Es el puente más occidental y alejado del casco urbano de la ciudad. También puede situarse su origen en la Edad Media e incluso en la época romana, aunque en el siglo XIX fue objeto de una reconstrucción. Parece que pudo destruirse durante la Guerra de la Independencia para impedir el paso de las tropas.
El aspecto más curioso de esta obra está relacionado con su nombre. Una tradición, probablemente más literaria que real, afirma que la denominación Miluce proviene de un hecho trágico allí acontecido: en abril de 1351 fueron ahorcados unos caballeros por hacer frente al rey Carlos II El Malo, ante quien en el mismo puente se negaron a pagar impuestos, según una versión, o se quejaron del trato recibido por los delegados del monarca, según otra versión. El rey, contrariado, ordenó su ajusticiamiento en aquel lugar. Fueron colgados en los ojos del puente y sus ‘lenguas largas’ de ahorcados (mihi luze en euskara) dieron el nombre al viaducto.
Según otra explicación, más verosímil, la denominación del puente proviene del topónimo vasco ‘amil luze’, que podría traducirse por precipicio largo. Resulta probable que el término Miluce ya se usara antes de la funesta fecha de la ejecución.
Ayuntamiento de Pamplona
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