jueves, 5 de octubre de 2023

EL BAETIS COMO VÍA DE COMUNICACIÓN;

Al estudiar la red viaria que surcaba el Alto Guadalquivir, no podemos olvidarnos de la principal arteria comercial de la zona que era el Baetis. 

Estrabón, en el libro III de su Geographika, nos informa que el Baetis era navegable hasta Castulo y describe el sistema de transporte fluvial existente en el Guadalquivir: hasta Hispalis (Sevilla) podrían llegar las grandes naves mercantes de alta mar, desde Hispalis a hipa (Alcalá del Río, Sevilla) sólo podrían hacerlo las pequeñas, y desde esta población a Corduba se utilizarían barcas fluviales. Igualmente, nos informa que tras alcanzar Castulo el río dejaba de ser navegable (Geographika, 111, 2, 3).

  Según señala el mismo Estrabón (III, 2, 3), la navegación por el Guadalquivir hasta Corduba era posible con barcas de río «que ahora se construyen con tablas bien ajustadas, mientras que antes eran hechas de un tronco solo». El geógrafo de Amasia estaba diferenciando claramente las condiciones de navegación que tenía el Baetis en su época, que permitían la llegada a Corduba de barcos realizados con piezas ensambladas (barcazas de ribera), de las existentes con anterioridad, cuando sólo era posible surcar este tramo del río en piraguas construidas a partir de un único tronco (monóxilas). Como Estrabón escribe a finales del siglo I a.C., debemos entender que en los últimos decenios de este siglo, coincidiendo con la gran labor colonizadora desarrollada por Augusto, debieron realizarse obras de acondicionamiento del curso fluvial que facilitaron la navegación por el Baetis. Tales obras consistieron en construir diques, presas y canales (fossae) destinados a fijar el cauce del río y a crear caminos de sirga en las zonas donde la navegación podía ser problemática.'

Desde época augustea, la navegación fluvial pudo realizarse durante todo el año hasta Corduba y estacionalmente (entre noviembre y mayo) entre mediados del siglo XV y finales del XIX.' Pese a lo señalado, debemos pensar que el transporte de madera por el Baetis debió de darse desde la Antigüedad, puesto que no se necesitaba ningún tipo de infraestructura para poder realizarse y los recursos forestales fueron  abundantes.

Finalmente, debemos señalar que el Baetis y sus afluentes navegables  no sólo fueron utilizados para la exportación. Otros productos fueron transportados aguas arriba del Guadalquivir para su comercialización en distintas zonas de la provincia, como las salazones y salsas saladas fabricadas en Gades y en la costa malagueña, mármoles y calizas procedentes de diferentes canteras, obras de arte como esculturas y sarcófagos, o terra sigillata hispánica de la Rioja.

CONCLUSIÓN.

En los metales procedentes de Sierra Morena: en primer lugar, los lingotes eran recogidos por mayoristas que recorrían los lugares de producción, se marcaban con su nombre y se transportaban a un puerto fluvial del Betis. A continuación, los lingotes se cargaban en barcazas fluviales y se llevaban hasta Hispalis, donde llegaban los grandes barcos de navegación marítima. Por último, los lingotes eran tomados por negotiatores que los marcaban con su nombre, los cargaban en sus barcos y los transportaban con destino a Italia.

Aunque desconocemos en qué sector concreto fueron producidos estos lingotes de plomo, creemos que el mismo esquema de comercialización debió de darse para el metal obtenido en las diferentes zonas de Sierra Morena (Central y Oriental). Por último, debemos señalar que todos los pecios en los que aparecieron los lingotes estudiados por Domergue se fechan en época augustea o en el primer cuarto del siglo I d.C., confirmándonos que en estas fechas el transporte fluvial por el Guadalquivir se desarrollaba de forma intensa.

Junto a los metales, otros artículos béticos debieron ser comercializados por el río, como la madera procedente de la Sierra de Cazorla y Segura. El transporte de madera mediante flotación sobre el agua de los ríos fue un sistema muy empleado desde la Antigüedad y era realizado por los dendrophoroi con la ayuda de pértigas.' Este sistema de transporte era más rápido que el terrestre y mucho más cómodo, pues un tronco sobre el agua es más fácil de desplazar. Los pinos talados en las sierras de Cazorla y Segura debieron ser conducidos hacia el Guadalquivir utilizando el Guadalimar y sus afluentes, como el Orcera, Trujala y Hornos, para posteriormente ser vendidos en las más importantes ciudades ribereñas, donde solían ser empleados en la construcción" o en los astilleros. Este tipo de transporte, especialmente el realizado mediante barranqueo (troncos sueltos dirigidos desde las orillas con pértigas terminadas en doble gancho de hierro), está atestiguado en el Guadalquivir.




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