lunes, 11 de diciembre de 2017

Puerto de Carthago Nova - Cartagena

El geógrafo griego Estrabón recoge en el libro III de su Geografía unas noticias importantes sobre Cartagena. Dice que es una fundación del general cartaginés Asdrúbal y que es la más importante de todas las ciudades de la zona SE; que tiene una situación fuerte, unas murallas bien construidas, y está enriquecida por puertos, por una
laguna y por las minas de plata. En ella y en sus cercanías abundan los talleres de salazones; es el principal mercado para las mercancías que, llegando del interior; han de ser cambiadas por las que vienen por mar, y éstas por las que proceden de tierra adentro,
El historiador Polibio, durante la Guerra Celtibérica, hacia 134 a.C., visitó  la ciudad y describe que está enclavada en mitad de la costa ibérica, opuesta al viento del Oeste, en una bahía de unos veinte estadios de longitud -4.000 m- y de 10 de anchura
en su boca. Por esta causa, toda la bahía tenía la forma de un  puerto. En su boca había una isla que dejaba a ambos lados un canal estrecho para entrada. Las olas del mar rompían en la isla. Toda la bahía se hallaba siempre tranquila, si no sucedía que, soplando
por entre ambos canales los vientos del Sudeste, se alteraran las olas. La isla se llamaba Escombraria, por la pesca de la caballa, de la que se hacían salazones. Los campos de pesca se encontraban, pues, en la misma boca del puerto. En el fondo de la bahía se alzaba una montaña sobre la que se asentaba la ciudad, rodeada al Oriente y al
Mediodía por el mar y a Occidente por un estero que tocaba aún algo con el Norte, de tal modo que el espacio restante que había desde el estero al mar y unía la ciudad con la tierra firme, no tenía más de dos estadios, algo menos de 400 m.
Polibio continúa la descripción de la ciudad. Cartagena, al igual que Roma, era una ciudad asentada en varias colinas. Dos eran altas y escabrosas, y las otras tres, bajas y llenas de cavernas. La colina mayor llegaba hasta el mar, y en ella se levantó un templo
dedicado a Asclepios, dios griego equivalente al Esmún fenicio.
Hoy día es el Castillo de la Concepción. Sobre la colina situada más a Occidente, en la actualidad Monte Molinete, Asdrúbal construyó su palacio. Las otras colinas se asientan en el lado Nordeste. La más Meridional se llamaba la Colina de Hefaistos, dios de la metalurgia, actual castillo de Despeñaperros. La inmediata, hoy Cerro de San José, llevaba el nombre de Aletes, que por descubrir las minas de plata de las proximidades, recibió honores divinos. Aletes era un ibero, como lo indica su nombre. La tercera colina recibía el nombre de Cronos, equivalente al Moloch fenicio. Polibio alude a la Colina
de Mercurio, Colina de los Moros.
Polibio da algún otro dato importante, como es que, en el estero próximo al mar, se construyó un puente para unir la ciudad con el campo, por el que circulaban bestias y carros y llegaban todos los productos necesarios. Un acueducto que surtía de agua a la ciudad, atravesaba el estero. En el lado derecho, según se venía del mar antes de llegar a la bahía, había un largo muelle con almacenes, de planta rectangular, bien fácil de atracar en él, pues estaba defendido por la isla Escombrera. Una inscripción menciona los
pilones y los cimientos. Seguramente se alude a una reparación del puerto.
El puerto de Cartagena desarrolló una gran actividad mercantil ya durante la República Romana, siendo de importación y exportación de mercancías con todo el Mediterráneo.
En la ciudad ha aparecido cerámica alejandrina de época republicana romana, lo que indica que comerciaba con Alejandría, el puerto más importante de todo e Mediterráneo Oriental, En el puerto han aparecido treinta y cinco lingotes de plomo argentífero
con los nombres de los negotiatores, de los publicanos que explotaban las minas de las proximidades que se datan a finales del siglo I a.C. También, en dos de ellas, se menciona la compañía del Monte Ilucronense, citada también en Mazarrón. Muy probablemente, a través del puerto de Cartagena, se exportaba a Roma todo el plomo argentífero de Sierra Morena, en la parte de Oretania, que era un gigantesco coto minero, a través de una vía que unía Cartagena con Castulo -Linares-, ya que era el camino más recto y fácil para sacar el mineral a la costa.
A través del puerto se exportaban las salazones, el famoso garum sociorum, que en tiempos de Plinio era un producto exquisito, tan caro como los ungüentos y muy cotizado en Roma. Los mismos publicanos que explotaban las minas exportaban como subproducto las salazones, que continuó hasta el Bajo Imperio. Un producto alimenticio que se exportó a través del puerto eran las alcachofas, cuya producción era
importante

No hay comentarios:

Publicar un comentario