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lunes, 25 de septiembre de 2017

Castellum Vega

Cerraba el paso al Duero por el norte igual que el de Molino lo hacía por el sur. 
Se encontraba entre los ríos Tera y Duero. Su tamaño era parecido al de Molino, y daría cabida a unos 400 hombres.

(José María Blázquez)

Murallas de Bilbilis

Edificadas en el cambio de Era se erigieron por el prestigio que ello suponía para toda ciudad. Describen una línea  reforzada por torres cuadrangulares.
Fortificación construida más para delimitar que para proteger en tiempos de paz, pero que a todas luces muestran la capacidad creadora de una comunidad viva y rica como la bilbilitana. Su construcción se adapta al terreno, con tres puertas de las que dos eran para carruajes y una peatonal. Bilbilis no necesitaba sus murallas pero la tradición y el prestigio imponían lo contrario. Sus excelentes comunicaciones y el hecho de la acuñación de moneda municipal hasta el reinado de Calígula así como la intensa actividad comercial la convierten en un claro exponente de la política urbanística propugnada por Augusto.

(Tarraconensis)

sábado, 2 de mayo de 2015

Muralla de Caesaraugusta - Zaragoza

Historia
Construida entre el siglo I y el siglo III de nuestra Era, bajo el mandato de Tiberio, la muralla romana de Zaragoza llegó a tener una longitud de unos 3.000 metros y unos 120 torreones defensivos. Se han conservado dos tramos: el más largo, de unos 80 metros de longitud, en el extremo noroeste de lo que era la ciudad romana de Caesaraugusta, al lado del Torreón de La Zuda, y otro en el lado nordeste, que actualmente forma parte del Convento del Santo Sepulcro.

Su trazado, estudiado por Francisco Íñiguez Almech, debió de ser regular, con una altura de unos diez metros y cuatro de anchura. A intervalos de entre catorce y dieciséis metros se situaban torreones ultrasemicirculares.
Recientes investigaciones indican que la muralla conservada fue construida en la segunda mitad del siglo III d. C. y ejecutada con una técnica constructiva uniforme: un cuerpo interior de hormigón romano revestido con sillares al exterior de 7 m de espesor excepto el tramo oriental, que estaría construido en aparejo de sillares y contaría con 6 m de grosor.

Restos y conservación
De la primera fase constructiva, del siglo I, en época inmediatamente posterior a la fundación de la ciudad, se conservan los restos de opus caementicium adosados a la cara posterior y en la cimentación de los muros de sillería.
Más tarde, en el siglo III, se construyen tres metros más de grosor en obra de sillería de alabastro levemente almohadillada, con un aparejo muy regular asentado sobre capas de mortero y cal, que ofrecen los dos cubos y el tramo conservado en la actualidad.
La Muralla se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

sábado, 11 de abril de 2015

Calzada romana de Tierga

También denominada "portichuelo" entre los tierganos. Notable por su estructura, piedra inteligentemente colocada en el camino y los pueblos que comunicaba, posiblemente con un valor no apreciado suficientemente.
Los textos que se desarrollan a continuación han sido reproducidos de los paneles de información histórica ubicados por la Comarca en la puerta de la iglesia.
"La calzada situada al norte del Isuela unía distintas localidades indígenas y en época romana se configuró como la ruta Caesaraugusta-Turiaso (Zaragoza-Tarazona), que se dirigía a Astúrica (Astorga) pasando por Augustobriga (Muro de Ágreda).
En la red viaria principal se articulaban los caminos secundarios que unían las dos principales ciudades: Bilbilis y Turiaso, bordeando el Moncayo. La vía pudo ir de Turiaso, Bursau (Borja), Tabuenca, Tergakom, Illueca, Sestrica, Viver de la Sierra, Aniñón y Bilbilis (Calatayud).
En la propia calzada podemos apreciar las piedras típicas colocadas por lo romanos, como en tantos otros caminos: la calzada romana de Tierga fue vía de comunicación para transporte.
Se conservan tramos empedrados e incluso todavía son visibles rodadas de carros que denota el desplazamiento de mercancías. Esta vía fue utilizada posteriormente durante la Edad Media como camino local y vía pecuaria de tránsito, comercial y enlace entre los diferentes núcleos: Tierga, Oseja, Gotor, Illueca y Trasobares.
Esta población, conocida en la Antigüedad como Tergacom, tuvo una ocupación continuada e intensiva del espacio y mantuvo su importancia tras el Imperio romano y en época musulmana. Fue un importante enclave en el valle del Isuela, tal y como confirma el entramado de sus calles.

