La identificación de esta calzada es, que nosotros sepamos, fruto exclusivo de los trabajos de investigación realizados por D. Antonio Blázquez en el siglo pasado. Efectivamente, en las noticias transmitidas al respecto por la ya citada obra de Ballesteros, es ésta la vía objeto de un análisis más detallado; este dato hace que el silencio guardado por los investigadores que con posterioridad se han ocupado de la materia resulte, cuanto menos, extraño.
Trazado Sin embargo, el hecho de que sea esta la vía presentada de forma más detallada no significa que lo sea en profundidad. Por lo que al trazado se refiere, de las noticias referidas no puede concluirse más noticias que el hecho de que la vía partía de Avila y se dirigía hacia la localidad de El Barraco, describiendo un trazado muy similar al de la actual carretera N-403. Saldría de la capital ror su zona sur y tras cruzar el río Chico proseguiría en la misma dirección hasta las inmediaciones de la Ermita de Sonsoles. Desde este lugar continuaría su descenso y tras cruzar el Arroyo Cardiel y franquear la Sierra de la Paramera alcanzaría la localidad del Barraco. Como puede observarse, no se hace ninguna referencia a dos cuestiones de máximo interés:El paso por el cual se cruza la Sierra. Sin embargo, y aunque existen otras posibilidades, todas las noticias parecen indicar que: la vía franquearía la montaña por el Puerto de la Paramera.
- El alcance global de la calzada misma. A.
Blázquez no se plantea su posible prolongación; sin embargo, si queremos dotarla de sentido, hemos de buscarla alguna conexión, pues de otro modo vendría a constituirse en una especie de “vía muerta”: Dos son las hipótesis que pueden plantearse al respecto su prolongación en dirección SE
para enlazar con la Calzada del Tiemblo y de los Toros de Guisando o su prolongación en dirección S para enlazar con la Calzada del Alberche, de cuya posible existencia hablaremos en otra ocasión.
Indigenismo y romanización
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