A comienzos de los años ochenta, en Saelices el Chico y en la margen derecha del «Regato Grande», al hacer las obras de cimentación para una vivienda, aparecieron varios fustes y basas de columnas de piedra arenisca, así como fragmentos de tégula y ladrillos. Unos años más tarde, hacia 1985, al abrir la calle que baja paralela a la citada vivienda para la acometida de aguas, apareció un pavimento musivario, bastante bien conservado, así como una pared con un zócalo estucado y decorado con motivos geométricos y vegetales. Próximo al mosaico apareció, según información oral, «un suelo de ladrillo, tejas quemadas, ladrillos y fragmentos de tinajas y pucheros». Al parecer, el mosaico montaba directamente sobre la roca madre, que en Saelices es la pizarra.
Esta información oral, así como las fotografías que un aficionado se tomó la molestia de hacer, nos indica que podemos hallarnos ante los restos del peristilo de una construcción rústica romana. Los hallazgos tienen lugar en una zona llana, entre la margen derecha del Regato Grande y la carretera que va hacia Lumbrales. El terreno está dividido en pequeñas parcelas de tierras, «cortinas»; todo hace pensar que el mosaico o mosaicos existentes se encuentra bajo tres de estas cortinas, a más de un metro de profundidad.
Los restos musivos de Saelices son difíciles de calibrar, tanto estilística como cronológicamente, dado el estado fragmentario y la parcialidad de la documentación fotográfica, así como por la falta de contexto arqueológico (hallazgos cerámicos, numismáticos...). Aún así, podemos aventurar con cierta seguridad unas fechas tardías. El interés del muro pictórico de Saelices se centra en que es el único hallazgo de pintura mural romana conservado in situ en la provincia de Salamanca.
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