miércoles, 8 de abril de 2015

Puente romano de Salamanca

El Puente Romano forma parte de la Vía de la Plata, una de las tres calzadas romanas que enlazaban Emérita Augusta (Mérida) con Cesar Augusta (Zaragoza) y con Astorga por la Vía de la Plata, actualmente la imagen de este Puente Romano es un exponente universal de la ciudad de Salamanca.Ya en la Helmantica, los romanos advirtieron la importancia de esta ciudad por su estratégica ubicación junto a las tres colinas y a la vera del río Tormes de vital importancia para abastecerse de sus aguas al tiempo que era un obstáculo a franquear por los enemigos.
Este río de Salamanca era caudaloso y para acceder desde el arrabal al centro de la ciudad por la calle de la Veracruz era imprescindible pasar sus aguas, probablemente Trajano ordeno la construcción del puente para dar paso a sus ejércitos y para evitar el paso de no deseados personajes montaban en el permanentes guardias.
El puente es de piedra y tiene 26 arcos aunque de la primitiva construcción romana solo quedan 15 de ellos en la margen derecha. Son arcos de medio punto típicos de la época con grandes dovelas almohadilladas que datan del año 89. El resto del puente fue reconstruido durante el reinado de Felipe IV (1677).De 176 metros de largo y 3,70 metros de ancho constituye por si solo una referencia de Salamanca y un lugar agradable de pasear y sentir la naturaleza.
Es típica costumbre de los novios de hacerse fotos en este lugar ya que desde el Puente Romano se contempla una preciosa vista de Salamanca .
Junto al Puente Romano el verraco de piedra, decapitado, en este lugar es donde se cree que estrelló la cabeza de Lázaro el famoso ciego (léase el Lazarillo del Tormes).
El puente romano forma parte del escudo de la ciudad desde el siglo XIII

Muralla de Coria

La ciudad de Coria es uno de los enclaves más atractivos y prósperos de la provincia de Cáceres, se ubica en el centro del cuadrante Noroeste de la provincia. Ocupada desde tiempos protohistóricos por los vettones, será en época romana cuando sea citada en las fuentes documentales por el historiador Ptolomeo, denominándola Caurium.
 Es en este momento cuando se constituye como núcleo poblacional y se levantan sus potentes murallas, signo inequívoco del desarrollo e importancia de la ciudad.La muralla de Coria es un magnifico ejemplar de arquitectura militar romana y, como tal, su calidad constructiva la hizo infranqueable durante siglos de historia. Se encuentra bastante bien conservada, aunque ha registrado diversas reformas desde su edificación inicial. Algunos de los lienzos en la actualidad no son visibles ya que construcciones posteriores se han ido adosando a la cerca. 
La muralla debió ser reedificada y reforzada durante el Bajo Imperio romano (siglos III y IV d. C.), en ella puede apreciarse el reaprovechamiento de materiales más antiguos tales como estelas funerarias, utilizadas a modo de sillares.
El perímetro de la muralla de la ciudad cauriense, de forma casi circular con tendencia al hexágono irregular, se constituyó según los preceptos de los conquistadores latinos, perfectamente adaptado a los desniveles topográficos del entorno. El muro tiene una anchura que sobrepasa en ocasiones los cuatro metros, su altura oscila entre los 10 y los 14.La cerca estuvo jalonada por torreones de flanqueo separados a distancias variables de entre 20 y 30 metros unos de otros. De las varias puertas que tuvo la ciudad sólo se conservan dos con escasas modificaciones: la de San Pedro y la de la Guía, puertas defendidas por torres que sobresalen 3 metros del arco de entrada y tienen cada una 6 metros de anchura.
A juzgar por la disposición de las fábricas de la muralla, la cronología tardoantigua de la construcción, reiterada por buena parte de los investigadores que se han acercado a su estudio, debe ponerse en tela de juicio. Es más que posible que tanto el trazado como algunos lienzos sean de factura tardorromana, si bien muy modificados e incluso rehechos después de la conquista musulmana. Así, existen paramentos como el que se alza en la calle Hornos, con una tipología arquitectónica propia de época emiral-califal, más propias del mundo andalusí que de la Tardo-antigűedad.
Los numerosos y duros asedios a los que fue sometida la ciudad provocarían la necesidad de mantenimiento de la muralla en perfectas condiciones de uso, las obras se sucedieron en el tiempo hasta configurar el monumento que hoy puede contemplarse, protegido legalmente con la categoría de Bien de Interés Cultural.


