domingo, 25 de diciembre de 2016

Acueducto de Albatana - Albacete


Los datos sobre su origen y datación son conjeturas realizadas a partir de la gran cantidad de hallazgos arqueológicos encontrados en la zona y de los materiales utilizados para su construcción. Así pues, unos creen que el Acueducto de Albatana es de origen romano y fue construido a finales del siglo III y principios del siglo IV. 
La función de este acueducto sería, según esta teoría, la de proporcionar energía al molino primitivo de origen romano, sobre cuyas ruinas (se supone) se construyó el actual Molino de Arriba construido en 1742 por el marqués de Espinardo, así como la distribución del agua cuando éste no estaba en funcionamiento, a través del pozo que hay al final del acueducto. El agua que discurre por la conducción, proviene de una fuente natural que se encuentra a un kilómetro aproximadamente. 
Otros piensan que es del XVIII. En 1844 se diseñó un nuevo acueducto para sustituir a la vieja “calzada de piedra” y “calzada de tierra” por un conducto de piedra caliza, fácil de tallar pero muy sensible a la erosión. Las ruinas del antiguo acueducto se encuentran paralelas al nuevo. 
En el siglo XX se hicieron varios reemplazos, manteniéndose el tramo de 400 metros donde se encuentran los arcos y pilares. Estuvo en funcionamiento con caudal circulante permanente hasta 2011, sufriendo numerosos sellados y parcheados.

Descripción:
El acueducto nuevo fue construido con pilares de tierra arenisca carbonatada de color amarillento. Tiene una longitud de 389 metros desde la toma de agua hasta el Molino de Arriba. El número total de arcos y pilares es de 61 y su altura, con una pendiente del 0,5%, oscila entre 1,68 m. y 2,55 m. El acueducto propiamente dicho comienza a los 186,90 m. del principio, pues hasta este punto, la construcción está formada por una sola hilera de sillares que se asimila a un canal. A partir de este punto comienzan los arcos que, con igual anchura, son de distinta altura para ir salvando el desnivel del terreno, pasando de estar formado el primer pilar por un solo sillar a cuatro el último.

Grado de protección:
Bien de Interés Cultural el 20 de diciembre de 1990

Estado:
Muy erosionado. En degradación progresiva.

Carácter de riesgo:
La piedra arenisca es muy sensible a la erosión. Las raíces de las plantas, las variaciones de temperatura y el agua aumentan la meteorización.

(Lista roja del patrimonio) 


miércoles, 21 de diciembre de 2016

Acueductos de Carcauz

Los acueductos de la rambla o barranco de Carcauz, son un sistema de acueductos y acequias de origen romano, que forman parte del límite municipal entre Felix y Vícar, en la provincia de Almería (España), y que transcurren a lo largo de la rambla de Carcauz, a las faldas de la sierra de Gádor. Lo forman tres acueductos de piedra de diferente tipología y las acequias que los comunican.

Historia
El territorio en el que se asienta esta obra de ingeniería hidráulica formaba parte de la Hispania Ulterior y, porteriormente, quedaría localizado cerca del límite entre la Hispania Ulterior Baetica y la Hispania Ulterior Tarraconense, estimándose que la construcción de este sistema de irrigación corresponde aproximadamente a la época en la que se realizaron estas divisiones, entre los siglos II y I a.c., y estaba destinado al suministro de agua a las villas rurales que hoy ocupa el Poniente Almeriense. De todas formas, según Lorenzo Cara Barrionuevo, hay que buscar su origen en el siglo XVI.
El conjunto estuvo en funcionamiento hasta principios del siglo XX,4 quedando posteriormente en ruina progresiva y a la espera de que la petición vecinal de que sea declarado como Bien de Interés Cultural salga adelante. A día de hoy, la mayor parte del caudal que recogería la acequia es transportado por tuberías modernas de plástico, es muchas ocasiones ocupando el canal original.
El acueducto de los 20 ojos es el mayor y conocido de los tres, ya que es el que se encuentra más accesible y cercano a los núcleos poblacionales, es por ello por lo que suele ser denominado directamente como el acueducto de Carcauz, obviando los otros dos.

