domingo, 20 de agosto de 2017

Lucentum - Alicante

En el denominado Tossal de Manises se halla la ciudad romana de Lucentum, la antigua Alicante, desarrollada a partir de un poblado ibérico. Está situada en la parte superior de una elevación, un tossal de 38 metros de altura junto al mar y a 3,5 Km. del centro de la ciudad moderna en el barrio de La Albufereta. Es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Comunidad Valenciana que fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1961. Conserva íntegra toda la superficie urbana unos 30.000 m2. Las murallas tienen un perímetro de unos 600 m.
El origen del poblamiento humano podemos situarlo a finales del s. V o principios del siglo IV a.e.c. pero conocemos muy poco de la época ibérica, únicamente se han hallado ciertos materiales cerámicos de datación un poco dudosa.
El lienzo de muralla más antiguo data de finales del siglo III a.e.c., se trata de una potente fortificación dotada de grandes torres y, en algunos tramos, antemural. Esta muralla fija definitivamente el perímetro de la ciudad.
En la etapa ibero-romana, del siglo II y parte del l a.e.C. se produce una interesante actividad constructiva consistente en la creación de una nueva muralla reforzada con torres de sillares que se adosa a la ya existente y se edifica en el lado oriental, la puerta de la ciudad. A partir de mediados del siglo I a.e.C. se inicia una remodelación del trazado del viario urbano y por tanto un cambio de la configuración urbana a intramuros. Durante el mandato de Augusto, Lucentum adquiere el rango de municipium, condición documentada por las fuentes escritas y epigráficas, por que pasa a gobernarse autónomamente con magistraturas e instituciones netamente romanas. La ciudad presenta durante el siglo I un periodo de esplendor y se inicia la construcción del foro, dos edificios termales, la red de cloacas, la reforma de la puerta oriental, y el derribo de las murallas que impedían la expansión urbana facilitando así el desarrollo de  grandes viviendas y edificios públicos. Una Inscripción nos informa también de la construcción de un templo financiado por un particular. En el siglo II comienza un período de decadencia que dará lugar en el siglo III a su practica despoblación. Las razones hay que basarlas más en cuestiones económicas internas y regionales, posiblemente a cambios de los circuitos comerciales en beneficio de otras ciudades cercanas.

(Tarraconensis)

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