Extremadura romana

Calzada romana Somaconcha-Bárcena de Pie de Concha

Esta calzada fue construida muy posiblemente durante las guerras cántabras para facilitar los desplazamientos de las legiones romanas, si bien después fue utilizada durante muchos siglos. El tramo Somaconcha-Bárcena de Pie de Concha, es el mejor conservado.
La cuenca del Besaya fue, históricamente, la principal vía de comunicación entre la costa de Cantabria y la meseta. Por ella discurría una calzada romana que, desde Pisoraca (actual Herrera de Pisuerga, en Palencia) se internaba en Cantabria, pasaba por la ciudad de Julióbriga (Retortillo, cerca de Reinosa) y bajaba hasta la costa de Portus Blendium (Suances)
Tras la pacificación del territorio, la ruta pasó a tener una importante función comercial y estratégica dentro de la organización romana. Respondía a planes estratégicos, era pública y costeada por el erario común y estaba bajo la tutela del magistrado de la provincia.
El trazado de la vía elude el angosto desfiladero de las Hoces, dificultoso y propicio a emboscadas. Discurre por un área montañosa, cubierta por formaciones boscosas autóctonas (robledales, castaños, hayedos).
Este tramo parte de Pesquera , asciende a Somaconcha, para descender por Mediaconcha hasta Bárcena de Pié de Concha.
Sus cinco Km de empedrado salvan los casi 400 metros de desnivel que hay ente Somaconcha y Pie de Concha. El firme está conformado por grandes losas que delimitan las partes externas entre las cuales se colocan lajas de menor tamaño.
Observamos los restos del empedrado, las marcas de las rodadas de los carros y las canalizaciones transversales para evacuar las aguas.
Fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en abril 2.002.

(Ayuntamiento de Pesquera)

 