(Wikipedia)

martes, 13 de diciembre de 2016

Fama Iulia - Jerez de los Caballeros (Badajoz)

Jerez de los Caballeros o su término estuvo habitada desde tiempos muy remotos, así en la Prehistoria ya se encuentran restos arqueológicos como el del Dolmen de Toriñuelo, en la dehesa de la Granja, además de los del Valcavado y de la Palomilla.
Los fenicios conocían la zona y hay opiniones en el sentido de que podían haberla fundado, cuando menos ellos fueron los que le dieron el nombre de Ceret.
Durante la ocupación de Roma, Jerez, en la época conocida como Fama Iulia Seria o Caeriana, debió de ser un pueblo bastante habitado según se ve por los hallazgos arqueológicos de la llamada villa del Pomar y por estar situada entre dos ciudades de importancia como eran la hoy desaparecida Itálica y Emérita Augusta, la actual Mérida, quedando Fama Iulia cercana a la Vía de la Plata.
De la época romana se han descubierto en Jerez numerosas inscripciones, cipos, estelas funerarias, etc., aludiendo a familias romanas importantes como Julia, Helvia o Vibia. Se conservan además restos como los mosaicos del Pomar, la Calzada del alto empedrado y los puentes del Pontón y Viejo.

(Wikipedia)

viernes, 9 de diciembre de 2016

Acueducto de Gades - Cádiz

Hay un patrimonio histórico desconocido que surca la provincia desde el manantial de Tempul en Jerez hasta Puerta Tierra en Cádiz. Una obra con 20 siglos, 2.000 años, de antigüedad, que asombra a arqueólogos e ingenieros por su monumentalidad y su técnica. Se trata del acueducto romano más grande, conocido hasta el momento, de toda la Hispania romana. Y era el que abastecía de agua a la ciudad romana de Gades.
No sabemos con certeza a qué fecha pertenece, pero creemos que, por las técnicas utilizadas, sería del siglo I. Para levantar un acueducto de esa magnitud, hacía falta mucho dinero y mucho poder político. Y creemos que es del siglo I porque entonces en Gades estaba la familia Balbo, una de las más importantes de la oligarquía gaditana. E hizo que Gades recibiera pronto los favores de Roma”, explica Esperanza Mata, arqueóloga del equipo de Aqua Ducta, un proyecto puesto en marcha desde el seminario Agustín de Horozco de la Universidad de Cádiz, y que dirige el historiador Lázaro Lagóstena.
El acueducto de Gades destaca por el ingenio puesto en práctica para construirlo y sortear los accidentes geográficos que se interponen entre Tempul y Gades, que en el siglo I era una isla”, explica Esperanza Mata.
Tenemos el acueducto de Segovia, que es el más conocido, pero en cuanto a ingeniería, es una obra muy simple”, explica Mata sobre las diferencias del conocido acueducto segoviano y el de Gades. Y añade que ambos acueductos, por su monumentalidad, “eran mensajes propagandísticos no escritos para mostrar la grandeza del imperio”.
Pero en cuanto a ingeniería y a la sofisticación de técnicas “el acueducto de Gades no deja de sorprendernos”. En los 83 kilómetros de trazado de la obra de canalización hidráulica, están representadas todas las técnicas conocidas en el siglo primero para canalizar agua.

La técnica
El acueducto del conventus gaditanus se construyó de forma que se mantuviera una pendiente desde el punto de origen del agua hasta su terminal que garantizara que el agua llegaría por sí misma con presión suficiente para abastecer a Gades. “Nada más salir de Tempul hay cerros, y los ingenieros romanos tuvieron que sortear eso. ¿Cómo lo hicieron? Con la Mina de los Cuquillos”. Mata explica que la mina es la perforación de la montaña y la construcción de pasajes subterráneos que “garantizaban que el agua llegara limpia y sin contamicación a Gades. Por eso, la mayor parte del trazado del acueducto es subterráneo, aunque sabemos perfectamente por dónde discurre. Está identificado”.
Otra de las técnicas empleadas por los ingenieros romanos de Gades fue la de las galerías subterráneas, que se realizaban allí donde no había elevaciones del terreno importantes, como las de El Mimbral.
Al llegar a Los Arquillos, los artífices del acueducto se encontraron con una depresión del terreno, que solventaron con un sifón: “el sifón funciona por la lógica de los vasos comunicantes. Es decir, dos depósitos de agua conectados entre sí por su parte inferior, mantendrán el mismo nivel en ambos lados gracias a la presión y la gravedad”. Este se encuentra entre Torrecera y Paterna.
Y para salvar una bajada abrupta del terreno, se usaron pozos de resalto, que daban fuerza al agua para que, llegada a la Torre de El Marquesado, llegara con presión suficiente hasta su recta final: el puente de Suazo en San Fernando y Puerta Tierra en Cádiz, donde el agua llegaba a siete depósitos desde los que se distribuía a las casas de la Gades romana, una de las más pujantes de la Bética

(SANDRA SÁNCHEZ N.)