya de una gran tradición en la arquitectura y esculturas griegas ya desde el período arcaico: Plinio lo documenta en la fecha de las primeras olimpiadas, hacia el año 775 a.C. Las primeras construcciones en Roma en mármol griego es un aedes Iouis Statoris en el circo Flaminio y el templo circular del foro Boario en mármol pentélico. Ya durante el siglo I a.C. su uso se extendió al ámbito privado, utilizándose ya mármoles de colores de Numidia, Eubea, Sciros ...etc. La extensión de su uso por las provincias ocasionó su explotación a gran escala en todo el Imperio, gestionada por el propio Estado. Desde Augusto las principales canteras estaban en manos de los emperadores y podían abastecer las necesidades imperiales; de hecho todas las construcciones patrocinadas por emperadores o sus familiares tuvieron en el mármol uno de los principales elementos constructivos y decorativos.
Canteras romanas en Cartagena
En el caso de Carthago Nova se recurrió casi siempre a las canteras locales, como las de Cabezo Beaza, lo que reducía costes y agilizaba los trabajos de construcción de los edificios; sin embargo, para la realización de determinados elementos decorativos (capiteles, columnas, basas) o escultóricos (como el conjunto de esculturas, altares e inscripciones halladas en las excavaciones del teatro romano de Cartagena) se recurría a mármoles extranjeros, en este caso procedentes de Luni (Italia). No quiere decir esto que el material fuera exportado en bruto desde Italia y trabajado en Cartagena, sino que en la mayoría de las ocasiones, estas piezas venían ya completamente trabajadas y los artesanos locales se limitaban a darle los últimos retoques.
En el caso de Carthago Nova se recurrió casi siempre a las canteras locales, como las de Cabezo Beaza, lo que reducía costes y agilizaba los trabajos de construcción de los edificios; sin embargo, para la realización de determinados elementos decorativos (capiteles, columnas, basas) o escultóricos (como el conjunto de esculturas, altares e inscripciones halladas en las excavaciones del teatro romano de Cartagena) se recurría a mármoles extranjeros, en este caso procedentes de Luni (Italia). No quiere decir esto que el material fuera exportado en bruto desde Italia y trabajado en Cartagena, sino que en la mayoría de las ocasiones, estas piezas venían ya completamente trabajadas y los artesanos locales se limitaban a darle los últimos retoques.
(Publicado por Alfonso González)
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