Uno de los enclaves históricos y culturales más importantes de Andalucía, es el conjunto arqueológico de Baelo Claudia, en Tarifa, que sigue creciendo gracias a las excavaciones que se ejecutan en su entorno y que permiten conocer datos sobre el pasado hispanorromano de la provincia. Las últimas acciones ejecutadas han permitido conocer el trazado oriental de la calzada que unía Cádiz y el Campo de Gibraltar por la costa gaditana.
Estas averiguaciones son fruto de un proyecto de investigación arqueológica que la Universidad de Alicante ha estado realizando hasta ahora en la ciudad hispanorromana y que tiene como objeto la necrópolis oriental. Está dirigido por Fernando Prados Martínez, y cuenta con la colaboración de especialistas del conjunto arqueológico, así como de las universidades de Cádiz, Madrid y Stanford.
Estas excavaciones se han concentrado en el estudio del área central de la necrópolis y han puesto al descubierto diversas estructuras funerarias, algunas de cierta monumentalidad y otras menores que, aunque no tan vistosas, son importantes porque permiten documentar las fases más antiguas. Entre los hallazgos destacan varias estelas funerarias, tumbas de cremación señaladas por cipos -trozos de columnas erigidas en memoria del difunto- y otras más simples recogidas en contenedores cerámicos.
La elección de la zona de estudio ha permitido, además, excavar sepulcros que permanecían intactos, con sus ajuares íntegros, y efectuar una lectura estratigráfica completa, lo que ha posibilitado encontrar la vía funeraria principal pavimentada, que debe corresponderse con la vía de acceso a la ciudad. Esta localización es muy importante, ya que permite conocer el trazado oriental de esta calzada que jalonaba la costa gaditana desde Carteia, en San Roque, hasta Gades (Cádiz).
Al encontrar varios enterramientos en estado original se han podido exhumar con detalle los restos y observar diversos ritos funerarios, algunos de tipo propiciatorio y otros relacionados con la superstición popular de la época como colocar conchas en la base de los túmulos de piedras, hincar clavos de bronce junto a las estelas con la intención de "fijar el alma del difunto a la tierra" o colocar llaves, quizás las que podrían abrir la puerta del más allá.
Igualmente se han vuelto a documentar varios de los ya célebres muñecos o tallas antropomorfas en piedra, similares a las ya expuestas en las vitrinas del museo y centro de visitantes de la ciudad.
Hay que recordar que entre 2009 y 2011, el grupo de la Universidad de Alicante llevó a cabo actuaciones puntuales de limpieza, recuperación e identificación de los enterramientos excavados en esos años y estudios puntuales de la tipología de los enterramientos y sus ajuares, si bien este es el año en que ha comenzado el Proyecto General de Investigación que durará hasta 2018.
Esta zona de la necrópolis, ubicada junto a la playa, puede contemplarse tanto desde la calle de acceso a los restaurantes de la zona como desde la pasarela que discurre por la propia playa. La Junta de Andalucía tiene prevista su apertura dentro del circuito de visitas del Conjunto Arqueológico, una vez se ultimen los trabajos de investigación y se acondiciones pasarelas de madera para posibilitar un itinerario de visitas en su interior.
(El Mundo)
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