La bóveda del Pallol formaba parte de las construcciones del lado occidental de la gran plaza de administración del Foro Provincial de Tarraco. La bóveda debía de ser en época romana una larga galería que circulaba por detrás del porticado además de servir de apoyo a un segundo piso superior.
A pesar de todo desconocemos su uso final en esta época como también desconocemos a que se destinó hasta el siglo XVI. Sin embargo, la presencia de la actual puerta en arco de medio punto y el rosetón de su fachada interior podrían indicarnos, a simple vista, su uso, en algún momento de la época medieval, como iglesia.
La actual plaza del Pallol está documentada desde el siglo XVI con el nombre del llano de Sant Feliu, aunque sabemos que ya existía con anterioridad a esa fecha. Así aparece mencionada en el documento que relata el itinerario seguido al trasladar la reliquia del brazo de Santa Tecla desde la cercana localidad de Constantí a Tarragona, el mes de marzo del 1321.
Los datos arqueológicos y documentales nos demuestran que la plaza, entonces, era mes pequeña que ahora y que se llegaba por un lugar diferente. Probablemente se accedería desde tres calles: desde la actual calle Cavallers; desde la bajada del Roser, a través de la puerta romana aún hoy conservada; y desde una calle, hoy desaparecida, que enlazaba la plaza con el llano de San Miquel. Esta última calle debía de ir paralela al muro de cierre del porticado y seguramente desapareció a mediados del siglo XV.
El año 1462, debido a la inestabilidad reinante, los padres predicadores trasladaron su convento desde el área del actual Camp de Mart al interior de la ciudad. A partir de este momento la bóveda pasó a funcionar como iglesia y el espacio anejo a la misma, como convento. El año 1522 los padres predicadores se trasladaron nuevamente a su antiguo convento extramuros y la bóveda fue adquirida por la ciudad.
El actual nombre de la plaza le viene dado por el hecho que durante la segunda mitad del siglo XVI la municipalidad instaló en este lugar “el pallol” o tienda del trigo y el peso de la harina. El Pallol era el gran depósito municipal de grano y ejercía las funciones de casa pública por comprarlo y venderlo. Su existencia fue esencial para la ciudad puesto que una de sus funciones era garantizar su suministro a la población y controlar los precios, hecho importante puesto que se trataba de un producto de primera necesidad. De esta forma, la bóveda se convirtió en almacén.
Entorno al 1646 la municipalidad volvió a ceder la bóveda a los dominicos que nuevamente la volvieron a utilizar como iglesia hasta el 1693, año en que abandonaron este espacio por trasladarse a su nuevo convento levantado en la plaza de la Font, el actual Ayuntamiento de Tarragona.
Así pues la bóveda volvió a manos municipales siendo utilizada el 1780 como almacén de leña y, años mas tarde, como almacén de la brigada municipal.
Las estructuras anexas a la bóveda y el piso superior de la misma quedaron seguramente sin uso hasta el año 1696, en que las beatas de San Domingo se establecieron en el antiguo convento de los padres predicadores.
Actualmente la bóveda es nuevamente de propiedad municipal y en ella se encuentra expuesta al público la maqueta de Tarraco en el siglo II
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