Monumento civil, de origen supuestamente romano, siglo II, que consiste en una gran roca de granito de 7 m. de altura y 9 de circunferencia.
Es en Piedra Escrita donde algunos documentos situan los orígenes de Cenicientos.
Tiene tallada en su cara occidental una escena interpretada por tres figuras togadas, discerniéndose a sus pies la silueta borrosa de un toro y otro animal, probablemente un oso.
Tiene una inscripción casi ilegible ya que el monumento se encuentra en una finca privada y el dueño de la misma harto de tantas visitas raspó la inscripción.
En estas circunstancias resulta difícil descifrar el sentido original del monumento, que es interpretado por algunos como un altar levantado por "Sisquinio" en honor a Diana diosa de la fertilidad y la caza por la curación de su mujer enferma; o incluso como la pared trasera de un templo funerario, mientras que otros lo consideran cono un hito divisorio entre dos partidos judiciales romanos, identificando las figuras del altar con un sacerdote y una divinidad relacionadas con el culto al emperador y el reparto de la justicia.
Al parecer, según información de los lugareños, en tiempos pasados esta roca tuvo alrededor un circulo de piedras que hoy están desperdigadas por el entorno, pudiendo encontrarse en sus cercanías de 12 a 20 tumbas antropomórficas excavadas en la roca de difícil datación por lo que se cree de la posible existencia de un poblado prerromano o quizá celta que sería anterior a la escultura.
Es en Piedra Escrita donde algunos documentos situan los orígenes de Cenicientos.
Tiene tallada en su cara occidental una escena interpretada por tres figuras togadas, discerniéndose a sus pies la silueta borrosa de un toro y otro animal, probablemente un oso.
Tiene una inscripción casi ilegible ya que el monumento se encuentra en una finca privada y el dueño de la misma harto de tantas visitas raspó la inscripción.
En estas circunstancias resulta difícil descifrar el sentido original del monumento, que es interpretado por algunos como un altar levantado por "Sisquinio" en honor a Diana diosa de la fertilidad y la caza por la curación de su mujer enferma; o incluso como la pared trasera de un templo funerario, mientras que otros lo consideran cono un hito divisorio entre dos partidos judiciales romanos, identificando las figuras del altar con un sacerdote y una divinidad relacionadas con el culto al emperador y el reparto de la justicia.
Al parecer, según información de los lugareños, en tiempos pasados esta roca tuvo alrededor un circulo de piedras que hoy están desperdigadas por el entorno, pudiendo encontrarse en sus cercanías de 12 a 20 tumbas antropomórficas excavadas en la roca de difícil datación por lo que se cree de la posible existencia de un poblado prerromano o quizá celta que sería anterior a la escultura.
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