Pese a que en el Museo de la Romanización de la ciudad se halla la inmensa mayoría de las piezas que se han ido descubriendo en distintas excavaciones, hay vestigios integrados con naturalidad en el paisaje urbano. Es el caso de los únicos restos que se conservan del circo romano que ocupaba el actual parque de la Era Alta, junto al Parador Nacional de Turismo.
De aquel coliseo sobrevive un muro de mampostería y un canalillo de desagúe que lamentablemente han sido objeto de pintadas.
Muy cerca, en el Paseo del Mercadal, se halla otra referencia romana, aunque no es originaria de esta etapa. Se trata de la reproducción de una lápida funeraria del legionario Julio Longinos. Ademas, al final del paseo se erige el monumento a la Matrona”, que conmemora el heroísmo de la ciudad ante los conquistadores de la antigiiedad y personifica la leyenda de la fames calagurritana”.
El patio de la Oficina de Turismo, junto al edificio del Museo de la Romanización, es otro de los lugares que acoge diversas piezas de arqueología encontradas en los yacimientos cercanos a Calahorra. Entre ellas destaca una estela funeraria y varias basas de columnas que se exhiben junto a una prensa de aceite, supuestamente utilizada hasta hace poco tiempo, un molino de almendra y un contrapeso de prensa de aceite de molino. Para muchos turistas supone una grata sorpresa el hecho de encontrarse estos objetos en el pequeño jardín de acceso a la oficina.
El yacimiento de La Clínica también deja a la luz huellas del pasado romano. En el enclave, en el que hace unos años se puso en marcha un proyecto de musealización, pueden verse restos de una casa de finales del siglo 1 d.C. Junto a uno de los extremos de la construcción se encuentra una canalización de aguas y lo que fue un hipocausto.
Asimismo, algunas partes de la muralla que protegía la ciudad todavía hoy se mantienen e pie, al igual que el arco del Planillo de San Andrés; una de las puertas de entrada al municipio y que comunicaba Calahorra con Caesaraugusta.
En el museo
Para conocer más hallazgos del legado romano que han conseguido sobrevivir al paso de los siglos hay que acudir a la exposición del Museo de la Romanización, donde abundan monedas, piezas de cerámica, joyas, esculturas o el busto de mármol conocido como la “Dama Calagurritana”, aparecido en el yacimiento de La Clínica.
Toda una variada colección que convive con otros descubrimientos arqueológicos de la época procedentes de distintos lugares de La Rioja.
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