Caravaca, villa grande del reino de Murcia en el partido de Cieza, distante y al poniente catorce leguas de la capital. Se ignora el nombre que le daban los romanos cuando pertenecía á los bastitanos. Entre los muchos vestigios, de un castillo y de otros edificios árabes que hay en ella se descubren otros romanos, especialmente en los cimientos, que es prueba de que los moros edificaron sobre ellos.
En la jurisdicción de esta villa hacia el sur, donde el rio Quipar se mete entre dos cerros, se ven sobre ellos grandes ruinas romanas. En el de oriente se conservan columnas derrocadas y otros restos de la arquitectura romana; y en su falda, que ahora llaman las Cuevas, muchos sepulcros. Mas adelante permanecen las reliquias de un templo, un lienzo de pared seca y labrada, zócalos que parece sirvieron en un vestíbulo de columnas, y que ahora reparados están en la ermita de nuestra Señora de la Encarnación.
En otra ermita de nuestra Señora de la Soledad, sita en esta villa de Caravaca, se encontró una insigne lápida que cuentan se llevó del sitio de las Cuevas.
Ceán Bermúdez
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