viernes, 3 de abril de 2015

Muralla romana de Carmona

La ciudad de Carmona está catalogada como una de las más antiguas de Occidente pues no en vano los vestigios más primitivos descubiertos en su emplazamiento se remontan al tercer milenio antes de Cristo. Pronto se convirtió en una población fortificada, abarcando sus murallas una extensión de unas cuarenta y cinco hectáreas, con un perímetro total de más de tres kilómetros y medio. Con los cartagineses se convirtió en una importante plaza fuerte en los años inmediatamente anteriores a la conquista romana del sur de la Península. Livio cita a un tal "Luxinius" como rey de "Carmo" (Carmona), quien, junto a "Culchas", también rey turdetano como él, inicia en el año 197 a.C. una importante sublevación en la "Hispania Ulterior" contra los romanos.
Desde esta primera cita hasta la época imperial "Carmo" no hace sino crecer y engrandecerse hasta constituir una de las ciudades más importantes de la región. Su privilegiada situación, encaramada en una meseta casi inexpugnable, la convierte en un baluarte desde el que controlar la zona del bajo valle del Guadalquivir. Las huellas de su pasado romano aparecen por todas partes de la ciudad, constituyendo sus manifestaciones más importantes la necrópolis, el anfiteatro y la llamada Puerta de Sevilla. La Puerta de Sevilla es un conglomerado de estilos y materiales diferentes donde se pueden apreciar los rasgos de los distintos pueblos que se han asentado en la población a lo largo de la historia: fenicios, cartagineses, romanos, árabes y cristianos. La primera muestra de fortificación existente en este punto debió de ser una torre de base circular de diez metros de diámetro que formaría parte de un recinto defensivo perteneciente al siglo VIII a.C. Pero la imagen que hoy presenta este monumento comienza a gestarse en la época romana, entre los siglos III y I a.C. Antes, los cartagineses, para hacer frente a los romanos, habían construido un baluarte sobre la primitiva torre circular. El conjunto va adquiriendo trazas de fortaleza con sucesivos refuerzos que convierten a la ciudad en la más segura de la Bética.
También los árabes aplicaron una serie de reformas y añadidos que realzan el enclave dándole un aire de alcazaba. Después de la Reconquista, en la Edad Moderna, pierde su carácter militar y se le empiezan a adosar edificaciones. Hay que esperar a la década de los sesenta del siglo XX para que se eliminen en su totalidad las construcciones anexas que tanto afeaban su imagen. El proceso culmina con las restauraciones efectuadas entre los años 1973 y 1975, habilitando alguna de sus dependencias, como en tantos casos con este tipo de edificios, para actividades culturales.
El estado actual de la Puerta de Sevilla constituye un conjunto de edificaciones entre las que destacan la llamada torre del Oro, el salón de los Presos, la torre del Homenaje, los restos del templo romano y las dos puertas, dispuestas una a continuación de la otra y separadas por un patio de planta trapezoidal en cuyo muro de la derecha sobresalen los almohadillados sillares romanos.
Hay que hacer constar que el autor Thouvenot data esta puerta en tiempos de Marco Aurelio (siglo II d.C), al igual que la llamada de Córdoba, si bien ésta última se halla aún más transformada.

martes, 24 de marzo de 2015

Muralla romana de León

La muralla de León es la fortificación romana de la ciudad española de León que delimita el casco antiguo. de la ciudad.
Primera fortificación
La primera fortificación militar data de la época augusta, en torno al siglo I a. C. En ese momento la ciudad no era tal, sino un campamento militar romano. La construcción consistía en dos muros paralelos de madera rematados por un parapeto y que estaban unidos por un entarimado. Los guardias se movían sobre él para realizar los correspondientes turnos de vigilancia. En el interior del muro había tierra procedente del foso excavado en el exterior. Tenía una altura de 5 metros y una anchura de 3 metros, mientras que el ya citado foso estaba a un metro de distancia.
Dinastía Julio-Claudia
En los 200 años siguientes, hasta el siglo I, la Dinastía Julio-Claudia construyó una nueva muralla unos 20 metros por delante de la original (que se derribó y cuyo terreno se utilizó para albergar barracones). La nueva estructura defensiva estaba hecha en madera, revestida en ambos lados por una pendiente de tepes, bloques de tierra arcillosa colocados de manera regular y con varias almenas de defensa. Antes de ellas había dos zanjas a modo de foso, y en total tenía en torno a 6 metros de altura y 4 de ancho.
Época Claudio-imperial
En los siglos I y II se sustituye la pared exterior de tepes por un muro de piedra -material extraído de la cadena montañosa cercana a la ciudad-. La piedra estaba colocada en opus caementicium -mezcla de fragmentos de piedra y argamasa (mortero de cal), que se colocaba en el interior y equivale al hormigón actual- y en opus vitattum -filas de piedras de unos 30 centímetros-. Se erigieron cuatro accesos dobles que hoy están desaparecidos y se eliminaron los fosos. La altura era de 6.5 metros, y el ancho de tan solo 2 metros.
Época Bajoimperial
En un periodo indeterminado entre finales del siglo III o quizá comienzos del IV se alzó una nueva muralla, esta vez con cubos o torres de planta semicircular situados a cortos intervalos. Se levantó con cuarcita y sillería y su interior se rellenó con opus caementicium. Tiene unos 5 metros de grosor y una altura de 10 metros. Esta es la muralla que se puede recorrer actualmente en la ciudad. Se realizaron diversas reparaciones a lo largo de la Edad Media y Moderna a lo largo de todo el trazado, de diferente alcance, aunque en la época moderna sufrió bastante abandono, lo que motivó que a comienzos del siglo XIX la ciudad estuviera desprotegida. Las últimas obras de fortificación importantes se debe al periodo de la primera guerra carlista, concretamente al periodo de 1836 al 1840.
Estado actual
El 27 de julio de 2008, parte de la muralla de León y un tapial anexo se desprendieron. El derrumbe se produjo en la calle Ruiz de Salazar, en la zona que se corresponde con el tramo final de la muralla en dicha calle, a la altura de la esquina con la calle Pilotos Regueral. El desmoronamiento llenó de cascotes no sólo la zona aledaña a la muralla, sino toda la calle, habitualmente peatonal aunque con circulación limitada a residentes y vehículos autorizados. A día de hoy la muralla se encuentra en estado de ruina consolidada, siendo restaurada periódicamente. El Ayuntamiento de León es su propietario, y la construcción está destinada a ser un elemento más dentro de la oferta turística de la ciudad. El 27 de abril de 2005 el alcalde de la ciudad solicitó al Ministerio de Cultura la cifra de 150.000 euros para nuevas tareas de restauración, las cuales se han iniciado y continúan en 2009.
Protección
La muralla de León fue declarada Monumento Histórico Artístico el 3 de junio de 1931. Está a su vez protegida por la declaración genérica del decreto del 22 de abril de 1949 y por la ley 16/1985 sobre el patrimonio histórico español.

