La localidad palentina de Herrera de Pisuerga se encuentra en la comarca de Boedo-Ojeda, a orillas de los ríos Pisuerga y Burejo. Dista 77km. de Palencia, de fácil acceso a través de la A 67, y 97km. de Burgos –por la A 231-.
El asentamiento indígena, posiblemente turmogo, de Pisoraca pasó al orbe de la República de Roma en torno al 29-28 a.C. Se convirtió en el campamento romano de la Legio IIII Macedonia desde el 19 a.C. hasta el 43 d.C. año en que es trasladada la legión a Germania. Tras la salida de la Legión permanece en el núcleo urbano una población romano-indígena, convirtiéndose Pisoraca desde mediados del siglo I d.C. en un núcleo clave en las comunicaciones del norte peninsular como salida a los puertos cantábricos (Portus Blendium o Portus Victoriae) con cereales de la Tierra de Campos y esclavos en dirección a Roma o la Galia.
La prosperidad de la ciudad y la riqueza de las tierras, bañadas por el Pisuerga, el Burejo, el Boedo, etc. dan lugar a la proliferación de villas romanas dedicadas a la explotación agrícola y ganadera. El inventario arqueológico de Palencia de la Diputación de Castilla y León tiene contabilizadas la existencia de al menos 150 villas en la provincia palentina.
La visita al Aula Arqueológica Pisoraca nos permitirá conocer los modos y costumbres propias de los legionarios. A la entrada del aula se ha reconstruido una torre de vigilancia romana de ocho metros de altura. En el exterior se ha recreado la entrada a un campamento militar romano, incluyendo una calzada romana con miliarios.
En el interior del aula encontraremos diferentes indumentarias propias de los legionarios y reproducciones del armamento utilizado por los mismos. Los restos arqueológicos del campamento romano están declarados Bien de Interés Cultural, con categoría de Zona Arqueológica, desde el año 1993.
Viator Imperi
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