lunes, 21 de junio de 2021

Villa romana del Puente de Segovia - Madrid


Hoy os invito a un paseo diferente, entre la realidad y la fantasía.

Un paseo real, por el Madrid de hoy, por la ribera del Manzanares junto al Puente de Segovia desde donde contemplamos el Palacio Real, la Catedral de la Almudena… pero pensando que entre los siglos I y IV, durante la época del Madrid romano, nada de eso existía. Era un paraje seguramente de buenas tierras para el cultivo y propicias para la crianza de ganado. Por eso allí se estableció una pequeña villa, un asentamiento rural.

También es un viaje al pasado, con la ayuda de la imaginación. Pensemos que ni siquiera existía el puente; aunque desde muy antiguo debió existir un vado, ya documentado en la edad media. Allí desembocaban las aguas de un arroyo que bajaba entre dos cerros, cursos que con el tiempo recibirían los nombres de arroyo de las Fuentes de San Pedro –hoy calle de Segovia– y Río Manzanares.

Visitamos la villa romana que allí existió. Recordemos, antes de continuar, el gran hallazgo, cómo era esa villa, que ya contamos aquí. Terminaba el artículo entonces con la fotografía de la maqueta de una villa romana que se encuentra en el Museo de San Isidro y otra del río Manzanares animando a intentar imaginarla habitada por sus pobladores hace casi veinte siglos.

Eso es lo que ha hecho Ramón Oria, un gran fotógrafo que además de buenas fotos realiza montajes mágicos. Si aún no conocéis sus trabajos os animo a visitar su cuenta en Flickr, seguro que os sorprende.

Ramón ha hecho un fotomontaje espectacular. Ha situado la villa romana en los terrenos donde se encontraba en el siglo I, en una imagen actual, con el fin de ayudarnos a realizar ese viaje al pasado. Caminando podemos llegar hasta las antiguas casas antes llenas de vida.

La imagen nos sugiere un “hoy” imaginado en el que aún existiría la construcción romana, unas casas habitadas, rodeadas de un suelo de tierra y algo de hierba, en lugar del árido pavimento actual; tras ellas un gran arbolado y un camino que acaso bajaba junto al arroyo.

No hemos pretendido situarla de forma precisa y científica. El fotomontaje no deja de ser un pequeño juego. Más que una localización exacta, Ramón –me consta que después de muchos intentos y mucho trabajo– ha optado por una bellísima imagen que ayude a comprender dónde estaba el caserío y a la vez contemplar el lugar donde unos siglos después se fundaría Madrid, en el luego llamado cerro de Palacio.

Os animamos a pasear por la zona, recorrer sus hoy caminos de asfalto y césped que guardan los recuerdos de un Madrid muy antiguo, el Madrid romano.

Cuando atraveséis el hermoso puente de Segovia o caminéis por los alrededores pensad que hubo un tiempo en que allí no existía nada de lo que hoy conocemos, solo el río y huertas y árboles, y un pequeño asentamiento rural en el que vivían unos remotos vecinos; que trabajaban, cocinaban, se alimentaban y pasaban sus ratos de ocio. Unas viviendas sencillas pero bien decoradas, con pinturas murales y cerámicas. Una villa romana.

Por: Mercedes Gómez

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