Uno de los Vasos de Vicarello sitúa esta mansio o parada a nueve millas de Arragone y a veinticuatro de Seterras, por tanto en pleno corazón vallesano. En los otros tres Vasos es sustituida por Pretorio, que está a diecisiete millas de Arragone y a quince de Seterras.
La mansio Semproniana no vuelve a salir referida en ningún otro documento o mapa. Definitivamente es remplazada por Ad Praetorium o Praetorio que la sustituye desde una posición más lógica y equidistante en relación a los tiempos y ritmos de la marcha, aunque curiosamente la Semproniana se hallaba a medio camino de Ampurias y de Tarraco. La Semproniana podría corresponderse con un establecimiento político-militar antiguo que sirvió además para asegurar la ruta antes de generalizar su uso. Se justificaría así la mayor antigüedad del Vaso I que utiliza las declinaciones latinas. La desaparición definitiva de la Semproniana nos obliga a pensar que nos encontramos delante de la amortización de una de las guarniciones pioneras de la romanización o de una de las primeras estaciones sobre la vía, seguramente preexistente al primer amojonamiento hecho por los Romanos. Curiosamente lleva el nombre del primer pretor de la Citerior y es sustituida a su vez por Ad Praetorium.
Muy probablemente la mansio Semproniana desaparece de la ruta por haber perdido su utilidad, esto es por haber quedado obsoleta o por no responder a las necesidades del nuevo momento histórico: un nuevo amojonamiento, la reparación de la vía o la conclusión de una nueva reorganización territorial romana a la que hubiera servido; posiblemente la fundación de las ciudades romanas de Iluro, Baetulo o Barcino.
Personalmente creemos que el «castellum» fue destruido en las luchas entre J. César y Pompeyo —antes o después de la batalla de «Ilerda», junto con la villa romana de época republicana de can Massot. No se olvide que toda esta zona era partidaria de Pompeyo. El problema está en aclarar porque no se reconstruye.
No existe unanimidad a la hora de fijar la localización actual de la Semproniana: Granollers, la Roca, Montmeló. Los últimos autores (Mayer y Roda, Panosa, Palli, G. Arias) la sitúan ya al sudoeste de Granollers, entre Montmeló y Vilanova del Vallés, en la confluencia de los ríos Congost y Mogent.
Las últimas campañas arqueológicas del yacimiento de Can Tacó afianzan su candidatura. Se trata de un fortín militar con funciones de control de la vía. Está poco resguardado y tiene detalles arquitectónicos especialmente refinados para su finalidad castrense. Aunque de sólida fábrica, es de vida efímera y se abandona completamente para nunca más ser utilizado ni ocupado por otros asentamientos o culturas.
En cuanto a las distancias, éstas se cumplen en relación a San Nicolau de Arrahona (Sabadell), y también en relación a Seterras, entre Breda y Hostalric pero hay más, una vez sustituida la Semproniana por Ad Praetorium el trayecto se reduce una milla. Resulta que un kilómetro y medio es la distancia que se acorta dicha ruta si el camino que viene de Gerona por la Roca, pasa al norte de la montaña de Montmeló, por donde pasaba la vía calciata medieval, sobre el lugar de Pedrafita, junto a la magna lapida vocata perafita, y a escasos metros de donde se ha encontrado el terminus Augustalis,
Precisamente el mismo lugar por donde pasa en la actualidad la Autopista, el ferrocarril o pasará también el AVE. Pocos candidatos a ser considerados mansio o parada reúnen tantos signos y evidencias, y pocos han padecido olvido tan mayúsculo como la Semproniana, Can Tacó y Montmeló.
Nuevo Miliario
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