domingo, 24 de septiembre de 2017

Macellum (Mercado) de Torreparedones

Se trata de un mercado especializado en la venta de productos alimentarios exclusivamente, según se desprende del análisis de los textos antiguos que a este edificio aluden, principalmente carne, aves de corral, caza, pescado y productos hortícolas (frutas, legumbres), así como pan, aunque estos últimos productos serían un complemento a los principales, el pescado y la carne, siendo escasa también la venta de grano. Frecuentemente se vendían sólo productos de lujo, con altos precios.
Generalmente, el macellum se sitúa siempre junto al foro o en las proximidades de éste, aunque en cualquier caso se buscaba abastecer a la población y facilitar su acceso, así como el de los proveedores, sin estorbar la circulación del foro. En Hispania casi todos los mercados se sitúan junto al foro, a excepción del macellum de Valentia (Valencia), cercano al puerto. Todos ellos son de pequeño tamaño, pues usualmente habían de adaptarse a un urbanismo ya existente, a veces irregular.
El macellum es un edificio independiente, delimitado, que alberga en su interior una serie de tiendas (tabernae) en torno a un patio central al aire libre (area) rodeado de pórticos (porticus), en el que se suele ubicar un estanque, fuente o algún elemento decorativo. Tenía que haber estancias en las que se guardasen las básculas públicas (staterae), los pesos oficiales, las medidas de capacidad, incluso para líquidos, y las de longitud, denominada sala de la mesa ponderaria.
En el imperio romano la monumentalización de las ciudades es claro signo de la voluntad de las élites de emular a Roma y de integrarse en su sistema político, social y religioso, de querer conseguir la promoción jurídica para sus respectivas ciudades, a las que debían dotar de un foro y de los edificios necesarios para desempeñar las nuevas funciones de carácter administrativo, político, jurídico, económico y religioso. El macellum sirve de termómetro para medir el nivel de romanización alcanzado por una ciudad. La evidencia arqueológica de que una ciudad poseía un macellum es indicio de un grado de romanización avanzado, de aceptación del nuevo orden que Roma ofrecía, y de su incorporación al concepto de cultura arquitectónica romana.
El macellum de Torreparedones es un edificio de grandes dimensiones, con una superficie de 380 m2, situado al S. del decumanus maximus, al que se abren dos puertas. Se han detectado cuatro fases constructivas y de ocupación del edificio, desde el momento de su construcción en el s. I d.C. hasta época tardoantigua. Responde al tipo 1, de planta central, con un patio o area al aire libre, pavimentado con grandes losas de piedra, y un canal perimetral para la evacuación del agua de lluvia. Esta agua se elimina hacia una cloaca que se ubica bajo el decumano, vertiéndola hacia el O. En torno al patio corre un pórtico en tres de sus lados (E. S. y O.), con basas áticas sobre plinto y capiteles de estilo corintio; alrededor están las tiendas en las que se vendían diferentes productos alimentarios pero, sobre todo, carne y pescado. 
La presencia de una cisterna, de forma ovalada, en la esquina SO., en cuyo interior se han recogido restos óseos de peces, podría ser un indicio de que se vendiera algún tipo de pescado vivo.

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