viernes, 20 de diciembre de 2019

Puente de Freixo


Uniendo la parroquia celanovesa de Santa Cristina de Freixo y la de O Espiñoso, en el ayuntamiento de Cartelle, se sitúa uno de los puentes romanos mejor conservados de la comunidad gallega, el puente Freixo (construido entre los siglos II y III). Es el único que conserva casi intacta su factura original, junto al Bibei (de Trives) y el Ponte Pedriña (hoy sumergido bajo las aguas del embalse de As Conchas).
Esta infraestructura permitía el cruce del río Arnoia a una vía secundaria de la Vía Nova (Vía XVIII del Itinerario de Antonino), la que va de Aquis Querquennis a Lucus Augusti (Lugo). Su factura romana fue reconocida en los años sesenta, desde entonces se elaboraron consecutivos artículos de prensa e informes arqueológicos y técnicos en los cuales se denunciaba su mal estado de conservación. Este abandono se debía, en parte, a que unos metros aguas abajo se había construido un puente más moderno. Tras su declaración como Monumento Histórico Artístico en 1984, al año siguiente fue incluido en el “Inventario de Pontes Históricas de Galicia”.
Sus características constructivas son: unos 57 metros de longitud y 8 de altura máxima, cuatro bóvedas de medio punto con las siguientes luces: 4,73 m., 7,78 m., 7,70 m. y 4,74 m. y la utilización del denominado opus quadratum, de sillares (bloques de piedra) graníticos simétricos. Sus pilas (o pilares) se cimientan directamente sobre el suelo de pizarra y poseen tajamares (contrafuertes) triangulares aguas arriba.Su sillería almohadillada varía según la parte en la que se sitúa, siendo muy uniforme en cuanto a sus medidas y disposición en los estribos y el pilar central. En las pilas intermedias se utilizan sillares de mayores dimensiones y colocación más aleatoria. Esto puede deberse a que se utilizó un relleno terroso en el primer caso y de piedra en el segundo. La plataforma superior es horizontal y su anchura de 4,60 m.
Como ya hemos dicho anteriormente, el puente presentaba un estado ruinoso, por lo tanto la Dirección Xeral de Patrimonio Histórico de la Xunta de Galicia, decidió repararlo en 1988. Las obras de restauración se ejecutaron entre octubre de ese mismo año y junio de 1989. El equipo de ingenieros a cargo del proyecto decidió convertirlo en peatonal, para rescatar su funcionalidad. Por otro lado, se quiso diferenciar claramente entre los elementos de la estructura original y los añadidos; los elementos reconstruidos se hicieron en sillería recta y los sillares almohadillados primitivos se desmontaron y volvieron a montar, para reparar deficiencias. La calzada se hizo con un rasante horizontal y una capa de grava, excepto en las partes exteriores de las bóvedas (o trasdoses), para dejarlas a la vista. Se remató con un simple pretil (barandilla) de madera, que se puede desmontar fácilmente cuando se quiera sustituir por uno de piedra como sería el original.
Contiguos al puente se encuentran una antigua presa y un molino. La zona es ideal para disfrutar de la naturaleza pues dispone de un área recreativa donde se puede comer al aire libre, o simplemente disfrutar del paisaje y relajarse. También es un entorno privilegiado para practicar natación o senderismo.

Vía Lethes

No hay comentarios:

Publicar un comentario