Existe controversia en cuanto a la identificación de las ruinas de la ciudad hallada en el Cerro del Cogolludo, sobre la orilla derecha del río Guadiana. Mientras que algunos autores sitúan aquí la Lacimurga Constantia Iulia descrita en la Bética por Plinio el Viejo, la mayoría de los estudios establecen en este yacimiento la Lacimurga o Lacinimurga de Ptolomeo, incluida dentro de la provincia lusitana.
El oppidum prerromano, del que se han rescatado joyas orientalizantes datadas en los siglos VI-V a.C., daría paso a una ciudad romana convertida en municipio en época de Augusto, o según otros investigadores bajo la dinastía flavia. De esta manera se reaprovechaba un asentamiento desde el que se dominaba uno de los vados del Guadiana y zona de paso entre la Bética y la Lusitania, erigiéndose Lacimurga como la ciudad desde la cual controlar una extensa zona rural de desconocidos límites, cuyas villas y explotaciones se pudieron servir de las vegas del Guadiana y Zújar.
Apareciendo restos arqueológicos desde mediados del siglo XIX, sería durante los años 90 cuando se ejecutaran las primeras labores de excavación, resultando de las mismas cuatro sectores diferenciados en la zona más meridional del cerro. El sector sur, dominando el desfiladero, correspondería con los vestigios romanos más antiguos, datados entre los siglos II-I a.C. y consistentes en un edificio de carácter monumental, posiblemente público, para cuya construcción se aprovechó una plataforma natural del terreno rodeándose de un fuerte amurallamiento. En el sector oriental, se conservan ruinas de viviendas y edificios de almacenaje, mientras que en el sector occidental se enclavan los restos más destacados del lugar, fechados entre los siglos I a.C. y I d. C., identificados con una vivienda con baños o bien un edificio de termas públicas, elevado sobre mampostería, sillares graníticos y ladrillo, y donde destacan el pequeño caldarium, con labra u honda bañera, el tepidarium rodeado de banco corrido, y el frigidarium o gran piscina para el agua fría lucida con opus signinum.
El sector noroccidental estaría presidido por un gran depósito de agua, bajo el cual se conservan grandes sillares que indicarían la posible presencia de un edificio público, mientras que en las inmediaciones del propio risco multitud de bancales y muros de aterrazamiento de mampostería, aún por excavar, podrían señalar la presencia de viviendas y sistemas de defensa prerromanos en la parte más elevada del yacimiento.
El oppidum prerromano, del que se han rescatado joyas orientalizantes datadas en los siglos VI-V a.C., daría paso a una ciudad romana convertida en municipio en época de Augusto, o según otros investigadores bajo la dinastía flavia. De esta manera se reaprovechaba un asentamiento desde el que se dominaba uno de los vados del Guadiana y zona de paso entre la Bética y la Lusitania, erigiéndose Lacimurga como la ciudad desde la cual controlar una extensa zona rural de desconocidos límites, cuyas villas y explotaciones se pudieron servir de las vegas del Guadiana y Zújar.
Apareciendo restos arqueológicos desde mediados del siglo XIX, sería durante los años 90 cuando se ejecutaran las primeras labores de excavación, resultando de las mismas cuatro sectores diferenciados en la zona más meridional del cerro. El sector sur, dominando el desfiladero, correspondería con los vestigios romanos más antiguos, datados entre los siglos II-I a.C. y consistentes en un edificio de carácter monumental, posiblemente público, para cuya construcción se aprovechó una plataforma natural del terreno rodeándose de un fuerte amurallamiento. En el sector oriental, se conservan ruinas de viviendas y edificios de almacenaje, mientras que en el sector occidental se enclavan los restos más destacados del lugar, fechados entre los siglos I a.C. y I d. C., identificados con una vivienda con baños o bien un edificio de termas públicas, elevado sobre mampostería, sillares graníticos y ladrillo, y donde destacan el pequeño caldarium, con labra u honda bañera, el tepidarium rodeado de banco corrido, y el frigidarium o gran piscina para el agua fría lucida con opus signinum.
El sector noroccidental estaría presidido por un gran depósito de agua, bajo el cual se conservan grandes sillares que indicarían la posible presencia de un edificio público, mientras que en las inmediaciones del propio risco multitud de bancales y muros de aterrazamiento de mampostería, aún por excavar, podrían señalar la presencia de viviendas y sistemas de defensa prerromanos en la parte más elevada del yacimiento.
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