Fundida en bronce, con un grosor pequeño que oscila entre 3 y 5 milímetros y con una altura de 1.43 metros, representa a un adolescente desnudo, en actitud de un cierto movimiento, de pie y posado sobre el costado derecho, mientras que a la izquierda, únicamente apoya la punta de los dedos. Los globos oculares, hoy vacíos, debieron llevar en su tiempo un relleno de pasta vítrea que simulase los ojos. Los brazos aparecen en actitud de haber portado algún objeto liviano, bien sea una guirnalda, una lámpara o un candelabro.
El Efebo ha participado en exposiciones muy importantes en España e incluso en Roma. Se compara con el Efebo de Porta Vesubio, de Pompeya, o el Apolo de la Colección Sabouroff, del Museo de Berlín. En junio de 2004 fue declarado Bien de Interés Cultural.
Según la opinión del profesor García Bellido: es hasta hoy, y sin ninguna duda, la pieza más hermosa salida del suelo peninsular.
Málaga en el corazón
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