Alconchel, pueblo de Castilla la Nueva en la provincia de Cuenca, partido de San Clemente, distante poco mas de una legua de los de Montalbanejo y Villar de Cañas, y un cuarto de legua de un cerro de su jurisdicción, en el que está la ermita de nuestra Señora de la Cuesta. En este mismo cerro quieren los que siguen la opinión del P. M. Bisco, de que hubo Munda y Certima celtibéricas (como se explica en el artículo Bayona, otro cerro de esta misma provincia), haber estado la poderosa Certima de los celtíberos, como la llama Tito Livio. Por el norte, poniente y mediodia es inaccesible el tal cerro a causa de su elevación y pendiente subida; pero es suave la de oriente. En el propio sitio en que está la ermita hay un aljibe de hormigón, y ruinas de edificios, cascotes y barros saguntinos, en prueba de haber habido allí población romana. Eran dos sus entradas o puertas hacia el oriente y occidente, y para facilitar la subida por este lado pusieron escalones de piedra, cuyos cimientos todavía se conservan y tienen el mismo uso.
Aun se conoce la calzada romana que iba desde el cerro, llamado ahora Cabeza del Griego, hacia Alconchel, de la cual el emperador Hadriano reparé los pasos, según constaba de una famosa lápida, cuya inscripcion copió el obispo de Salamanca don Juan Bautista Valenzuela y Velázquez. Sobre esta inscripción fundó su parecer el P. M. Risco acerca de las dos ciudades celtibéricas: Certima y Munda, fijando la primera en el cerro de nuestra Señora de la Cuesta, que dejamos descrito, y la segunda en el de Cabeza del Griego.
Ceán Bermúdez
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