lunes, 23 de febrero de 2015

El alojamiento en las vías romanas

Mansio de Aquis Querquenis - Orense
Mansio - En la Roma antigua, una mansio era una parada oficial en una calzada romana, mantenida por el gobierno central para el uso de oficiales y hombres de negocios a lo largo de sus viajes por el imperio. A lo largo del tiempo fueron adaptadas para acomodar a viajeros de toda condición, incluso al emperador.
Las mansiones estaban bajo la gerencia y supervisión de un oficial denominado mansionarius.
En sus estructuras, por los muchos restos arqueológicos descubiertos, se aprecian por lo general estancias propias de las posadas: recepción, baños termales, las habitaciones, el comedor y la cocina con su horno, su fragua, así como el granero y los establos

Caupona - Un sistema privado de cauponae se colocaban cerca de las mansiones. Tenían las mismas funciones que una mansio pero eran de baja reputación, siendo frecuentadas habitualmente por ladrones y prostitutas.
Taberna - Los viajeros algo más pudientes requerían algo más refinado que las cauponae. En los primeros tiempos de las calzadas, las casas situadas cerca de alguna calzada eran obligadas por ley a ofrecer hospitalidad al que lo requiriera. No hay duda de que las casas más frecuentadas se convirtieron muy pronto en las primeras tabernae, las cuales eran más parecidas a "hostales" que a las "tabernas" como las concebimos actualmente.
Mutatio - Este tipo de estaciones o paradas prestaba servicio a los vehículos y a los animales: Eran las mutationes o lugar para cambiar de caballos y tomar otros de refresco. Estaban localizadas cada 12-18 millas. En estos complejos, el conductor podía adquirir los servicios para ajustar las ruedas, el carro, o conseguir las medicinas o un veterinario para sus animales.

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