jueves, 12 de marzo de 2015

Calzada romana de la Fuenfría

Calzada romana de la Fuenfría
La calzada romana de la Fuenfría es parte de la Vía XXIV de las rutas del imperio romano en la península tal y como se recogen en la recopilación del Itinerario de Antonino.
Las dos vías romanas que se cruzan en la provincia de Madrid son la vía XXV, que va desde Zaragoza (Caesaraugusta) a Mérida (Emerita Augusta), con dirección NE-SOE, y la vía XXIV, que proviene de Astorga (Artúrica Augusta) y Simancas (Septimanca), cruza el Puerto de la Fuenfría y recorre la provincia con dirección NO-SE hacia la zona de Aranjuez (Titulcia). El cruce de ambas vías XXIV y XXV, se produce en Titulcia, si bien los investigadores no se ponen de acuerdo aún sobre la localización exacta, y tampoco si se trata de la Titulcia actual.
La vía XXIV une Segovia a Toledo, y pasa por el Puerto de la Fuenfría, pues es el paso por excelencia de cualquier vía por la sierra de Guadarrama. El debate en cuanto a la localización de la mansió Miaccum parece decantarse por Collado Mediano. En cualquier caso, se acepta con práctica unanimidad, que la hasta ahora denominada calzada romana, que conecta las Dehesas con el Puerto de la Fuenfría, es de época Borbónica, mandada construir por Felipe V para acceder al palacio de la Granja.
Pero no es hasta el año 2006 cuando se ha comprobado el verdadero trazado de la calzada romana, basado igualmente en los estudios de campo y en las catas arqueológicas realizadas que han confirmado la tesis del equipo investigador universitario dirigido por Carmen Fernández Ochoa, en los que perviven las constantes de los trazados y tipologías constructivas de las vías romanas de montaña.
Existe una propuesta alternativa defendida por Jesús Rodríguez Morales que atribuye el camino Viejo de Segovia como calzada Romana, si bien existe consenso en cuanto al carácter romano de los dos primeros tramos desde el puerto de la Fuenfría hasta el encuentro con el camino Viejo de Segovia.

sábado, 28 de febrero de 2015

Muralla romana de Lugo

La muralla romana que rodea Lugo es la única que se conserva completa en el mundo. Por eso y por su belleza se la considera Patrimonio de la Humanidad
Dice la leyenda que la muralla no fue edificada para proteger una ciudad, sinó un bosque, el "Bosque Sacro de Augusto" o "Lucus Augusti"
Hoy del bosque no queda nada pero la muralla sigue en pie. Lleva 17 siglos desafiando al tiempo. fue construida según las elegantes normas que rigen las obras de Vitruvio.
Mide más de 2 kilómetros, cuenta con 1o puertas y en algunos tramos alcanza los 7 metros de anchura.
Pasear por lo alto y detenerse en alguna de sus 85 torres nos hace sentir el poder de la Roma Imperial y permite contemplar maravillosas panorámicas.

