jueves, 16 de julio de 2015

Calagurris - Calahorra

Según se deduce del relato Tito Livio, durante las guerras Sertorianas, entre el 75 a. C. y el 74 a. C. Sertorio construyó un puente en esta ciudad que era su aliada en su lucha contra Pompeyo y Metelo Pío, quienes finalmente la sitiaron en el año 72 a. C., forzando la resistencia de los habitantes que, según la crónica de Salustio, recurrieron al canibalismo.
La reconstrucción de la ciudad se llevó a cabo en el antiguo núcleo original y al este del mismo. El período romano fue muy floreciente y favorecedor para la ciudad. La Calagurris inicial obtuvo el título de Násica (Nassica) en el año 171 antes de Cristo. Le fue otorgado por Publio Cornelio Escipión Nasica. Julio César le añadió el de Iulia poco tiempo después de su conquista, a mediados del siglo I antes de Cristo. La fidelidad calagurritana a Roma y la fama de sus guerreros era tal que Augusto formó una guardia personal con soldados procedentes de Calagurris, además de licenciar a un destacamento, y la obtención de otros privilegios como el título de municipium civium Romanorum, el cual otorgaba a sus habitantes la plena ciudadanía romana.
La extensión de la ciudad trascendió las murallas de la misma, ubicada sobre el cerro que domina la vega, y obligó a la construcción de algunos edificios públicos, como el circo, fuera de las mismas. El circo se ubicaba en lo que hoy es el paseo del Mercadal. Calagurris, como cualquier ciudad romana relevante, tenía todos los servicios necesarios, templos, foros, termas, teatros, anfiteatro... Fue también sede de la administración de justicia.
Su importancia estratégica le posibilitó el ser ceca cuarenta años después de su conquista. Se tiene constancia que se acuñó moneda al menos en tres períodos históricos, en las guerras sertorianas, en el reinado de Augusto y Tiberio y en época visigótica bajo el reinado de Suintila.
La primera noticia del establecimiento del cristianismo en el municipio de Calahorra se tiene en referencia al martirio y ajusticiamiento de los que ahora son sus patrones, San Emeterio y San Celedonio, que fueron legionarios romanos que abrazaron la fe de Cristo, y como consecuencia de ello fueron decapitados. La leyenda cuenta que sus cabezas fueron arrojadas al río Ebro y que estas, en vez de ser arrastradas por la corriente, ascendieron río arriba. El martirio de estos soldados de las legiones romanas sucedió a finales del siglo III; pudo ser en la persecución de Diocleciano o en la de Valeriano cuando fueron encarcelados y puestos ante la alternativa de renunciar a su fe o abandonar la profesión militar. Se cree que sucedió en el lugar donde ahora se levanta la Catedral de Santa María.

Calzadas donde se encuentra
Calzada
Enlace
A-1 = De Italia in Hispania
http://cheno-roma.blogspot.com.es/2015/07/a-1-de-italia-in-hispania.html
Vía Calagurris - Numantia
http://cheno-roma.blogspot.com.es/2015/08/via-calagurris-numantia.html

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