viernes, 14 de julio de 2023

Miliarios de la Fuenfría = Madrid


El miliario de Decio

La recuperación de este miliario y de otro más peque- ño, fue obra del ingeniero Alberto Martínez Sanz, que trabajaba en el arreglo de los caminos del valle, quien, alertado de la posibilidad de que aparecieran restos antiguos por Antonio Blázquez y Delgado Aguilera, lo encontró <<al extraer tierra para el recebo del camino>>> (BLÁZQUEZ Y DELGADO-AGUILERA, 1911: 143).

Blázquez los dio a conocer a la Real Academia de la Historia en 1911 y en su informe describe como las piedras aparecieron, la mayor «tendida y enterrada a unos 700 metros del puente de Santa Catalina, y tan desgastada que con dificultad podía leerse lo siguiente:

VSPNLQILV

CIDII D. AVG. TRIB. C. VII....

» Al lado hay otra piedra más pequeña, que también tuvo letras que hoy no se pueden leer.>>

En el mismo número de la revista Fidel Fita (FITA, 1911) presentaba una posible lectura, atribuyéndolo a Trajano, como los miliarios de Alcalá de los que he- mos hablado, lo que fue contestado al año siguiente de nuevo por Blázquez, que lo atribuía a Vespasiano (BLÁZQUEZ Y DELGADO-AGUILERA, 1912), atribu- ción que todavía sigue siendo citada por la mayoría de las publicaciones sobre el Puerto de la Fuenfría.

La discusión permaneció en ese punto hasta los años 90, momento en que tanto Lostal (LOSTAL PROS, 1992: 111-112) como Stylow ((STYLOW, 1994) pre- sentan nuevas lecturas con matices distintos pero coincidentes en su atribución a Decio Valeriano.

GERM(A/NICVS) MAX(IMVS) DACIC(VS) MAX(IMVS) SAR/MAT(ICVS) MAX(IMVS) PONTIF(EX) MAX(IMVS)/ TRIB(VNICIA) POTEST(ATE) V IMP(ERATOR) VII/ P(ATER) P(ATRIAE) CO(N)S(VL) PROCO(N)S(VL) ET/ C(AIVS) IVL(IVS) VERVS MAX- IMVS NOBILISSIMVS/ CAES(AR) GERM(ANICVS) MAX(IMVS) PRINCEPS/ IVVENTVTIS FIL(IVS) D(OMINI) N(OSTRI) IMP(ERATO/ RIS) C(AII) IVL(II) VERI MAXIMINI PII) F(ELICIS)/ AVG(USTI)VIAS ET PONTES TEM- PORE VETVSTATIS CON/ LAPSOS RESTITVERVNT CVRAN(TE) Q(VINTO)] DECIO LEG(ATO) AVG(VSTORVM) PR(O) PR(AETORE)/ [C(LARISSIMO) V(IRO)]/

[¿A SEGOVIA? M(ILIA)] P(ASSVVM) XVII.

Por su parte Stylow (STYLOW, 1994: 590) se limita a interpretar las dos primeras líneas conservadas y renuncia a reconstruir la tercera, ya que piensa que no hay sitio para la mención a la mansio de Sego- via, porque daría lugar a una última línea descentrada, aunque reconoce que «existe toda una serie de miliarios, entre ellos varios hispanos de Maximino y Máximo, donde el último renglón, con la indicación de la distancia desde la caput viae, arranca del mismo margen izquierdo.» Su reconstrucción es:

[VIAS ET PONTES TEMPORE VETVS(tate)] COR/ [RUPT(os) REST(itvervnt) CVRANTE Q(vinto)] DECIO LEG(ato) AVG(vstorvm) PR(0) PR(aetore)

MP XVII

Pese a estas diferencias ambos autores atribuyen el miliario al gobernador de la Tarraconense C. Messius Q. L. Decius Valerianus, que llegó más tarde a em- perador con el nombre de Decio Trajano, y están de acuerdo en fecharlo entre el 235 y el 238 d.C.

Por nuestra parte, y en cuanto a la mención a la mansio de Segovia, estamos más de acuerdo con Lostal que con Stylow, ya que a pesar de lo que afirma este último, si examinamos las fotos que aparecen en la página del C.I.L. y que adjuntamos, es posible la re- construcción de Lostal de la última línea, sin que el epígrafe esté descentrado. Veamos el final de las tres últimas líneas, que es lo único de la inscripción que se conserva

VIAS ET PONTES TEMPORE VETUSTATIS COR RVPTOS RESTITVERVNT CVRANTE 

Q DECIO LEG AVG PR PRA SEGOVIA MP XVII

Como podemos ver el encaje de las letras con la inscripción conservada es casi perfecto.

1. 3. 2. El segundo miliario

Junto a este miliario fue localizado uno más pequeño  y en peor estado de conservación, del que no se dio 

lectura.

Aunque la piedra apareció entera, como se puede  observar en las fotos del momento de su hallazgo, en la actualidad se encuentra fragmentado.

Stylow ha presentado una lectura: IP[...] NOB / CAES,  asumida por María Ruiz Trapero (RUIZ TRAPERO,  María. 2001: 221) IP.../NOB(ILISSIMUS) / CAES(AR),  que le atribuye cronología del s. IV d.C.; por su parte,  Lostal no menciona esta pieza en su inventario de miliarios de la Provincia Tarraconense.

Rodríguez Colmenero (RODRÍGUEZ COLMENERO,  2004: 780), en su reciente recopilación de miliarios  del NO, describe cuatro miliarios, pertenecientes al  efímero emperador Macrino y a su hijo Diadumeniano,  cuya presencia en la vía XVII, curiosamente sería un  «eco de la política viaria de Caracalla, que obrigadamente cedería o seu protagonismo ó novo ocupante»,  ya que sería una unidad que colocaba marcos dedicados a Caracalla la que, al enterarse de la muerte de  éste y ascensión de un nuevo emperador, continuó  erigiéndolos pero ahora grabados a Macrino.

La parte de la dedicatoria, grabada para Diadumeniano,  NOB(ilissimo) CAES(ari) PRINCIP(i) IVVENTVTIS,  nos daría, invertida, la misma leyenda de nuestro Mila río, segundo de la Fuenfría, que por lo tanto sería  coetáneo del de Caracalla de Galapagar.

El lugar del hallazgo

Otro de los puntos más importantes que habría que  esclarecer acerca de estos miliarios es el lugar exacto  de su hallazgo. Y digo importante porque, establecido  el sitio en que fueron localizados y estando uno de  ellos en las fotos en pie y probablemente in situ, se  podría sondear para hallar la calzada que tiene que  estar junto a ese lugar.

Hay especialistas que piensan, al contrario que nosotros, que es imposible localizar el lugar de hallazgo de  los miliarios: «La propuesta que plantean se apoya, asimismo, en la localización del punto exacto en donde se halló tal o cual miliario, a partir de una fotografía  nonagenaria, empresa abandonada por otros reputados científicos (María Mariné, Luis Caballero...) hace ya  tiempo.» (FERNÁNDEZ y CABALLERO, 2001: 18)

A pesar de estas apreciaciones y con las dos fotos de los  miliarios  —una de ellas inédita hasta ahora— en la  mano, hemos hecho un ejercicio de reconstrucción y  creemos que hemos localizado el lugar en el que «al sacar tierra para el recebo del camino» aparecieron


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