Muy cerca de este lugar donde confluyen las aguas de los dos ríos que abrazan y protegen a la Cuenca Antigua, a unos cien metros, sigue prestando su importante servicio el Puente de San Antón, pese a la descarga que ha tenido en estos últimos años por la inauguración al tráfico del moderno puente de acceso a Cuenca, concluido en 1978 y conocido como Puente de Buenavista.
Pero es obligado hacer un recuerdo del puente antiguo de San Antón, testigo mudo durante cientos de años de prácticamente toda la historia de la ciudad, de sus alegrías y desventuras, situado junto a la iglesia de igual nombre que aún conserva, sin uso, su portada plateresca del siglo XVI, aunque muy deteriorada, y donde está nuestra patrona y alcaldesa Nuestra Señora la Virgen de la Luz; por el otro extremo, la portada de la antigua Casa de Beneficencia, edificada a expensas del obispo Flores Pavón, horrible y cruelmente mutilada sin explicación alguna.
ORIGEN ROMANO
Es frecuente que la mayoría de las personas que han escrito y escriben sobre nuestra ciudad al referirse al viejo puente de San Antón lo hagan de pasada y muy rápidamente, aunque, eso sí, indicando su origen romano.
En honor a la verdad puede decirse que existen muy pocos datos. Por ello me parece oportuno indicar en este artículo que en el Archivo Municipal de la capital hay un acta de una sesión del Ayuntamiento donde se recoge un amplio informe de Gumersindo Canals, ingeniero jefe que fue de esta provincia; a mi juicio, el más completo para conocer algo de su reconstrucción, es todo un verdadero documento, especialmente en cuanto a lo referente a la reparación más importante efectuada; aunque abundante, lógicamente, en tecnicismos propios de la profesión del autor, no pierde por ello amenidad e interés
Cuenca en el recuerdo
Cuenca en el recuerdo
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