miércoles, 23 de febrero de 2022

Villar de Meco - Madrid

Hacia el año 182 a. C. se inicia la romanización de la Carpetania. El general romano Graco somete a las tribus carpetanas que habitaban estas tierras. Los romanos fundan poblados fortificados, más bien aldeas que ciudades (según cuenta el geógrafo Estrabon), al modo de recintos fortificados, de casas rectangulares con un hogar central y un zócalo de piedra, con techo de ramaje y barro. 


Sus necrópolis se ubican a las afueras, y en ellas predominan las urnas de barro que contenían las cenizas de la cremación.

Meco sería una de tantas poblaciones latinas de la zona como Complutum (Alcalá de Henares), Ilarcuris (entre Loeches y Arganda), Egelesta (cerca de Alcorcon), Ilurbida (Cadalso de los Vidrios), Titulcia (localización incierta en la desembocadura del Jarama), Thermida (Tiermes), Caracca (Carabaña), Alternia (Arganda), etc. 

La villa romana de Miacum era lugar indicativo de la abundancia de pastos para el ganado ovino, formado por casas de campo en las que los dueños o encargados vivían temporalmente como segunda residencia. En el “Itinerario de Antonino” se cita diciendo que está cerca de Complutum, XII estación entre Titulcia y Arriaca (Guadalajara), dentro del país de los carpétanos, cerca del río Tagonius (Tajuña), pero hoy se cree que coincide con el yacimiento encontrado en Collado-Mediano.

Otro testimonio romano es una piedra miliario que se utilizó como pilar de asiento para atravesar el río Henares, dirección a los Santos de la Humosa, con inscripción latina que se traduce como sigue: “El emperador Nerva, César Augusto Trajano, vencedor de Germanía, Pontífice Máximo por cuarta vez, Tribuno del Pueblo, Cónsul por segunda, mandó reparar Complutum”.

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