Por aquí pasaba la conocida e importante Vía XVIII que unía Asturica con Bracara. Debido a la importancia de esta vía y la necesidad de transportar la abundante materia prima de la zona para llevarla a otros lugares del Imperio romano, se hizo necesario la construcción de un puente que salvara el valle del Navea. El puente actual cuenta con un ancho de 3,75 m por un largo de casi 30 m. Su estructura de un solo arco apuntado de 20 m de luz, se remonta a la época medieval. El primitivo era de origen romano y sus dimensiones eran mucho más grandes, para permitir así el cómodo paso de las legiones romanas. Parece ser que estaba provisto de dos arcos y su anchura era de 7,60 m. A mediados del siglo XIX, fue descubierto en la puerta de entrada de un cobertizo, un miliario romano dedicado a los emperadores Tito y Domiciano.
Al lado de la carretera general, se nos presenta una muestra de estos miliarios que marcaban las distancias de esta Vía XVIII. A parte del puente, nos asombrará la arquitectura tradicional de estas zonas de Trives. Al lado del puente se conservan casas y cobertizos de una antiguedad sorprendente. Además del inmejorable marco natural, compuesto de carballos y castaños, la zona se completa con la presencia de una antigua capilla, en el lado de Trives, en donde se representa la Cruz de Malta. De la presencia de esta capilla suponemos el paso de un camino de peregrinación hacia Santiago, debido a la representación en una dovela de la puerta de entrada de la Cruz de la Orden de Malta, que se encargaba de vigilar el buen camino de los peregrinos. Es la llamada Capilla de la Encarnación.
Unos pocos metros más abajo del río, se localiza un embalse tradicional de épocas remotas y las construcciones de dos puentes modernos, uno del siglo XIX, el llamado Puente Piago y otro de finales del XX. Unos metros más arriba se encuentra el Embalse de As Guístolas y sus miliarios y muy cerca, hacia el E, se ubica la subestación eléctrica de Trives.
Galicia Máxica
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