El Puente de los Cobos, hoy casi enteramente sepultado por la arena del río, tiene tres arcos de medio punto de excelente factura, apoyados en dos pilares con tajamares, de origen romano casi seguro. Los arcos, a juzgar por algunas marcas de cantería en las hiladas bajas, pueden haber sido reconstruidos en época medieval, aunque su material es excelente granito, menos gastado que el de los pilares. De todos modos, su origen romano parece más que probable.
Este puente servía a la calzada romana que desde Ávila y atravesando el Valle de Amblés llegaba al Puerto de Menga.
En la década de los años 1970 se construyó un nuevo puente, siendo estrecho e insuficiente el antiguo. El nuevo puente ahoga y encubre el antiguo aguas abajo.
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