El miliario de Decio
La recuperación de este miliario y de otro más peque- ño, fue obra del ingeniero Alberto Martínez Sanz, que trabajaba en el arreglo de los caminos del valle, quien, alertado de la posibilidad de que aparecieran restos antiguos por Antonio Blázquez y Delgado Aguilera, lo encontró <<al extraer tierra para el recebo del camino>>> (BLÁZQUEZ Y DELGADO-AGUILERA, 1911: 143).
Blázquez los dio a conocer a la Real Academia de la Historia en 1911 y en su informe describe como las piedras aparecieron, la mayor «tendida y enterrada a unos 700 metros del puente de Santa Catalina, y tan desgastada que con dificultad podía leerse lo siguiente:
VSPNLQILV
CIDII D. AVG. TRIB. C. VII....
» Al lado hay otra piedra más pequeña, que también tuvo letras que hoy no se pueden leer.>>
En el mismo número de la revista Fidel Fita (FITA, 1911) presentaba una posible lectura, atribuyéndolo a Trajano, como los miliarios de Alcalá de los que he- mos hablado, lo que fue contestado al año siguiente de nuevo por Blázquez, que lo atribuía a Vespasiano (BLÁZQUEZ Y DELGADO-AGUILERA, 1912), atribu- ción que todavía sigue siendo citada por la mayoría de las publicaciones sobre el Puerto de la Fuenfría.
La discusión permaneció en ese punto hasta los años 90, momento en que tanto Lostal (LOSTAL PROS, 1992: 111-112) como Stylow ((STYLOW, 1994) pre- sentan nuevas lecturas con matices distintos pero coincidentes en su atribución a Decio Valeriano.
GERM(A/NICVS) MAX(IMVS) DACIC(VS) MAX(IMVS) SAR/MAT(ICVS) MAX(IMVS) PONTIF(EX) MAX(IMVS)/ TRIB(VNICIA) POTEST(ATE) V IMP(ERATOR) VII/ P(ATER) P(ATRIAE) CO(N)S(VL) PROCO(N)S(VL) ET/ C(AIVS) IVL(IVS) VERVS MAX- IMVS NOBILISSIMVS/ CAES(AR) GERM(ANICVS) MAX(IMVS) PRINCEPS/ IVVENTVTIS FIL(IVS) D(OMINI) N(OSTRI) IMP(ERATO/ RIS) C(AII) IVL(II) VERI MAXIMINI PII) F(ELICIS)/ AVG(USTI)VIAS ET PONTES TEM- PORE VETVSTATIS CON/ LAPSOS RESTITVERVNT CVRAN(TE) Q(VINTO)] DECIO LEG(ATO) AVG(VSTORVM) PR(O) PR(AETORE)/ [C(LARISSIMO) V(IRO)]/
[¿A SEGOVIA? M(ILIA)] P(ASSVVM) XVII.
Por su parte Stylow (STYLOW, 1994: 590) se limita a interpretar las dos primeras líneas conservadas y renuncia a reconstruir la tercera, ya que piensa que no hay sitio para la mención a la mansio de Sego- via, porque daría lugar a una última línea descentrada, aunque reconoce que «existe toda una serie de miliarios, entre ellos varios hispanos de Maximino y Máximo, donde el último renglón, con la indicación de la distancia desde la caput viae, arranca del mismo margen izquierdo.» Su reconstrucción es:
[VIAS ET PONTES TEMPORE VETVS(tate)] COR/ [RUPT(os) REST(itvervnt) CVRANTE Q(vinto)] DECIO LEG(ato) AVG(vstorvm) PR(0) PR(aetore)
MP XVII
Pese a estas diferencias ambos autores atribuyen el miliario al gobernador de la Tarraconense C. Messius Q. L. Decius Valerianus, que llegó más tarde a em- perador con el nombre de Decio Trajano, y están de acuerdo en fecharlo entre el 235 y el 238 d.C.
Por nuestra parte, y en cuanto a la mención a la mansio de Segovia, estamos más de acuerdo con Lostal que con Stylow, ya que a pesar de lo que afirma este último, si examinamos las fotos que aparecen en la página del C.I.L. y que adjuntamos, es posible la re- construcción de Lostal de la última línea, sin que el epígrafe esté descentrado. Veamos el final de las tres últimas líneas, que es lo único de la inscripción que se conserva
VIAS ET PONTES TEMPORE VETUSTATIS COR RVPTOS RESTITVERVNT CVRANTE
Q DECIO LEG AVG PR PRA SEGOVIA MP XVII
Como podemos ver el encaje de las letras con la inscripción conservada es casi perfecto.
1. 3. 2. El segundo miliario
Junto a este miliario fue localizado uno más pequeño y en peor estado de conservación, del que no se dio
lectura.
Aunque la piedra apareció entera, como se puede observar en las fotos del momento de su hallazgo, en la actualidad se encuentra fragmentado.
Stylow ha presentado una lectura: IP[...] NOB / CAES, asumida por María Ruiz Trapero (RUIZ TRAPERO, María. 2001: 221) IP.../NOB(ILISSIMUS) / CAES(AR), que le atribuye cronología del s. IV d.C.; por su parte, Lostal no menciona esta pieza en su inventario de miliarios de la Provincia Tarraconense.
Rodríguez Colmenero (RODRÍGUEZ COLMENERO, 2004: 780), en su reciente recopilación de miliarios del NO, describe cuatro miliarios, pertenecientes al efímero emperador Macrino y a su hijo Diadumeniano, cuya presencia en la vía XVII, curiosamente sería un «eco de la política viaria de Caracalla, que obrigadamente cedería o seu protagonismo ó novo ocupante», ya que sería una unidad que colocaba marcos dedicados a Caracalla la que, al enterarse de la muerte de éste y ascensión de un nuevo emperador, continuó erigiéndolos pero ahora grabados a Macrino.
La parte de la dedicatoria, grabada para Diadumeniano, NOB(ilissimo) CAES(ari) PRINCIP(i) IVVENTVTIS, nos daría, invertida, la misma leyenda de nuestro Mila río, segundo de la Fuenfría, que por lo tanto sería coetáneo del de Caracalla de Galapagar.
El lugar del hallazgo
Otro de los puntos más importantes que habría que esclarecer acerca de estos miliarios es el lugar exacto de su hallazgo. Y digo importante porque, establecido el sitio en que fueron localizados y estando uno de ellos en las fotos en pie y probablemente in situ, se podría sondear para hallar la calzada que tiene que estar junto a ese lugar.
Hay especialistas que piensan, al contrario que nosotros, que es imposible localizar el lugar de hallazgo de los miliarios: «La propuesta que plantean se apoya, asimismo, en la localización del punto exacto en donde se halló tal o cual miliario, a partir de una fotografía nonagenaria, empresa abandonada por otros reputados científicos (María Mariné, Luis Caballero...) hace ya tiempo.» (FERNÁNDEZ y CABALLERO, 2001: 18)
A pesar de estas apreciaciones y con las dos fotos de los miliarios —una de ellas inédita hasta ahora— en la mano, hemos hecho un ejercicio de reconstrucción y creemos que hemos localizado el lugar en el que «al sacar tierra para el recebo del camino» aparecieron
No hay comentarios:
Publicar un comentario