sábado, 24 de octubre de 2020

Mausoleo de Campo de Canela


El mausoleo tardorromano de la barriada de Campo de Canela (Isla de Canela, Ayamonte) es una edificación funeraria romana, que parece tratarse de un panteón o sepulcro familiar. Formaría parte de un vasto complejo en el que se incluiría una factoría de conservación de pescado.

Se sitúa dentro del Paraje Natural de las Marismas de Isla Cristina, en Isla Canela (Ayamonte). La mayor parte del yacimiento, situado en la orilla izquierda de la ctra. que enlaza Ayamonte con Punta del Moral, en el Km. 6,200, permanece enterrado bajo la arena, y oculto así su emplazamiento real, sin que todavía se haya hecho un estudio arqueológico en profundidad de la zona.

La edificación está datada en el siglo IV. En prospecciones efectuadas en el entorno inmediato al mausoleo se han detectado numerosos restos pertenecientes a un importante poblamiento, con dos áreas bien definidas, cronológica y espacialmente, una de ellas altoimperial, y otra datada en los siglos IV y V d.C. A su alrededor aparecieron, entre otros objetos, numerosas monedas de la época de Constantino I el Grande, emperador romano entre los años 306 y 337.

Los restos arqueológicos encontrados en Isla Canela demuestran la existencia de un poblado tardo-romano en la zona, datado en unos trescientos años después de Cristo, dedicado principalmente a la explotación de la pesca y a la fabricación de salazones de la misma.

Los restos de este emplazamiento fueron hallados en el año 1981 como consecuencia de la actuación en las inmediaciones de una pala mecánica durante unas obras en las que se realizaban movimientos de arena perteneciente a una duna que ocultaba los restos. Esta pala mecánica dañó el vértice S.E. de la estructura.

Pequeño mausoleo de planta rectangular con una sola estancia, muros de mampostería, sillares mal escuadrados, suelo de ladrillo y cubierta a dos vertientes. Posee una sola puerta y dos ventanas. La cubierta estaba revestida con tejas planas y, entre ellas, otras tejas curvas (o tejas árabes como se conocen actualmente) cubriendo las ranuras. La cubierta estuvo en su origen soportada por una estructura de madera, totalmente desaparecida. Según el arqueólogo Mariano del Amo, en el momento de su descubrimiento, era el único yacimiento romano en España en el que se conservan las tejas.

En su interior contenía cuatro fosas de inhumación cubiertas por losas de mármol o ladrillos: dos de adultos y dos infantiles:

Las lápidas carecían de inscripciones. Entre las tumbas se encontraron clavos que eran colocados, según la costumbre de la época, para ahuyentar a los malos espíritus. El material encontrado tras la primera intervención y excavación de este yacimiento realizadas por Mariano del Amo, y que no fue sustraído por las personas que invadieron el lugar en los días posteriores a su descubrimiento, están depositados en el Museo Provincial de Huelva.

Mausoleos en Hispania

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