El edificio deparó un conjunto de mosaicos de gran calidad, y singularmente el extraordinario panel do Océano y las Nereidas, que se puede contemplar desde esta
misma planta asomándose a ese espacio central.
El cuadro musivo de Océano y las Nereidas, formaría parte del mosaico que cubría la gran sala del frigidarium, destruido en parte, de carácter fundamentalmente geométrico a base de cenefas de entorchado en forma do esvástica alternando con recuadros ocupados por nudos de Salomón o motivos cuadribulados.
El mosaico se organizaba en torno a un emblema central en que aparecía el caballo Amoris. cuya cabeza, de acentuado realismo, una de las mas bellas representaciones de oso animal qjue nos ha legado el arte musivario romano, se encuentra por desgracia en paradero desconocido.
Enmarcando el emblema del caballo se desarrollaba una orla ornamental, recuadrada por una faja de color oscuro, decorada con zarcillos vegetales a modo de acantos estilizados, con cabezas de anímales en su interior. algunos de ellos de origen netamente africano como el antílope, seguido de un tigre, propio de la fauna asiática. ademas de prótomos de otros animales como un león o un toro, conservados de manera menos compteta. También aparecen pájaros y otras aves, entre las que se distingue claramente una abubilla.
Esos motivos animalísticos aparecen sobre todo en mosaicos norteafricanos, denotando su probable ejecución a cargo de artistas itinerantes procedentes del Afríca romana.
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