Este núcleo se asienta en una superficie amesetada ocupada por un acebuchal. Morfológicamente está formado por dos pequeñas elevaciones, separadas por una vaguada de cota algo menor. El cerro situado al Oeste aparece totalmente amurallado, advirtiéndose a pesar de la vegetación, el trazado murario, a base de mampuestos de pizarras. En el flanco oriental de este cerro que conduce a la vaguada de conexión con el Cerro Este parece observarse una entrada que podría estar flanqueada por alguna torre o bastión. En el interior de este cerro se aprecian constantes elevaciones que en la mayoría de los casos estarían evidenciando la presencia de estructuras soterradas. Respecto al material de superficie, ambos cerros aparecen salpicados de lajas de pizarra y de material constructivo romano: tégulas, ladrillos, sillares placas de revestimiento, fragmentos de pavimentos de opus signinum , etc. Sin embargo, el material cerámico aparece en menor proporción y se concentra especialmente en el sector oeste, tanto de cronología romana (pivotes y bordes de ánfora, dolios, ollas comunes, y Terra Sigillata en sus variantes Itálica lisa, Gálica, además de algún galbo de Campaniense), como de época ibérico-turdetana (ánforas, jarros, cuencos y urnas con decoración a bandas rojas que ofrecen una cronología de los siglos IV-II d.C). Existen otros elementos de factura orientalizante (un broche de cinturón y cuenco de cerámica gris).
Aunque escasos, existen algunos testimonios epigráficos hallados en las inmediaciones de este núcleo que permiten suponer que ya en época imperial Ostur alcanzó el status municipii , posiblemente en época de Vespasiano. El más importante de éstos es un pedestal de mármol blanco, empotrado en un muro de la iglesia parroquial de Villalba del Alcor que porta una larga inscripción dedicada a Iuno Regina y que se fecha en torno al año 134 d.C.
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