Las murallas romanas

La defensa de las ciudades ha sido uno de los principales asuntos con que las distintas culturas se enfrentaban para asegurar el porvenir, no solo de sus habitantes y pertenencias, sino también de su cultura y forma de vida. Los romanos fueron los que perfeccionaron los distintos métodos de defensa mediante murallas.
En España tenemos múltiples ejemplos, casi todos de los primeros años de dominación -Siglo I y Siglo II a.C.- y muchos de ellos restaurados o remodelados, que atestiguan la importancia que estas edificaciones tenían en el mundo romano.
Con la "Pax Augusta", como es lógico, se redujeron las edificaciones de murallas, volviendo a reactivarse en el Siglo III por la presión de los pueblos bárbaros.
Por lo general, consistían en dos paramentos paralelos de sillería -opus quadratum- de tamaño variable, y entre ellos un relleno de mortero, piedras e incluso de hormigón romano. Estas paredes exteriores, a veces tenían los sillares almohadillados, y estaban separadas por 4 m. como mínimo, llegando a los 10 m. en ocasiones excepcionales. 


(HISTORIA DE LA ARQUITECTURA EN ESPAÑA)

miércoles, 25 de febrero de 2015

Muralla romana de Tarraco

La Muralla de Tarragona es una cerca militar de origen romano que rodea el casco antiguo de la ciudad de Tarragona, en la provincia homónima, de la comunidad autónoma de Cataluña, en España. Se trata de uno de los lugares del sitio Patrimonio de la Humanidad denominado «Conjunto arqueológico de Tarraco», en concreto el que lleva el código 875-001.
Es la construcción más antigua de la Tarraco romana. En un primer momento se trataba de una simple empalizada de madera que tenía como misión proteger la guarnición militar.
La muralla romana se construyó a principios del siglo II a.C., aunque los especialistas aún no se han puesto de acuerdo de si fue durante la 2ª guerra púnica o posteriormente. Se sabe que sufrió una ampliación a lo largo del siglo II aC, seguramente durante la formación de la ciudad romana de Tarraco. De esta época se conservan tres torres originales:
La Torre de l'Arquebisbe
La Torre del Cabiscol
La Torre de Minerva
En el 217 y el 197 aC fue ampliada y fortalecida con un frontal de piedra de 6 metros y unos 4,5 metros de grosor, con torres en los puntos débiles. Tenía una longitud hacia el siglo III a. C. de unos 4 km. Sin embargo, en la actualidad sólo se conserva alrededor de 1 km y una puerta adovelada original.
Después de la invasión islámica, Tarraco sufrió un despoblamiento paulatino y no fue hasta la ocupación de Ramón Berenguer IV, en el siglo XII que la muralla fuese reutilizada y reparada. De la época moderna y contemporánea se conocen diversas modificaciones y reparaciones, siendo modificada durante la ocupación napoleónica.
Desde de finales del siglo XIX es de propiedad pública y Patrimonio de la Humanidad, y es uno de los símbolos característicos de la ciudad de Tarragona.

jueves, 19 de febrero de 2015

Muralla romana de Astorga

Datos Históricos
Astorga tuvo tres murallas de origen romano para protegerse:
La primera tenía un doble foso defensivo con dos trincheras en forma de "V".
En el siglo I, se construyó sobre la anterior la segunda muralla con dos torres circulares.
A finales del siglo III, y para acoger las sucesivas expansiones, se levantó la última muralla, que consta de 27 cubos semicirculares y cinco metros de espesor. Fue reaprovechada en la época medieval, reconstruyéndose en el siglo XIII, la que hoy podemos contemplar en el paseo Blanco de Cela.
Detrás del ábside de la catedral, encontramos restos del acceso al recinto, la llamada Puerta Romana.