La villa romana de El Villar-Chirivel se encontraba localizada relativamente cerca del trazado de la Vía Augusta, en mitad del trayecto de Cartago Nova a Acci (Cartagena a Guadix) y paradojicamente resultaría prácticamente destruida por otra “calzada” más moderna, la carretera nacional 342, que transcurre por encima de la mitad del yacimiento.
Una intervención de urgencia salvó lo poco que podemos ver de la villa y que se conserva en el Museo de Almeria. Por los restos excavados sabemos que presentaba una galeria en fachada, posiblemente un peristilo. Los suelos de varias estancias estaban decoradas con mosaicos y las paredes pintadas con estucos. El mosaico de motivos geométricos y florecillas que podemos ver en el museo almeriense, se corresponde con el que decoraba el corredor de la zona señorial de la edificación.
El objeto más llamativo de la villa lo constituye una estatua de Dionisio-Baco (Siglo II) construido en marmol que representa al dios junto a un animal, probablemente una pantera. En su mano derecha el dios sostendría un cántaro y en la otra una vara de tirso. Se cree que pudo formar parte de la decoración de la fuente de la villa de Chirivel.
También se encontró un enorme pie de otra estatua sobre basa o plinto utilizado como material de relleno de uno de los muros de la villa. Por sus proporciones pertenecía a una estatua de unos dos metros de altura.
La villa del Chirivel tuvo un periodo de apogeo entre los siglos II y III d.C para ser definitivamente abandonada a finales del siglo IV d.C. A tan solo doscientos metros se encontraron restos de una posible necrópolis. El yacimiento ya era conocido desde el siglo XVIII y fue utilizado como cantera de materiales de construcción, lo que ha impedido que podamos saber más sobre ella o sus pobladores.
Roma en Hispania
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